Industriales piden blindarse frente a inversiones chinas
Natasha Cambronero [email protected] | Miércoles 03 febrero, 2010
Industriales piden blindarse frente a inversiones chinas
Natasha Cambronero
[email protected]
La próxima semana arrancará lo que se vislumbra como la última ronda de negociaciones en torno al Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, en el que los industriales no quitan el dedo del reglón con la intención de que el acuerdo les resulte “menos malo”.
La inclusión de una cláusula que les permita protegerse temporalmente de las inversiones industriales chinas nacientes en el país y para que las empresas locales puedan emitir desde Costa Rica certificados de calidad que sean válidos en la nación asiática es su principal demanda.
Con esto esperan que el TLC con China sea “menos malo”, parafraseando el eslogan del candidato Luis Fishman, de Unidad Social Cristiana.
Tentativamente el 91% del universo arancelario chino gozará de una desgravación para ingresar a Costa Rica, ya sea inmediata o en un plazo de cinco a 15 años.
“No hemos negociado nada. Tuvimos un intercambio de información, en el cual nos informaron sobre la expectativa de cierre y de los productos que quedarían excluidos. Hasta el momento solo el sector metalmecánico quedaría fuera, pero las negociaciones no han terminado”, dijo Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias.
La primera de las solicitudes hechas consiste en incorporar al texto una cláusula de protección a las industrias nacientes, lo cual es permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La misma establece una protección temporal para evitar inversiones industriales en el país dedicadas a la elaboración de bienes terminados y de no respetarse se levantarán los beneficios arancelarios elevando más bien los montos.
Pese a no querer ahondar en plazos solicitados para la cláusula, González manifestó que estarían conformes con un periodo que oscile entre cinco y diez años.
La segunda solicitud consiste en que se permita a las empresas nacionales gestionar desde Costa Rica los certificados de calidad para exportar a China, sin necesidad de viajar a ese país.
“La idea es que se puedan hacer los análisis y emitir un certificado en el país que sea válido en China. Esta solicitud nace porque el país asiático establece que se deben gestionar allá, lo cual significa un obstáculo al comercio; esta dificultad ya la ha vivido el sector en otros países”, añadió González.
La industria nacional ha mostrado su oposición al TLC con China desde el inicio de las negociaciones. En su lugar han pedido un acuerdo de alcance parcial que no ha sido apoyado.
Además, han cuestionado la labor del Ministerio de Comercio Exterior que hasta el momento no se ha sentado a negociar con ellos.
“Se han mantenido herméticos. No nos facilitan la lista de bienes en negociación, nos dicen que confiemos en ellos, pero de verdad no puedo. No entiendo la premura por firmar este tratado, hay que ponerle cuidado a la letra menuda”, señaló Tomás Pozuelo, presidente de la Cámara de la Industria Alimentaria.
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La próxima semana arrancará lo que se vislumbra como la última ronda de negociaciones en torno al Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, en el que los industriales no quitan el dedo del reglón con la intención de que el acuerdo les resulte “menos malo”.
La inclusión de una cláusula que les permita protegerse temporalmente de las inversiones industriales chinas nacientes en el país y para que las empresas locales puedan emitir desde Costa Rica certificados de calidad que sean válidos en la nación asiática es su principal demanda.
Con esto esperan que el TLC con China sea “menos malo”, parafraseando el eslogan del candidato Luis Fishman, de Unidad Social Cristiana.
Tentativamente el 91% del universo arancelario chino gozará de una desgravación para ingresar a Costa Rica, ya sea inmediata o en un plazo de cinco a 15 años.
“No hemos negociado nada. Tuvimos un intercambio de información, en el cual nos informaron sobre la expectativa de cierre y de los productos que quedarían excluidos. Hasta el momento solo el sector metalmecánico quedaría fuera, pero las negociaciones no han terminado”, dijo Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias.
La primera de las solicitudes hechas consiste en incorporar al texto una cláusula de protección a las industrias nacientes, lo cual es permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La misma establece una protección temporal para evitar inversiones industriales en el país dedicadas a la elaboración de bienes terminados y de no respetarse se levantarán los beneficios arancelarios elevando más bien los montos.
Pese a no querer ahondar en plazos solicitados para la cláusula, González manifestó que estarían conformes con un periodo que oscile entre cinco y diez años.
La segunda solicitud consiste en que se permita a las empresas nacionales gestionar desde Costa Rica los certificados de calidad para exportar a China, sin necesidad de viajar a ese país.
“La idea es que se puedan hacer los análisis y emitir un certificado en el país que sea válido en China. Esta solicitud nace porque el país asiático establece que se deben gestionar allá, lo cual significa un obstáculo al comercio; esta dificultad ya la ha vivido el sector en otros países”, añadió González.
La industria nacional ha mostrado su oposición al TLC con China desde el inicio de las negociaciones. En su lugar han pedido un acuerdo de alcance parcial que no ha sido apoyado.
Además, han cuestionado la labor del Ministerio de Comercio Exterior que hasta el momento no se ha sentado a negociar con ellos.
“Se han mantenido herméticos. No nos facilitan la lista de bienes en negociación, nos dicen que confiemos en ellos, pero de verdad no puedo. No entiendo la premura por firmar este tratado, hay que ponerle cuidado a la letra menuda”, señaló Tomás Pozuelo, presidente de la Cámara de la Industria Alimentaria.