Fondos generacionales y una mirada a otros cambios necesarios en previsión social y política tributaria
Miguel Angel Rodríguez [email protected] | Lunes 16 octubre, 2023
El pasado miércoles 11 SUPEN y la Academia de Centroamérica realizaron un evento para presentar la propuesta de cambiar la operación del Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP) de un solo fondo a fondos generacionales.
La presentación la hizo la Superintendente Rocío Aguilar, luego hubo contribuciones de dos expertos mexicanos -uno del ente regulador y otro de una operadora- sobre la experiencia de su nación con este sistema y un intercambio que fue conducido por Ronulfo González entre doña Rocío, Ana María Brenes Gerente de la Operadora de Pensiones BAC San José y los dos expertos mexicanos.
Generosamente fui invitado a hacer el cierre del evento.
Estos son algunos de los conceptos que presenté sobre este cambio y sobre algunas reformas adicionales en las que debemos trabajar desde ya, gradualmente para acordarlas, aprobarlas y ejecutarlas, pero sin pausa para atenderlas desde ya.
¿Por qué pensiones?
Remediar la falla de mercado que se da por la fuerte preferencia que tenemos por el presente llevó a establecer los sistemas de pensiones. Este es un ejercicio de la solidaridad social que mejora la provisión de recursos para el ahorro y además evita imponer a las generaciones futuras la carga de velar por las personas que no pueden ya participar en la vida laboral.
Esta acción a pesar de su evidente necesidad no es fácil.
La tentación del presente es inmensa. Por eso para discernir adecuadamente el Papa Francisco en Evangelli Gaudium nos dice “Los ciudadanos viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo: el tiempo es superior al espacio” … “Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad”
Pero esa mirada al largo plazo es relativa a la situación inicial que va cambiando. Las circunstancias evolucionan, cambian la estructura etaria, la riqueza de la sociedad, el funcionamiento de los mercados financieros, nuestros conocimientos, e incluso los niveles de maduración de los regímenes de pensión.
Nosotros hemos vivido un intenso proceso de transformación de los sistemas de pensiones.
Pasamos de regímenes específicos para algunos trabajadores estatales, a un sistema de seguridad social con un fondo común de capitalización y prestaciones fijas para empleados formales no agrícolas que se fue extendiendo en su cobertura y terminó en un sistema de reparto. A ese sistema básico se adicionaron sistemas privilegiados para algunos sectores de trabajadores. Se estableció un sistema no contributivo para ancianos en pobreza. Con la Ley de Protección al Trabajador evolucionó al sistema multipilar que hoy tenemos al tiempo que han ido desapareciendo algunos de los regímenes de privilegio y otros se han ido moderando.
Hoy conocemos de una importante propuesta para continuar en este proceso evolutivo en busca de eficiencia, equidad, sostenibilidad financiera y de impacto positivo de la previsión social en el progreso de la sociedad.
Fondos Generacionales
Establecer un sistema de Fondos Generacionales es un importante paso en esta marcha continua por mejorar nuestra seguridad social.
Los Fondos Generacionales permiten establecer eestrategias de inversión ligadas al ciclo de vida. Así se establece una opción para proteger a las personas que estén cerca del retiro de eventos de mercado extremos y negativos siguiendo inversiones más conservadoras. A la vez se permite una estrategia de mayor riesgo a quienes son más jóvenes y tienen un horizonte mayor para acumular los recursos que fortalezcan su futura pensión. Los más jóvenes también tienen menos acumulación de ahorro en su cuenta personal y arriesgan menos con inversiones potencialmente más rentables, pero con mayor incertidumbre sobre sus resultados.
La presentación de SUPEN indica: “Las estrategias de inversión en función del ciclo de vida de los afiliados tienen como objetivo fundamental incrementar la tasa de reemplazo a través de un proceso en donde las generaciones más jóvenes pueden asumir más riesgo a partir de inversiones en renta variable que, en principio son más volátiles en el corto y mediano plazo, pero que en el largo generan mejores rendimientos. Conforme la cohorte etaria envejece, el fondo irá variando la estrategia de las inversiones, aumentando progresivamente la inversión en renta fija con el fin de: i. preservar el capital de los afiliados prontos a pensionarse o de los ya pensionados; y, ii. cumplir con el objetivo de rentabilidad y de tasa de reemplazo que sean declarados por el administrador del fondo de pensión.”
No puedo estar más de acuerdo con estos objetivos. Los estudios de SUPEN señalan entre un 5 y un 15 % de crecimiento del patrimonio acumulado por los beneficiarios del sistema y por ende en la tasa de retorno, según distintas alternativas del comportamiento futuro de la economía y las finanzas.
