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Impactos nefastos que el populismo energético le está provocando al país (I)

Roberto Dobles [email protected] | Lunes 28 marzo, 2022


La energía es esencial para todo como por ejemplo, la producción de bienes y servicios, el transporte (terrestre, aéreo y marítimo), alimentos (tractores, fertilizantes, etc.), comunicación, calentamiento y enfriamiento. Es un factor muy importante en nuestra vida cotidiana y una necesidad humana básica.

La energía asequible y en abundancia es así fundamental para todo el quehacer humano y todo tipo de necesidades y comodidades modernas. Incluso, la necesitamos cuando no le estamos prestando atención ya que está siempre presente en todo nuestro quehacer.

Por esta razón, la gestión y el desarrollo del sector energía debe hacerse integralmente y muy cuidadosamente desde varias perspectivas (económica, financiera, técnica, social, ambiental, etc.), cosa que no ocurre en Costa Rica por el excesivo populismo energético que existe, como lo veremos en esta columna.

1. Definición del populismo

De acuerdo con Rafael Pampillón, “el populismo es una combinación de ofertas desproporcionadas por parte de los políticos y gobiernos” que se basan en propuestas que luego no se cumplen.

El senador chileno Ignacio Walker señala que los “populistas apelan a un sentimiento y prometen lo que no pueden cumplir” y el populismo “es un virus que tiende a corroer las bases de la democracia”, “es el hermano menor de la demagogia” y “es una forma de engañar al electorado”.

2. Efectos del populismo energético en Costa Rica

Desgraciadamente, el populismo se ha entronizado fuertemente en el sector energía de Costa Rica creando enormes distorsiones y deficiencias y una falta de integralidad en la evolución del sector.

Cada vez más los políticos y los gobiernos han venido proponiendo combinaciones de propuestas de cambio y de desarrollo del sector que luego no se cumplen.

Prometen lo que no pueden cumplir, ya que sus políticas y sus planes de escritorio no están basados en estudios rigurosos (técnicos, económicos, financieros, sociales, ambientales, etc.) y no tienen tampoco las capacidades que se requieren para lograr lo que dicen que quieren lograr.

La evidencia, basada en datos de resultados oficiales (del MINAE, el ICE, RECOPE y otras instituciones), demuestra que el populismo energético ha provocado, entre otras cosas, que el país sea hoy en día mucho más vulnerable a eventos externos, que tenga una altísima y creciente dependencia petrolera (muy por encima del promedio mundial) en detrimento del desarrollo las fuentes renovables nacionales y que tenga energía cara, así como mayores emisiones de gases de efecto invernadero y de otros gases.

El populismo energético, como parte del creciente populismo político nacional, ha venido aumentando a través del tiempo en el país y se ha convertido en un factor que ha contribuido a crear la seria y crítica situación energética que tenemos.

Entre muchos otros factores claves de lo que está ocurriendo en el país se encuentran los siguientes:

• Falta de transición energética e inclusive transición energética a la inversa, ya que se ha venido dando una creciente sustitución de las fuentes renovables nacionales de energía por los caros derivados de petróleo importados, lo cual es una especie de transición energética al revés de lo que se requiere.

• Altos y crecientes costos de la energía.

• Alta y creciente vulnerabilidad económica y social a eventos internacionales.

• Emisiones crecientes al ambiente (incluyendo gases de efecto invernadero que impactan el cambio climático).

• Destrucción de competitividad y de valor en el sector eléctrico nacional (con la no renovación de los contratos con los costos de generación muy bajos en beneficio de plantas con costos mucho más altos).

• Obstaculización de las nuevas fuentes de energía impulsadas por los adelantos tecnológicos (como la energía solar).

• Evolución del sector energía con patrones poco sostenibles desde la perspectiva económica, social y ambiental.

• Bajo desempeño con respecto a los niveles internacionales.

• Reforzamiento del paradigma energético tradicional proveniente del pasado, en lugar de reforzar el nuevo paradigma energético del futuro.

• Planes de escritorio que no inciden en la realidad.

• Promulgación de normas legales (leyes y decretos) que contienen elementos que no solamente no cambian la situación energética nacional, sino que más bien la agrava.

• Falta de descarbonización del sector y de la economía en general.

Una de las características del populismo energético nacional es que las promesas no se cumplen, y se defienden con base en dogmas, ideologías y en mitos.

Éstas no se defienden con base en estudios (técnicos, económicos, financieros, sociales y ambientales) ni en capacidades de ejecutoria.

Se apela al sentimiento y a las emociones de las personas y a la falta de conocimiento que tiene la población en un tema que es muy técnico y muy complejo.

El populismo ha venido teniendo una injerencia cada vez mayor en la política energética del país y en los planes nacionales de energía. Esta es una de las razones por las cuales la realidad nacional, basada en datos oficiales de resultados, muestra que gran parte de lo que se ha señalado en la política energética y en los planes nacionales de energía no ha tenido ningún impacto relevante en la realidad. Pero además, en muchas áreas ocurre todo lo contrario de lo que esos gobiernos y esos políticos proponen y predican en sus políticas y en sus planes de escritorio.

