Hace rato que Panamá nos pasó por encima
Gaetano Pandolfo [email protected] | Jueves 30 marzo, 2023
Hace “ratillo” que la Selección de Panamá juega mejor fútbol que la de Costa Rica.
La Tricolor se clasificó a Qatar gracias al empujón anímico de una afición generosa, la pasión de los seleccionados y mucha, mucha suerte. Pero si vamos a hablar exclusivamente de fútbol, Panamá era la que merecía nuestro puesto.
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En los dos juegos de la eliminatoria entre canaleros y ticos, los pupilos de Luis Fernando Suárez lograron cuatro puntos, con solo un remate a marco. Panamá fue superior pero se quedó en el camino.
Ahora llegó la revancha y derrotó a la Tricolor 2-0 en el juego de ida de la Liga de Naciones y 1-0 en el de vuelta, jugando un mejor fútbol que la nuestra.
Molestos por los comentarios negativos de la prensa deportiva criolla, después de la pobre presentación del equipo en Martinica, líderes como Joel Campbell y Francisco Calvo, se declararon públicamente molestos por las críticas de mis colegas y la falta de apoyo al seleccionado.
“Ni Pep Guadiola podría trabajar tranquilo en Costa Rica”, dijo Calvo, por cierto, punto altísimo de la Tricolor en los dos juegos ante Panamá.
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Suponemos que Joel y Francisco, no siguen los comentarios, agresivos, negativos, hirientes, sin contemplaciones, frontales y hasta vulgares, del periodismo deportivo mexicano, hondureño y español en contra de sus seleccionados cuando no la ven.
Los periodistas ticos somos bebés de pecho en comparación con colegas de esas naciones y otros.
Perdimos 1-0 con Panamá por diferentes razones: la más fuerte es que ellos ahora son mejores y juegan mejor al fútbol.
Como segundo punto señalo que es muy difícil ganar un partido, jugándolo para atrás. Si observamos detenidamente el video del juego en el Estadio Nacional, veremos que a la hora de atacar, cuando el balón está en pies de Martínez, Zúñiga, Tejeda, Ramírez y Suárez, ellos, el 90 por ciento de las ocasiones, en lugar de proyectarse al ataque en grupo o individualmente, todos, absolutamente todos LE DEVUELVEN el balón a los defensas centrales: Waston, Vargas y Calvo.
El balón les quema y va para atrás, en procura de que los defensas se acomoden para una nueva ofensiva, ya con todo el equipo rival armado y bien parado en retaguardia. No hay sorpresa, magia, vértigo, acompañamiento, de ahí que en 90 minutos, la Sele solo hizo dos remates con peligro al marco canalero: el de Josimar Alcócer y otro de Fabrizio Ramírez. Imposible ganar así los partidos.