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COLUMNISTAS


…Festival anual de colesterol

Iris Zamora [email protected] | Lunes 11 julio, 2016



Si alguna vez andan por San Ramón, les recomiendo los “chicarrones borrachos” se acaban de inmediato…

…Festival anual de colesterol

San Ramón amaneció frío, “enneblinado”, la nostalgia acompañó el día… Al costado sur del Parque Alberto Manuel Brenes, la esquina por la que decidí que transitaría para ir al mercado, para ir al “Centro Regional de la UCR”, para ir a tomar buses, apenas era perceptible. Don Alfredo Salazar tuvo ahí, su tienda… Su voz, profunda, fuerte, alguna vez preguntó qué estudiaba. Cuando le mencioné que periodismo, me preguntó: “¿Y eso es una profesión? ¿No es peligroso andar averiguando cosas? Tengo la impresión que no se hacen ricos”… Don Alfredo tenía razón.
Inventé la celebración del “Festival del Colesterol” para promover la irreverencia entre mis sobrinas, y sobrinos. Con mis hermanos no tengo que hacer ningún esfuerzo; pero sus esposas han instaurado ¡la dictadura de la “comida sana”...! ¡Correspondía liberarlos!
La primera ocasión los rostros de mis cuñadas palidecieron. El entrecejo se frunció. Dejaron de sonreír, algo les murmuraron a mis hermanos… pero en mi casa, “¡las reglas cambian!”. La primera vez fueron decenas de kilos de un enorme cerdo que convertimos en carne ahumada, piernas al horno, chicharrones, frito, tamales, no sé cuántas cosas más. Con el tiempo lo han tolerado, aunque no renuncian a exigir “moderación”. El primer “Festival de Colesterol” marcó un encuentro que aun celebramos. Este sábado, fue un himno a las grasas saturadas y azúcares…
La neblina aumentó, apareció un leve “pelillo de gato”. Frente al emblemático templo de la Iglesia católica, escuché la voz de Yolanda Dacknner. Casi una hora tardamos en recorrer 300 metros…
Comentamos sobre los arreglos a la losa de los jardines del Templo, que ya no son jardines, discutimos sobre nuestras hipótesis de los Festejos Patronales. Observamos que una persona pequeña estaba barriendo el parque, recordamos a Tuto, quien hace muchos años también hizo esa labor. Nos encontramos con doña Arabela Badilla, nuestra profe de matemáticas. Cariñosa nos atrajo a su pecho, llamándonos “mis chiquitas”. Coincidimos, fue una profesora fantástica, nos provocó el deseo por la disciplina, el rigor y la aventura de aprender.
Yolanda me recomendó de Octavio Paz, “Las trampas de la fe” trata sobre la irreverente Sor Juana Inés de la Cruz. Nos despedimos diagonal a ALARSA… El “pelillo de gato” se convirtió en lluvia discreta. Pasé por la antigua ferretería de Macho Mora, diagonal a la Tienda de Negro Jiménez, casi al lado de la Tienda de don Wagib y doña Carmen… En el Mercado, ¡chicharrones!, en el tramo de los Bogantes. Si alguna vez andan por San Ramón, les recomiendo los “chicarrones borrachos” se acaban de inmediato…
…Siempre al llegar a La Cima, tengo la certeza de que nada malo me ocurrirá. Es que, estoy en San Ramón. Donde el pasado, el presente, están en sincronía perfecta.
La excusa para encontrarnos, abrazarnos, reírnos, disentir sobre educación dual, fue el Festival de Colesterol. Sé que mis sobrinos lo celebran con secreta complicidad, lo sé… por lo prolongado de sus abrazos, y sus besos (es la reacción propia de los liberados).
 

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