Al final, todas esas propuestas y planes de escritorio, con gráficos e imágenes muy bonitas, han terminado siendo un cuento. Desde el inicio se sabía no iban a lograr los resultados que se proponían por falta de estudios multidisciplinarios rigurosos y de capacidades de ejecución. Y peor aún, por omisión y por acción, en muchos casos la situación real terminó deteriorándose.

Este tema ha sido analizado en varias de mis columnas anteriores, con ejemplos nacionales reales, incluyendo las tres columnas siguientes: “Cuentos y realidades (I y II)” y “Políticas públicas que no inciden en el mundo real”.

Conviene analizar casos concretos para mostrar los efectos nefastos del creciente populismo energético que tiene el país.

3. ¿Transición energética y aprovechamiento de las energías renovables nacionales?

El primer caso a analizar es el de la transición energética y el del aprovechamiento de las energías renovables nacionales que se propone y los resultados que se han obtenido.

La política energética y los planes de escritorio que existen en el país contienen una serie de enunciados y de acciones con respecto a la transición energética y al aumento del aprovechamiento de las energías renovables nacionales, han terminado siendo un cuento, ya que no han incidido de manera relevante en la realidad energética nacional.

Entre estos enunciados y acciones que contenidos en estos documentos de escritorio se encuentran los siguientes:

• Lograr la transición energética del país hacia las energías limpias y renovables.

• Aprovechar plenamente las capacidades energéticas del país en energías renovables.

• Incorporar más energías limpias en nuestra matriz energética para eliminar el uso de combustibles fósiles.

• Diversificar las fuentes de energía.

• Reducir significativamente las emisiones al ambiente.

• Introducir medios de transporte masivo de personas movidos por electricidad y con el uso creciente de biocombustibles y combustibles alternativos.

• Incorporar los biocombustibles en la matriz energética.

• Incluir la producción y mezcla de biocombustibles.

• Impulsar a fuentes de energía renovables no convencionales.

• Estimular las fuentes de energía renovables no convencionales (solar, eólica, mareomotriz y biomásica y geotermia).

• Fomentar la geotermia, el uso de fuentes hidroeléctricas con grandes embalses o bien a filo de agua y el incremento de renovables no convencionales como biomasa, solar y eólica.

Lo anterior no solamente es importante lograrlo, sino nadie puede oponerse a ello si fuera una realidad. El problema es que nada de eso se ha estado convirtiendo en realidad en el país, como lo muestran los datos oficiales.

El problema es que la realidad contenida en los datos oficiales del Gobierno y de las instituciones estatales (MINAE, ICE y RECOPE) demuestra de manera contundente que nada de lo anteriormente citado está ocurriendo y que, en muchos casos, más bien está ocurriendo lo contrario.

Por ejemplo, en lugar de lograr que las energías renovables nacionales desplacen a la energía no renovable importada (derivados de petróleo), la política energética y los planes nacionales de energía de escritorio, por omisión y por falta de acciones reales, están logrando todo lo contrario de lo que se pretende y más bien están creando un severo deterioro de la situación energética nacional.

Los datos oficiales así lo demuestran. La dependencia petrolera nacional (% del petróleo importado en la matriz energética nacional) ha venido aumentando peligrosamente y había llegado al 64,5% antes de la pandemia. Esta es la participación de consumo petrolero en la matriz energética más alta en la historia del país.

Costa Rica es uno de los países más petrolizados del mundo, ya que la participación del petróleo en la matriz energética promedio mundial es del 33% (casi la mitad que en Costa Rica).

A continuación un pequeño resumen de las tendencias energéticas nacionales:

• El consumo nacional de electricidad generada con energías renovables ha tenido serios problemas, de acuerdo con las tendencias pre pandemia. Su participación en la matriz energética en el 2015 fue del 22,7% y en el 2019 fue del 22,3%, lo cual significó una reducción de 0,4%.

• Las otras fuentes renovables de energía, particularmente las provenientes de la biomasa, vienen reduciéndose aceleradamente y son las grandes perdedoras de este proceso de cambio negativo.

• En el 2015, la participación de la biomasa en la matriz energética fue del 16,0% y en el 2019 (en la pre pandemia) fue del 12,4%, para una reducción en esta participación del 3,6%. La biomasa, que es una importante fuente renovable de energía (que incluye la materia prima de los biocombustibles, etanol y biodiesel), fue la gran perdedora.

• En el 2015, las fuentes nacionales renovables de energía tuvieron una participación en la matriz energética nacional del 38,7% y en el 2019 cayó al 34,7%, para una reducción del 4,0%.

• En el 2015, los derivados de petróleo importados tuvieron una participación en la matriz energética nacional del 61,3% y en el 2019 subió al 64,3% para un aumento del 3,0%.