Pero desde mi posición de no especialista sino simplemente apasionado defensor de la libertad y fraternidad de todas las personas, de la seguridad social y de la creatividad de las iniciativas individuales, me atrevo a plantear tres observaciones.
Primera: Les solicito estudiar si no sería preferible que no se produzca simultáneamente el paso de todas las personas nacidas en un mismo decenio de un fondo generacional al siguiente, sino que se dé individualmente según la fecha de nacimiento de cada persona. Esto evitaría afectar con grandes movimientos de ajuste de los portafolios de las operadoras un mercado bursátil tan pequeño y frágil como el nuestro. Lo que SUPEN plantea es que la transición se puede hacer gradual si los operadores van adaptando cada fondo generacional poco a poco a las condiciones del escalón siguiente. Pasar a las personas según su fecha de nacimiento simplificaría este proceso y las estrategias de inversión.
Segundo: Estudiar como dotar de mayor flexibilidad a las personas para que puedan escoger las características agresivas, moderadas o conservadoras del fondo generacional al que desean pertenecer. Cada persona conoce mejor que los operadores del sistema sus planes de retiro, y tiene una evaluación diferente del valor de su ocio y de su trabajo, y por consiguiente de su mejor plazo para el retiro. La propuesta de SUPEN ya contempla que se pueden pasar de fondo generacional al inmediatamente anterior o al inmediatamente superior una vez cada cinco años. ¿Es eso suficiente?
Tercero: Tanto en la comparación con el resto de América Latina, como en la comparación con la OCDE, nuestras operadoras han logrado muy buenos retornos a lo largo de toda la historia posterior a la Ley de Protección al Trabajador. También es evidente que operadoras con estrategias diferenciadas le dan significado a la competencia y a la libertad del afiliado a moverse de pensión. Por esas razones, aunque ciertamente debe haber una regulación sobre cómo se manejan las carteras de distintos perfiles o generaciones, debe haber suficiente libertad para las operadoras para buscar el mejor desempeño para sus clientes. ¿Es adecuado lo que se plantea? ¿Debe regularse tan detalladamente la modificación de los diferentes segmentos generacionales desde ahora para cuando vaya avanzando el uso de este nuevo sistema de inversión?
Otras reformas a nuestra seguridad social
No puedo dejar pasar esta oportunidad sin hacer un breve comentario sobre futuras reformas a nuestra seguridad social en las cuales debemos seguir trabajando.
Reformas que debemos atender en virtud de la transformación demográfica que de manera tan drástica estamos viviendo, de la desprotección de los trabajadores informales, de las dificultades presentes y futuras de empleabilidad, de la situación actuarial de los regímenes básicos de pensión (IVM, Capitalización del Magisterio y del Poder Judicial) y de los efectos perversos para el crecimiento y para la justicia de hacer recaer sobre los salarios el financiamiento de la lucha contra la pobreza y de todo el costo de la equidad de la previsión social.
Reformas para aumentar la pensión del ROP
En primer lugar, con relación al propio ROP algunas medidas pueden fortalecerlo para incrementar la pensión complementaria:
1.- Eliminar los 18 meses de peaje por el Banco Popular de los recursos destinados al FCL y al ROP, no es suficiente con que ahora el Banco Popular -que está de sobra capitalizado- pague un interés por ese peaje.
2.- Trasferir al ROP de cada trabajador el aporte de 0,25% de los salarios a cargo de los patronos que sigue operando para capitalización del Banco Popular.
3.- Destinar integralmente al ROP al cabo de 5 años los recursos no usados para cesantía del FCL.
Estas medidas mejorarán el monto de las pensiones complementarias para que compensen la disminución de las de IVM, que fue el objetivo para el cual fueron creadas.
Con estas reformas la tasa de retorno del ROP según un simple cálculo usando la regla de tres, podría aumentar en unos 4 puntos porcentuales. Esto es muy considerable en favor de los futuros pensionados.
Reformas a los regímenes básicos: IVM, Capitalización del Magisterio y Poder Judicial
Con respecto a los regímenes básicos de pensión:
1-. Aprobar el proyecto de ley “Mismo patrón, igual contribución, Equidad contributiva patronal en regímenes básicos de pensiones” que se encuentra en trámite para gradualmente igualar la contribución del estado como patrono a los tres sistemas básicos.
2.- Establecer gradualmente en los tres sistemas básicos una edad de retiro determinada por la esperanza de vida. La vida previsible para nuestros habitantes seguirá aumentado según todas las previsiones, y debemos evitar una difícil decisión de aumentar la edad de retiro cada pocos años.
