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Lunes, 25 de noviembre de 2024



COLUMNISTAS


Geopolítica de las elecciones en los Estados Unidos

Óscar Álvarez Araya [email protected] | Jueves 10 octubre, 2024


El planeta, las potencias y los actores internacionales están atentos a las elecciones estadounidenses del próximo 05 de noviembre de 2024.

A menos de un mes de la fecha electoral la vicepresidenta Kamala Harris tiene una leve ventaja en el voto popular mientras que la situación en los swing states o estados pendulares es de virtual empate.

Según Real Clear Politics, Harris va arriba en Nevada, Wisconsin y Michigan, mientras que Donald Trump va adelante en Carolina del Norte, Georgia y Arizona. Sin embargo, tanto las ventajas de Harris como las de Trump son inferiores al margen de error. Así también en Pennsylvania, que es el mayor de los swing states, el promedio de las encuestas de RCP revela un empate entre las dos candidaturas.

Mientras tanto la economía estadounidense no da señales de recesión o crisis por lo menos en el corto plazo. Según el FMI la tasa de crecimiento de la economía estadounidense es de aproximadamente 2,7% para el año 2024. Así también la tasa de desempleo es de alrededor de 4,2% mientras que la tasa de inflación en agosto era de 2,5%. Según esos datos macroeconómicos no habría razón para pensar en que los estadounidenses estuvieran anhelando un cambio de administración. Sobre todo ahora que el 27 de setiembre pasado la Reserva Federal acordó una baja de 0,5% en la tasa de política monetaria.

Sin embargo algunos hechos sociales y naturales recientes han complicado el panorama preelectoral: la reciente huelga de estibadores en los puertos que después de una ardua negociación ha llegado a su fin y la temporada de huracanes que ha llegado con Helene en el sureste y Milton en Florida. Aún no sabemos cual será el impacto de los huracanes en la economía y en la intención de voto de los estadounidenses.

Los conflictos en el Medio Oriente y en Ucrania

Por otra parte la guerra en el Medio Oriente en vez de atenuarse tiende a escalarse.

El foco del conflicto se ha trasladado desde Gaza hasta el Líbano, Siria y recientemente hasta Irán mismo, aunque permanece también en Gaza. Actualmente las Fuerzas de Defensa de Israel están peleando en siete frentes diferentes: Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán.

El ataque a los beepers de Hezbolá y la eliminación de su líder máximo Hassan Nasralá el 27 de noviembre pasado, así como el segundo ataque con misiles en menos de un año de Irán contra Israel el 01 de octubre y el anuncio del gobierno de Israel de que viene con represalias al gobierno de Teherán en las próximas horas, constituyen solamente algunos datos de la escalada del conflicto en Medio Oriente. Por su parte el presidente Joe Biden declaró desde el mismo 03 de octubre que los Estados Unidos apoyará las represalias de Israel contra Irán. Antes de enviar este artículo a la redacción nos enteramos que ya Biden y Netanyahu hablaron por teléfono para coordinar los objetivos del inminente ataque a Irán.

Recientemente la discusión se centró en cuales objetivos golpear en la represalia. Biden no está de acuerdo en golpear centros del programa nuclear de Irán mientras que Donald Trump (04 de octubre) si apoya incursiones en las plantas nucleares. Otra opción que se discute es la de golpear pozos petroleros iraníes, medidas que sin duda alguna elevaría aún más los precios de petróleo. Cabe aclarar que como consecuencia de la escalada del conflicto en Medio Oriente ya el brent saltó desde menos de 70 dólares el barril a más de 80 dólares. Pero con un ataque a los pozos petroleros de Irán se incrementaría aún más el precio del barril, tal vez hasta los 100 dólares. Y aumenta el riesgo de que el gobierno de Teherán clausure temporalmente el Estrecho de Ormuz.

Mientras tanto el 08 de octubre Amir Ohana, presidente del Parlamento israelí anunció que el golpe de represalia a Irán es inminente.

Todos los hechos mencionados y sobre todo un ataque de Netanyahu a Irán y la respuesta que vendría de Teherán después del ataque pueden tener (y ya están teniendo) efectos sobre los precios del petróleo, el costo de la vida en los Estados Unidos, así como eventuales impactos en las intenciones de voto de su electorado, a menos de un mes del 05 de noviembre.

Por otra parte la visita de Volodimir Zelensky a Estados Unidos a finales de setiembre con citas de alto nivel que incluyeron al presidente Joe Biden, a la vicepresidenta Kamala Harris y al expresidente Donald Trump en su torre de Nueva York nos recuerdan la importancia del conflicto entre Rusia y Ucrania y su eventual impacto en las elecciones.

Esta semana Mark Rutte, el nuevo Secretario General de la OTAN visitó Kiev para reunirse con Zelensky y reiterarle el apoyo de la OTAN a Ucrania en su lucha contra las tropas de Vladimir Putin. Recordemos que los Estados Unidos es el líder y la potencia número uno de la OTAN.

Potencias, actores y las elecciones

Tanto el conflicto en el Medio Oriente como la guerra entre Rusia y Ucrania generan alineamientos e intereses en la evolución y el desenlace del proceso electoral en los Estados Unidos.

En mi modesta percepción algunas potencias y actores internacionales aunque evidentemente no votan en las elecciones estadounidenses si tienen interés de influir en el resultado sea con inteligencia artificial o con acciones políticas y militares o incluso con declaraciones y con la participación de actores indirectos o camuflados.

