Impuesto mínimo global a corporaciones sería de al menos un 15%
Ronny Gudiño [email protected] | Viernes 21 mayo, 2021
La tasa de impuesto mínimo corporativo global que propone Estados Unidos, sería de, por lo menos, un 15%, notablemente inferior al 21% que originalmente planteaban y apoyaba la OCDE.
En información de la AFP, no obstante, ese 15% sería un piso y se buscará que al final se logren acuerdos para alcanzar una tasa superior.
Asimismo, se añade que esperan convencer, inicialmente, en julio a los países G20.
Cabe recordar que Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, fue la que propuso esta iniciativa de establecer a nivel mundial un "mínimo" que brinde un tratamiento tributario uniforme a las empresas multinacionales.
Su fin es dificultar que las empresas multinacionales amenacen a un país de irse a otro con mejores condiciones impositivas.
"También tenemos que, dentro de la gran decisión que se debe tomar, los paraísos fiscales, los pocos que quedan, se verán claramente afectados con la posible imposición mínima global de las empresas multinacionales, siendo este un golpe casi mortal a estas jurisdicciones laxas", dijo Carlos Camacho, socio director de Grupo Camacho Internacional en una columna en LA REPÚBLICA.
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Pero no todo sería color de rosas, puesto que los países que se oponen de manera rotunda a la creación de este tributo mínimo piensan en las consecuencias que puede llegar a tener en la atracción de inversión extranjera directa.
Punto que interesa a Costa Rica, ya que puede ser un golpe a la competitividad.
"Se debe definir cuál será la posición que sostendremos en foros como la OCDE, ya que sin duda, en una economía como la nuestra que ha promovido la atracción de inversión extranjera y la convertido en uno de sus principales motores, debe estudiarse con detalle impacto que estas medidas pueden implicar, procurar que no se afecten derechos adquiridos y que ante todo, se pueda generar una armonización en relación con nuestro modelo de desarrollo", mencionó Priscilla Piedra, socia de Impuesto de Deloitte en una columna en LA REPÚBLICA.
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Esto pues, aun si se mantienen sistemas de incentivos tributarios, estos resultarían en la renuncia de la soberanía fiscal, en favor de terceros países - la sede de negocios de la multinacional concreta - aspecto que carecería de lógica económica ante las propias necesidades que aquejan a nuestras economías, agregó Camacho.