Industrias apuestan por reciclaje para reducir costos
Redacción La República [email protected] | Viernes 24 octubre, 2008
Empresas han logrado bajar hasta en un 40% el gasto por reutilización de plásticos
Industrias apuestan por reciclaje para reducir costos
• Programa ha conseguido unificar compañías con comunidades
Ernesto José Villalobos
[email protected]
La empresa Delfiplast, dedicada a la producción de envases plásticos para el sector médico y alimentario, ahorró cerca de $600 mil el año pasado con la utilización de materias primas provenientes del reciclaje.
Al igual que esta, otras 20 industrias han decidido apostar por la reutilización de plásticos para reducir sus costos de producción en al menos un 40%, en lo que han denominado el programa Gente Reciclando.
La iniciativa se nutre de los sistemas de separación y recolección de residuos que impulsan varias comunidades en la zona central de San José.
“Nuestra producción anual supera los $1,5 millones, y el balance del negocio ha dependido en mucho de este tipo de iniciativas. En materia prima el ahorro ha llegado incluso al 40%”, explicó Randall Castro, gerente general de Delfiplast.
En Curridabat, San Rafael de Heredia y Escazú se impulsan —desde hace al menos dos años— esquemas a través de los cuales los vecinos dejan para la reutilización el aluminio, plástico, vidrio, cartón y papel.
Solo en Curridabat se generan cerca de 500 toneladas de residuos sólidos por semana, de las cuales el 90% proviene de las industrias y el comercio.
Aunque desde finales de 2007 y lo que va de 2008 el programa Curridabat Limpio ha conseguido involucrar a cerca de 17 mil viviendas, la proyección apunta a que con el aporte de los industriales y comerciantes, se generen unos $35 mil por mes, los cuales serán destinados al mantenimiento vial y del ornato.
“Vamos a iniciar un proceso de concientización entre los supermercados, abastecedores y las principales industrias, para que se sumen al programa a partir de enero de 2009”, agregó Carlos Núñez, encargado de la iniciativa.
En la base de lo que se ha consolidado como una pirámide del reciclaje nacional, se encuentran las comunidades.
Muestra de lo que puede hacerse a este nivel, es la experiencia del Colectivo Femenino Rescatando Nuestra Ecología (Coferene).
La organización tiene como sede la ciudad de San Ramón de Alajuela, en donde 158 hogares han mantenido durante tres años la reutilización continua de desechos sólidos, principalmente papel, cartón y vidrio.
Producto de sus utilidades, el grupo ya adquirió equipo para la separación de los residuos sólidos, y un camión que facilita el traslado del material hasta los planteles de clientes como Scott Paper, Empaques Santa Ana, Metaltico, Plastimex y Vicesa.
Con una recuperación de más de 30 mil kilos por mes de papel y cartón, se evitó cortar cerca de 12 mil árboles.
“Con la reutilización de materiales no solo ayudamos a alargar la vida del relleno sanitario de San Ramón, sino que evitamos el deterioro del ambiente, y educamos a las futuras generaciones”, indicó María Teresa Arguedas, presidenta de Coferene.
El trabajo del colectivo garantiza un ingreso neto promedio de ¢1,2 millones mensuales.
Iniciativas como la de Coferene son apoyadas por la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundecooperación), entidad que impulsa ideas socioproductivas totalmente relacionadas con el desarrollo sostenible.
Industrias apuestan por reciclaje para reducir costos
• Programa ha conseguido unificar compañías con comunidades
Ernesto José Villalobos
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La empresa Delfiplast, dedicada a la producción de envases plásticos para el sector médico y alimentario, ahorró cerca de $600 mil el año pasado con la utilización de materias primas provenientes del reciclaje.
Al igual que esta, otras 20 industrias han decidido apostar por la reutilización de plásticos para reducir sus costos de producción en al menos un 40%, en lo que han denominado el programa Gente Reciclando.
La iniciativa se nutre de los sistemas de separación y recolección de residuos que impulsan varias comunidades en la zona central de San José.
“Nuestra producción anual supera los $1,5 millones, y el balance del negocio ha dependido en mucho de este tipo de iniciativas. En materia prima el ahorro ha llegado incluso al 40%”, explicó Randall Castro, gerente general de Delfiplast.
En Curridabat, San Rafael de Heredia y Escazú se impulsan —desde hace al menos dos años— esquemas a través de los cuales los vecinos dejan para la reutilización el aluminio, plástico, vidrio, cartón y papel.
Solo en Curridabat se generan cerca de 500 toneladas de residuos sólidos por semana, de las cuales el 90% proviene de las industrias y el comercio.
Aunque desde finales de 2007 y lo que va de 2008 el programa Curridabat Limpio ha conseguido involucrar a cerca de 17 mil viviendas, la proyección apunta a que con el aporte de los industriales y comerciantes, se generen unos $35 mil por mes, los cuales serán destinados al mantenimiento vial y del ornato.
“Vamos a iniciar un proceso de concientización entre los supermercados, abastecedores y las principales industrias, para que se sumen al programa a partir de enero de 2009”, agregó Carlos Núñez, encargado de la iniciativa.
En la base de lo que se ha consolidado como una pirámide del reciclaje nacional, se encuentran las comunidades.
Muestra de lo que puede hacerse a este nivel, es la experiencia del Colectivo Femenino Rescatando Nuestra Ecología (Coferene).
La organización tiene como sede la ciudad de San Ramón de Alajuela, en donde 158 hogares han mantenido durante tres años la reutilización continua de desechos sólidos, principalmente papel, cartón y vidrio.
Producto de sus utilidades, el grupo ya adquirió equipo para la separación de los residuos sólidos, y un camión que facilita el traslado del material hasta los planteles de clientes como Scott Paper, Empaques Santa Ana, Metaltico, Plastimex y Vicesa.
Con una recuperación de más de 30 mil kilos por mes de papel y cartón, se evitó cortar cerca de 12 mil árboles.
“Con la reutilización de materiales no solo ayudamos a alargar la vida del relleno sanitario de San Ramón, sino que evitamos el deterioro del ambiente, y educamos a las futuras generaciones”, indicó María Teresa Arguedas, presidenta de Coferene.
El trabajo del colectivo garantiza un ingreso neto promedio de ¢1,2 millones mensuales.
Iniciativas como la de Coferene son apoyadas por la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundecooperación), entidad que impulsa ideas socioproductivas totalmente relacionadas con el desarrollo sostenible.