Igualdad
José Pablo Rodríguez [email protected] | Miércoles 12 abril, 2023
José Pablo Rodríguez
Director Regional en Asia de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)*
La igualdad es un concepto fundamental en cualquier sociedad y su significado y aplicación han sido objeto de debate durante siglos. Uno de los debates más importantes en este sentido es el que enfrenta la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados. La primera es una idea que defiende que todas las personas deben tener las mismas oportunidades para alcanzar sus objetivos y aspiraciones. Esto significa que cada individuo debe tener acceso a las oportunidades de educación, formación, empleo y otros recursos que les permitan desarrollar su potencial, para alcanzar sus metas.
Por otro lado, la segunda busca que todas las personas tengan los mismos resultados, independientemente de sus diferencias y circunstancias individuales. Esto significa que se debe garantizar que todos los miembros de la sociedad tengan los mismos ingresos, estilos de vida y oportunidades de vida. La idea de igualdad de resultados surge dentro del ámbito de la teoría política y la filosofía social. Esta perspectiva sostiene que la igualdad no sólo debe ser entendida como igualdad ante la ley o igualdad de oportunidades, sino que también debe incluir la igualdad en los resultados o resultados finales. La igualdad de resultados se asocia con corrientes políticas de izquierda y con el pensamiento marxista. La teoría marxista sostiene que las desigualdades económicas y sociales son el resultado de la explotación y la opresión de la clase trabajadora por parte de la clase dominante. Para superar estas desigualdades, según el pensamiento marxista, es necesario crear una sociedad comunista donde los medios de producción sean propiedad del Estado y se distribuyan equitativamente los bienes y servicios producidos.
En la práctica, la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados son dos objetivos incompatibles. La promoción de la igualdad de oportunidades es una medida que busca eliminar las barreras que impiden a algunas personas alcanzar sus objetivos, una meta deseable y loable en sociedad. La igualdad de resultados, por otro lado, es una medida que busca igualar los resultados de todas las personas, independientemente de sus habilidades, esfuerzos y circunstancias. Esta última, no es deseable en ninguna sociedad que busque promover la sana competencia, la innovación y el alto desempeño.
Es por esto que la promoción de la igualdad de resultados puede ser altamente perjudicial para la sociedad. Una de las razones es que la igualdad de resultados reduce el incentivo de las personas para trabajar con empeño y esforzarse para mejorar sus vidas. Si todas las personas tienen los mismos resultados, independientemente de sus esfuerzos o habilidades, es poco probable que se sientan motivadas para trabajar duro y superarse a sí mismas.
La igualdad de resultados puede ser económicamente insostenible. En una sociedad que promueve la igualdad de resultados, se requerirían grandes transferencias de recursos de ciertos grupos seleccionados hacia otros para lograr la igualdad de resultados. Esto podría ser insostenible en el largo plazo y podría llevar a la disminución de la riqueza y el crecimiento económico.
En conclusión, la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados son dos conceptos totalmente distintos. La promoción de la igualdad de resultados no es positiva para la sociedad, ya que reduce el incentivo de las personas para trabajar duro, es injusta para las personas que tienen más habilidades, encentivando la mediocridad, limitando las libertades individuales y es económicamente insostenible para la sociedad en su conjunto. La promoción de la igualdad de oportunidades, por otro lado, es una medida deseable y justa que busca eliminar las barreras que impiden a algunas personas alcanzar sus objetivos. Sin lugar a dudas es beneficiosa para la sociedad en su conjunto y para los individuos que la componen.
*Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.
Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.