• Estos datos muestran claramente que la fuente de energía ganadora fue aquella asociada a los caros derivados de petróleo importados.

• Con las restricciones vehiculares sanitarias que se dieron para coadyuvar a enfrentar la pandemia, el consumo petrolero nacional fue abatido temporalmente de manera forzosa.

• Pero ahora, en la nueva etapa post pandemia, sin restricciones vehiculares y con la economía nacional creciendo de nuevo, las tendencias de consumo energético están volviendo al nivel pre pandemia, con los derivados de petróleo importados como la fuente de energía de mayor crecimiento en el país.

• Las proyecciones confirman lo anterior e indican que las fuentes nacionales renovables de energía seguirán perdiendo importancia en el país. En su Plan Estratégico, RECOPE prevé que el consumo nacional de derivados de petróleo importados crecerá un 37,5% al 2039, mientras que el ICE prevé en su Plan Estratégico que el consumo de electricidad generada con fuentes renovables crecerá un 31,1% al 2039. Esto representa una diferencia del 6,4% a favor de los derivados de petróleo importados.

• El producto energético “estrella” en el país, por crecimiento en el consumo, es el GLP (Gas Licuado de Petróleo) porque su participación en la matriz energética nacional es la que más rápidamente crece, mientras que las fuentes renovables de energía nacional decrecen relativamente. En su Plan Estratégico, RECOPE prevé que el Gas Licuado de Petróleo importado crecerá un 65,7% al 2039.

• Los derivados de petróleo importados le están ganado así la partida a la electricidad generada con fuentes renovables de energía, la cual está perdiendo terreno en todos los sectores de actividad económica y social, incluyendo el sector residencial. Por su naturaleza misma, este sector debiera ser el que más rápidamente se electrifique.

• En el sector residencial, la situación es la siguiente: en el período 2014-2019 el consumo de GLP creció 36,1%, mientras que el consumo de electricidad apenas un 10,9%.

• En el sector industrial, la situación es la siguiente: en el período 2014-2019 el consumo de GLP creció 20,3%, mientras que el consumo de electricidad apenas creció un 8,6%.

• Mientras todo lo anterior ocurre en la cruda realidad del país, existe adicionalmente un decreto que está vigente, el cual fue promulgado sin fundamento técnico y económico, que señala que el Gobierno “ha declarado y reiterado su compromiso de NO al petróleo…”. La realidad muestra que este decreto, y otras acciones populistas, más bien han sido un sí categórico a los hidrocarburos importados, cuyo consumo ha venido creciendo aceleradamente como nunca antes. Totalmente lo contrario a lo que indica ese decreto.

• En cuanto a la biomasa, otra fuente renovable nacional importante, se prevé que su participación en la matriz energética nacional continúe bajando.

Otras de las promesas contenidas en los planes de energía ha sido realizar la diversificación de las fuentes de energía en el país, pero esto tampoco ha ocurrido. Seguimos básicamente con las mismas fuentes tradicionales de energía, con la única diferencia que los derivados de petróleo importados están desplazando cada vez más a las fuentes renovables nacionales de energía. El país se está petrolizando aún más de lo que ya está.

La energía solar para generar electricidad a nivel centralizado y descentralizado (generación en las instalaciones de los consumidores) enfrenta enormes obstáculos para desarrollarse, a pesar de ser la fuente de energía más barata en el mundo para generar electricidad.

La energía solar centralizada tiene apenas una participación del 0,2% en la matriz energética del sector eléctrico nacional y la generación distribuida (descentralizada) apenas del 0,34%.

La carencia de diversificación energética y la obstaculización de la energía solar que ocurre en el país van también en contra de las tendencias mundiales.

De acuerdo con los estudios internacionales, la matriz energética prevista para el año 2040 será la más diversificada jamás vista y la energía solar es la fuente de energía que más rápido está creciendo en el mundo por su bajo costo.

Pero con las proyecciones de RECOPE y del ICE, la matriz energética nacional no será energéticamente diversificada.

4. Conclusión

Los datos oficiales anteriores (de MINAE, el ICE y RECOPE) muestran de manera contundente que hay un enorme abismo entre las propuestas y planes populistas que se hacen (sin estudios rigurosos y sin capacidades rigurosas) y los resultados que arroja la evolución del sector energía.

Mientras que los planes populistas dan una imagen de un mundo ideal que entusiasma a los electores, y a la población en general, y al cual nadie puede oponerse, la cruda realidad muestra un cuadro totalmente nefasto y contrario a lo que se predica y contrapuesto a las tendencias mundiales.

En la siguiente columna se analizaran otros factores del sector energía (como la falta de competitividad energética, las crecientes emisiones al ambiente, etc.) donde existe también un enorme abismo entre las propuestas de los planes populistas de escritorio y sin capacidades de ejecutoria y la cruda realidad que muestra resultados totalmente opuestos a lo que indican esos planes.

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