Hecho a mano
Candilejas [email protected] | Viernes 24 febrero, 2017
Cindy Hernández se cansó y aburrió trabajando durante 15 años en algo que no le gustaba. Hasta que un día se decidió a seguir su vocación. Algo que, por cierto, ella asegura que heredaron de su abuela tanto su madre como ella: el placer de crear y diseñar artesanía.
Hoy en su tienda taller, disfruta de vender bellos productos creados a mano, originales, únicos.
La producción sale de las manos de la propia Cindy, de su madre y de su abuela materna. Cada una elabora las piezas que más disfruta crear, en diferentes materiales y con variadas técnicas, pero comparten una misma característica: buscar la perfección, la belleza además de la utilidad de las prendas u objetos.
La época actual, que no solo es de crisis sino también, por esa causa, un fascinante proceso de reinvención del mundo, permite una vuelta a la artesanía pero esta vez con la posibilidad de que los creadores artesanos lo hagan, si lo desean, utilizando con sus manos nuevas herramientas provenientes de los enormes avances de la tecnología, y producir piezas únicas, irrepetibles. Artesanía de siglo XXI.
Al punto de que, “hay también una corriente de aplicaciones y uso de tecnología que permiten crear desde un entorno virtual diferentes objetos que después pueden ser procesados en cerámica o incluso ser impresos en 3D por medio de impresoras especiales” dice Luis Natera en su página http://ciudadpixel.mx/artesania-y-tecnologia/ donde se analiza el tema.
La artesanía “es oficio que no se adquiere por los estudios, sino con la práctica diaria y saber hacer, que en el siglo XXI significa utilizar la tecnología disponible para hacer el mejor producto posible”, asegura Silvia Soler, Directora de Desarrollo de Materiales, Universidad de Navarra, España.
Después de siglos de reinado de la Revolución Industrial, en sus diferentes etapas y con sus grandes cambios económicos y tecnológicos que transformaron la sociedad agraria y artesanal en modernas ciudades industriales, hoy la llamada “sociedad del conocimiento” parece despertar nuevamente en las personas un aprecio por lo artesanal, contrario a la producción en serie de las fábricas.
“En una época en la que lo digital tiene supremacía, lo hecho a mano cobra más valor que nunca por su carácter de pieza única y original.
Aunque el consumo masivo de productos industriales gane en volumen, siempre se aprecian los objetos y productos de carácter artesanal realizados de manera creativa por artistas, diseñadores e incluso por los mismos artesanos,
Es una tendencia que se repite de forma consistente a través de la historia de la humanidad”, explica Alma Fernández, historiadora del arte y actual directora del Museo de Arte Costarricense.
Y cada cambio en las formas de producción ha significado no solo una alteración para los propios trabajadores, sino para la sociedad misma que busca reacomodar su fuerza productiva y su talento a las nuevas circunstancias y en muchos casos lleva a emprendimientos que permiten acoplar las vocaciones y las economías personales y familiares, como es el caso de Cindy, su madre y su abuela. Tres generaciones que optaron por la colaboración dentro de una total libertad creadora.
Así mismo, si bien los artesanos de otra época, obtenían generalmente sus materias primas de la zona o región donde vivían, y con ello sus productos de diseño artesanal se podían convertir en referentes de un lugar, hoy la globalización permite a ciertos artesanos el uso de materiales foráneos, que se adaptan bien a sus necesidades sin apartarlos por ello de su identidad.
Por otro lado, el actual trasiego de mercaderías de un país a otro, pone al alcance de quienes valoran el diseño artesanal, piezas provenientes de otras regiones del mundo que les transmitirán algo de la particularidad de distintas culturas. Como si las vibraciones y el calor de las manos de los artesanos permaneciera en sus creaciones buscando comunicarse con los demás.
Carmen Juncos y Ricardo Sossa
Editores jefes y Directores de proyectos
Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/ , Wikipedia. • Fotos: Gerson Vargas y Shutterstock