Rusia

En cuanto al mandatario ruso Vladimir Putin supongo que frente a las elecciones estadounidenses su enemigo principal es la administración Biden-Harris y por lo tanto la candidatura de Kamala, de manera que le conviene más a su “interés nacional” una victoria de Donald Trump aunque recientemente haya dicho lo contrario. Por esa vía tiene más posibilidades de lograr una salida negociada y ventajosa para la imagen y los intereses de la Federación de Rusia. Además, Harris unifica la alianza occidental y la OTAN mientras que Trump tiende a dividir dicha alianza.

Ucrania

En lo que se refiere al presidente Volodimir Zelenski supongo que está más tranquilo con la eventual victoria de Kamala pero el realismo político le obligaría a acomodarse a la nueva situación si gana Trump.

Irán

En cuanto al régimen de Irán, nunca se ha llevado bien con Trump, sobre todo después del operativo estadounidense que en el año 2020 eliminó al General Qasem Soleimani, quién era la estrella militar máxima de Irán.

Asimismo en el año 2018, la administración Trump se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán y volvió a aplicarle fuertes sanciones. Pese a todo Teherán tiene una relación menos mala con la administración Biden, por lo que entre Kamala y Trump, le tienen mayor temor a Trump. Con los demócratas pueden conversar y negociar algunos temas, mientras con Trump ese camino se les cierra. Supongo que Masoud Pezeshkian, el nuevo presidente de Irán después del accidente en helicóptero de Ebrahim Raisi, dormirá más tranquilo si Trump pierde las elecciones.

Israel

Por otro lado, en cuanto a Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, ha tenido un sólido apoyo político, financiero y militar de la administración Biden desde los ataques del 07 de octubre de 2023 y sus respuestas en Gaza y ahora en Líbano y en otros frentes como el Yemen de los hutíes y el mismo Irán. En cuanto a Kamala es casada con un abogado judío y activista contra el antisemitismo, Douglas Emhoff. Además Kamala ha apoyado la política de Biden en Medio Oriente. Sin embargo ella ha mostrado estar matriculada con la solución de dos estados, es sensible a los temas de derechos humanos de la población civil en Gaza y sobre todo se preocupa de complacer a ciertos sectores jóvenes del partido Demócrata que son abiertamente simpatizantes de Palestina. Su posición es pro-Israel pero matizada.

En cambio Trump es más afín a Netanyahu. Recordemos que durante su administración trasladó la embajada de los Estados Unidos desde Tel Aviv a Jerusalén. En resumen, Netanyahu está bien con el gobierno de Joe Biden pero estaría mejor con Donald Trump de regreso a la Casa Blanca. Para ser fieles a la verdad a Trump se deben también los Acuerdos Abraham entre Israel y países árabes moderados.

En mi opinión muy personal Netanyahu gana con cualquiera de las dos opciones, pero ganaría más con un gobierno de Trump 2.0.

China

En cuanto a China, conforme a su estilo diplomático de experiencia milenaria jamás van a decir que tienen algún interés o favoritismo en las elecciones de los Estados Unidos, pero en mi modesta percepción y conocimiento de los temas asiáticos puedo asegurar que al jefe de estado Xi Jin ping le conviene más una victoria de Kamala Harris, es decir una derrota de Donald Trump. Sobre todo por la conocida política comercial proteccionista de Trump respecto a China, entre otros factores. Así también la comunicación con Washington ha estado abierta a través de Antony Blinken, de Janet Yellen, y del mismo Biden, aunque hayan tenido momentos de terrible enfrentamiento como cuando Nancy Pelosi visitó Taiwán. Con una segunda administración de Trump, la relación entre China y Estados Unidos volvería a los tonos de la Guerra Fría.

Corea del Norte

En cuanto a Corea del Norte, conviene recordar que Trump fue el primer presidente de los Estados Unidos en visitar tal país y reunirse con su “hombre fuerte” Kim Jon-un en la Zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas. Asimismo promovió y participó en la Cumbre Trump-Kim que tuvo lugar en Singapur el 12 de junio de 2018. La relación entre Estados Unidos y Corea del Norte fue relativamente buena para Kim durante la administración Trump. Luego se puede suponer que el jefe máximo de Corea del Norte estaría confortable con el regreso de Donald a la Casa Blanca.

Taiwán

En cuanto al gobierno del Partido Democrático Progresista (DPP) en Taiwán, celebrarían como si fuera una victoria propia el triunfo de Kamala Harris pero sin dudarlo un minuto darían la bienvenida y mandarían felicitaciones a Trump si fuera el ganador. El apoyo de los Estados Unidos a Taiwán es bipartidista y se mantiene independientemente de cual partido ocupe la Casa Blanca. Además el Congreso va a quedar distribuido entre demócratas y republicanos, ambos amigos de Taiwán.

BRICS

Finalmente cabe recordar que se aproxima la Cumbre de los BRICS en Hazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre próximo. Y es posible que de allí salga alguna señal sobre el proceso electoral en los Estados Unidos. Aunque dicho grupo es bastante diverso y heterogéneo y va a ser difícil que logren un consenso sobre ese tema.

Para finalizar aclaro que mi artículo es de percepciones y opiniones y obviamente no compromete a ninguno de los actores mencionados.

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