3.- Sujetar el régimen de IVM a la supervisión técnica de la SUPEN. Esto nos evitaría las graves y negativas sorpresas que cada tantos años experimentamos
4.- Al tiempo del retiro permitir que si se opta por una jornada de trabajo de medio tiempo se pueda también recibir una media pensión y se siga acumulando beneficios para la otra parte de la pensión. Debemos adaptarnos a cambios culturales necesarios ante los cambios en la esperanza de vida, la salud futura de las personas mayores de 65 años y las nuevas condiciones, demandas y posibilidades de trabajo.
Pensión Básica Universal
Finalmente establecer la Pensión Básica Universal.
Esta es la mayor transformación que creo se debe ya considerar.
Varios lo hemos venido planteando como una idea para la gran transformación siguiente de nuestro sistema previsional que además requiere una importante reforma tributaria.
La Sra. Superintendente Rocío Aguilar lo ha propuesto recientemente en un proyecto de Ley a la Asamblea Legislativa.
Tal como yo lo vislumbro sería establecer una pensión igual para todos los habitantes con un determinado tiempo de vivir en el país, que lleguen a la edad de retiro, la que sería determinada de conformidad con la esperanza de vida. Sería una pensión automática que eliminaría el Régimen no Contributivo, y cubriría el pago inicial de las pensiones de los regímenes básicos. Estos empezarían a cubrir a partir del monto de esa pensión.
El nuevo sistema multipilar estaría integrado por los regímenes básicos, por la pensión básica universal, por el régimen obligatorio de pensiones complementarias y por las pensiones complementarias.
Reforma Tributaria, informalidad y lucha contra la pobreza
Para evitar la creación de informalidad y la injusticia en el mercado laboral, la Pensión Básica Universal se financiaría con recursos del gobierno que no se cargarían como un costo sobre los salarios.
Con esa misma finalidad, al mismo tiempo se eliminaría el impuesto sobre los salarios destinado a financiar FODESAF, el Fondo de Desarrollo Social que apoya las instituciones sociales y la lucha contra la pobreza.
Parte de los recursos del estado para atender estos egresos provendrán del ahorro que va provocando el cierre y los cambios que ya se han introducido a los sistemas de pensiones diferentes de los regímenes básicos con cargo al presupuesto. También del ahorro que se daría con la convergencia del aporte del estado como patrono al mismo porcentaje del que realiza a IVM.
Es muy posible que esos recursos no serían suficientes para una pensión básica universal acorde a nuestro grado de desarrollo y a las demandas de la fraternidad.
Eso demandaría una reforma tributaria que debería aprovecharse para disminuir la carga sobre las empresas, y buscar mayor equidad con un sistema de renta global sin tarifas diferenciadas para diferentes fuentes de ingresos. Incluso sería una buena ocasión paraque se analicen de verdad y transparentemente las ventajas y los inconvenientes de migrar a un sistema de renta territorial.
Claro que son palabras mayores. Pero las transformaciones y las demandas que estamos viviendo las ameritan, y evidentemente deben ser acordadas con gran participación ciudadana, y deberán ser aplicadas gradualmente.
Cambios culturales para la tercera y cuarta edades
Todas estas transformaciones se darían al tiempo que se prevén cambios culturales provocados por la prolongación de la vida y la menor proporción de personas en las actuales edades laborales. Esos cambios nos afectarán muy especialmente a los viejos, y nuestros aportes a la sociedad volverán a ser valiosos y apreciados.
El cuido y la formación de bebés, infantes y jóvenes, e incluso el de otras personas adultas mayores podrá enriquecerse con nuestra contribución.
No todas las personas adultas mayores tienen el regalo del que muchos disfrutamos de ser abuelas y abuelos, pero por todas se puede aplicar esta bella oración que escribió Benedicto XVI:
“Señor Jesús…Mira con amor a nuestros abuelos de todo el mundo. Protégelos: son fuente de riqueza para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad. Sostenlos: también en la vejez continúan siendo para sus familias pilares fuertes de fe evangélica, custodios de los nobles ideales de la familia, tesoros vivientes de sólidas tradiciones religiosas. Haz que sean maestros de sabiduría y de valores, que transmitan a las generaciones futuras los frutos de su experiencia humana y espiritual”. Y yo agrego: “y que su trabajo sea de gran beneficio para su felicidad y la de todas las personas”.
La atención de nosotros los de la tercera edad deberá enfocarse más creativa y productivamente en trabajos, transmisión de valores, atención a nuestros semejantes y no solo en entretenernos, en ponernos a bailar y en enseñarnos manualidades.
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