Festival Académico
Arnoldo Mora [email protected] | Viernes 26 junio, 2015
Festival Académico
Si bien el título hace recordar la Obertura de Brahms, esta vez me sirve para calificar la celebración que, al asumir Alberto Salom la Rectoría de la UNA, tuvo verificativo en el Palacio de los Deportes de Heredia. La ceremonia de juramentación se llevó a cabo ante un numeroso público, tan respetuoso como entusiasta. Merecen destacarse entre los presentes, no solo las autoridades académicas y los rectores de CONARE, sino también personalidades políticas como el Presidente, la Ministra de Educación y representantes del cuerpo diplomático. No es frecuente que esto suceda en una ceremonia de esta naturaleza. Creo que eso se debe al creciente papel que juegan las universidades. El debilitamiento del centralismo estatal ha hecho que las instituciones descentralizadas o de la sociedad civil (medios de comunicación y redes sociales, cámaras patronales, sindicatos, organizaciones deportivas y culturales, etc.) jueguen un papel que rebasa su especificidad. Es una muestra de que, sin haber sido reconocida constitucionalmente, de hecho la sociedad, en virtud de su dinámica, está pasando de una democracia representativa y vertical a una directa y participativa. El estilo tan espontáneo del Presidente y de la Primera Dama, que los lleva a mezclarse con la gente sin mucho protocolo, da muestras de que asumen con simpatía esta “revolución política”.
Merecen destacarse los discursos del nuevo rector y el del Presidente. En cuanto al primero, señalo el énfasis en una concepción epistemológica nueva de lo que deben ser las ciencias y su enseñanza. Debe haber un enlace entre las diversas disciplinas y sus metodologías específicas que incida en el curriculum de las carreras. Las especialidades, cada vez más profundas, no deben convertirse en túneles sino asumir creativamente los aportes, tanto teóricos como aplicados, de otros los saberes. La universidad pública se destaca por hacer énfasis en la investigación ligada al estudio del saber reconocido y a la lúcida conciencia de la problemática y de los desafíos de nuestro país y de nuestra región. A eso se refería el Rector Salom cuando hablaba de la idea de UNIVERSIDAD NECESARIA que inspiró al P. Núñez desde la creación misma de la UNA en 1973.
Todo lo cual me tocó a mí muy de cerca. A solicitud de Benjamín, Don Pepe me nombró en la Comisión ad hoc, que tenía como misión organizar la UNA. Me sentí muy honrado cuando el Rector Salom me mencionó como fundador de dicha universidad. Al lado del P. Núñez di una lucha filosófica y política a fin de desarrollar esa concepción de universidad inspirada en las ideas del gran sabio brasileño Darcy Ribeiro, aplicada a la realidad costarricense. Hoy veo con gran satisfacción cómo Alberto hace de estas ideas el meollo central de la concepción de universidad que con su muy sabiamente escogido gabinete se propone impulsar.
Se trata de un retorno al pasado con una mirada optimista hacia el futuro teniendo en mente inspirar a esa juventud que desde la ciencia lo revoluciona todo.
Las palabras del Presidente demostraron su voluntad de apoyar a las universidades públicas. Eso se debe tanto a que ahí está su hábitat profesional como su lucidez en reconocer el carácter imprescindible de las universidades públicas en la construcción de un país no solo más moderno, sino también más justo y democrático.
Definidamente asistimos a un festival académico.
Arnoldo Mora
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