Gobierno valora concesión para ampliar ruta a Cartago
Esteban Arrieta [email protected] | Lunes 09 enero, 2017
En vez de utilizar un fideicomiso como se tenía previsto desde un principio, el Gobierno valora el uso de una concesión para mejorar la carretera Florencio del Castillo que conecta la capital con Cartago.
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Se están haciendo estudios preliminares para determinar “cuál es la mejor opción de financiamiento”, informó el Consejo Nacional de Concesiones por medio de una respuesta escrita a LA REPÚBLICA.
La decisión dependerá del costo del proyecto, el valor del peaje que tendrían que pagar los conductores, la extensión del contrato y las diferencias entre los dos modelos, por lo que en estos momentos los jerarcas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el Consejo Nacional de Vialidad y el Consejo Nacional de Concesiones estudian todas las opciones.
La Ley de Desarrollo del Corredor Vial San José-Cartago, aprobada por los legisladores en agosto del año pasado, permitiría al Gobierno escoger entre un fideicomiso, o bien, impulsar el plan por medio de un binomio con participación pública y privada, de acuerdo con Carlos Villalta, ministro de Obras Públicas y Transportes.
Sin embargo, esta opinión es refutada por legisladores del Frente Amplio, quienes aseveran que la normativa en cuestión señala específicamente al fideicomiso como la única opción para desarrollar la obra vial.
En el modelo de concesión, el Estado prepara un cartel de licitación con una obra claramente definida e invita a los interesados a hacer sus ofertas para llevarla a cabo.
El concesionario, que puede ser un consorcio, hace un aporte de capital, por ejemplo, del 25% o el 30% del costo total y recurre al mercado financiero de deuda para cubrir el resto. En este caso el empresario corre con todos los riesgos.
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Mientras tanto, en el fideicomiso no se obliga al fideicomitente a hacer aporte de capital, lo cual implica que el financiamiento tendrá que ser de hasta un 100% de la obra por parte del interesado.
Esto se traduciría en que pocas entidades financieras estén interesadas en prestar el dinero.
Por otra parte, las funciones de un fiduciario, posiblemente un banco, no son las típicas de este entidad financiera, que tendría que actuar como planificador, diseñador, administrador, negociador de contratos de construcción y supervisor de obras, así como tramitador de expropiaciones de los terrenos por donde han de construirse las obras.
Aún no se sabe cuánto costaría la ampliación y mejora de la carretera, ya que los diputados incluyeron en la propuesta obras que no estaban en el diseño original, como por ejemplo, un nuevo tramo de 4 kilómetros que iría desde el cruce de la entrada de Cartago hasta el puente del río Purires, en San Isidro de El Guarco.
En principio, el costo de la obra tendría un valor superior a los $90 millones, de acuerdo con un estudio de 2010.
Sin embargo, ese costo no incluye el nuevo tramo, ni tampoco el valor de los terrenos que habría que expropiar para el derecho de vía, que va desde la rotonda de las Garantías Sociales hasta Hacienda Vieja, de aproximadamente 3 kilómetros.
Debido a la falta de información concreta, el Gobierno está negociando con el Banco Centroamericano de Integración Económica la contratación de un estudio de actualización sobre la demanda, los costos de las inversiones y la estructuración financiera y económica del proyecto.
Se estima que entre 25 mil y 60 mil vehículos circulan por la carretera Florencio del Castillo diariamente, de acuerdo con el Conavi y al Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la UCR, que manejan cifras diferentes.
Sin importar quién tiene la razón, lo cierto del caso es que esa importante vía colapsa todos los días, cuando miles de personas se desplazan en sus vehículos o autobuses, para ir al trabajo o a estudiar, formando presas de varios kilómetros.
Por otra parte, aunque el proyecto es urgente, el Gobierno no tiene claro ni siquiera un calendario de ejecución de la obra, ni tampoco está incluido entre las prioridades de esta administración en el Plan Nacional de Desarrollo.
La posibilidad de que el presidente Luis Guillermo Solís impulse una concesión para la carretera Florencio del Castillo, sería sumamente polémica para algunos sectores, que cuestionan el uso de este modelo.
“Es claro que la ley predispone como método de construcción de la ampliación de la Florencio del Castillo, el fideicomiso; sin embargo, parece que el Ministro del MOPT no ha aprendido de las experiencias del pasado. La concesión ha permitido escandalosos hechos de corrupción, encarecimiento de las obras, lentitud en la construcción como ha ocurrido con la Ruta 27, la construcción de la ruta a Caldera y la construcción de la carretera hacia San Ramón”, dijo Frank Camacho, diputado del Frente Amplio.
Urgente
Los graves problemas que enfrentan los usuarios de la vía hacia Cartago diariamente, han hecho que sectores políticos y empresariales, así como el Gobierno, busquen una solución al caos vial.
Mario Redondo
Diputado
Alianza Demócrata Cristiana
No tengo problema con el modelo que use el Gobierno para desarrollar la obra, ya que según cálculos de la Contraloría, no habría ninguna diferencia entre una concesión y un fideicomiso.
Lo que sí queremos los cartagineses, es que no haya más atrasos y que Zapote eche a andar este proyecto de una vez por todas.
La infraestructura vial de Cartago está desastrosa y los proyectos aprobados no se ejecutan.
Frank Camacho
Diputado
Frente Amplio
Es de larga data el clamor del pueblo cartaginés para que el estado concrete soluciones eficientes al problema de la fluidez vial entre San José y Cartago, pues el caos y el atraso que se padecen en la actual vía ya se traducen en grandes pérdidas económicas para la ciudadanía, lo cual afecta el derecho a su buena calidad de vida, le pedimos al Gobierno que deje de obstruir el desarrollo de Cartago
Lo que sí nos preocupa, es que ahora quieren meter una concesión.
Carlos Villalta
Ministro
MOPT
Tenemos una alternativa de concluir unos estudios de prefactibilidad a través del Banco Centroamericano de Integración Económica, a efectos de poder definir el modelo de la construcción de la carreteras, ya sea a través de un fideicomiso u otro mecanismo como una asociación pública y privada, que nos permita financiar la obra.
El proyecto que estamos planeando incluye varias expropiaciones que queremos poner en marcha pronto, para no atrasar el proyecto.
Plan
El corredor vial San José-Cartago constaría de un total de 24 kilómetros y tres tramos.
El primero sería de 3 kilómetros, denominado “Nueva Radial Zapote-Curridabat”, el cual iniciaría en la Rotonda Zapote, en la Ruta 215 y finalizaría al lado sur de la ciudad de Curridabat, con tres carriles por sentido.
El segundo tramo contemplaría la ampliación y mejoramiento del tramo existente de 17 kilómetros de la Autopista Florencio del Castillo con tres carriles en cada sentido, así como la construcción de la conexión de esta autopista con la ciudad de Cartago.
La última fase incluye la ampliación del tramo existente de 4 kilómetros desde el cruce de la entrada de Cartago hasta el puente del río Purires en San Isidro de El Guarco, a dos carriles.