Gran beneficio de la Gasolina con Etanol
Daniel Suchar Zomer [email protected] | Miércoles 21 febrero, 2024
Daniel Suchar Zomer, PhD
Analista Financiero. Profesor Universitario.
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La utilización de la gasolina con etanol en Costa Rica ha suscitado un prolongado debate, caracterizado por obstáculos políticos y percepciones distorsionadas que han impedido su implementación efectiva.
Se ha reflexionado exhaustivamente sobre la viabilidad de incorporar esta mezcla, específicamente en el caso de la gasolina súper RON95, mediante la adición de un porcentaje relativamente bajo de etanol o su oxigenación con dicho alcohol natural.
El etanol, representado por la fórmula C2H5OH, constituye un componente natural empleado en más de 65 países a nivel mundial, entre ellos Brasil, Colombia, Perú, Argentina, Estados Unidos, Canadá y varios miembros de la Unión Europea, destacándose como pioneros en su adopción.
La vanguardia de estos países radica en la sustitución del MTBE (éter metil ter-butilico), un aditivo tradicionalmente utilizado para elevar el octanaje de la gasolina, por el etanol. El MTBE, a pesar de su prolongado uso, se ha reconocido como altamente contaminante, lo cual ha impulsado la transición hacia el empleo del etanol en la mezcla.
Este último, el alcohol (que posee un octanaje hasta niveles que oscilan entre 102 y 130 octanos) al ser integrado en la gasolina estabiliza el octanaje del combustible, como también conlleva una significativa reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, con potenciales disminuciones del CO2 en un rango del 40% al 90%. Estos beneficios ambientales son particularmente relevantes y constituyen un avance sustancial hacia prácticas más sostenibles en el sector.
A su vez, es crucial desmitificar la noción de que la incorporación de etanol en la gasolina, en proporciones de hasta el 5% al 10%, conlleva dificultades significativas. Desde una perspectiva técnica, tales mezclas no solo son viables físico-químicamente, sino que además ofrecen ventajas notables.
En primer lugar, contribuyen a mejorar la combustión del combustible, optimizando así la eficiencia energética y potencialmente aumentando la potencia del motor. En segundo lugar, es importante destacar que estas mezclas son compatibles con los motores modernos, predominantemente utilizados en Costa Rica, fabricados a partir del año 2000 (Hace más de 24 años). Estos motores están diseñados para tolerar la presencia de etanol y están equipados con sistemas de combustible adecuados que previenen la corrosión. Y no muy lejos de esto, las estaciones de Gasolina ya poseen las tuberías con sus debidos recubrimientos para soportar altas presencias de Etanol (Hasta 20% en la mayoría de los casos) en sus flujos de combustibles.
A pesar de la disponibilidad de tecnologías y conocimientos para gestionar la mezcla de etanol en la gasolina de manera efectiva, persisten ciertos temores y resistencias en la adopción de esta práctica. Es esencial superar estas barreras y promover una transición hacia alternativas más sostenibles, en aras del bienestar del país y la salud de sus ciudadanos.
La abstinencia a abandonar el uso de compuestos como el MTBE, en favor de soluciones más amigables con el medio ambiente, implica una resistencia al cambio que debe ser abordada con urgencia.
La introducción del etanol en la gasolina se presenta como un avance esencial hacia la promoción de la sostenibilidad ambiental, la optimización de la eficiencia energética y el impulso del progreso tecnológico dentro del sector energético costarricense.
Aunque los desafíos asociados a esta transición pueden ser significativos, es imperativo destacar los múltiples beneficios que esta medida aporta, tanto desde una perspectiva económica como medioambiental. La superación de las reservas existentes y la adopción decidida de enfoques innovadores constituyen pasos fundamentales hacia un futuro más prometedor y sostenible para Costa Rica y la comunidad global en su totalidad.
Es fundamental reconocer que la incorporación del etanol en la gasolina no solo representa un cambio positivo en términos de reducción de emisiones y mejoras en la calidad del aire, sino también una oportunidad para impulsar la economía nacional y fomentar la creación de empleo en sectores relacionados con la producción y distribución de biocombustibles. Incluso, brindar un impacto positivo a largo plazo en la salud pública y el medio ambiente justifica plenamente los esfuerzos necesarios para su adopción y promoción.
En última instancia, la aceptación y promoción activa de la mezcla de gasolina con etanol representan una inversión en un futuro más próspero y equitativo para todos los ciudadanos costarricenses.
Al abordar los desafíos actuales con determinación y visión de futuro, Costa Rica puede posicionarse como un líder regional en Centroamérica en la implementación de prácticas energéticas sostenibles, contribuyendo así al bienestar colectivo y al desarrollo sostenible a nivel mundial.