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Exigencias en construcción costarricense hacen la diferencia

Redacción La República [email protected] | Viernes 09 enero, 2009




País goza de garantía en edificaciones gracias a rigurosidad del Código Sísmico
Exigencias en construcción costarricense hacen la diferencia

• Expertos: “Cumplimiento de normas, única forma de prevenir tragedias mayores”

Ernesto José Villalobos
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En 1974 los ingenieros costarricenses concluyeron un proceso que permitió la entrada en vigencia, de un legajo que comprendía normas básicas para garantizar la calidad de las construcciones.
Doce años más tarde y luego en 2002, los mismos profesionales se encargaron de actualizar el llamado Código Sísmico de Costa Rica (CSCR) que se mantiene vigente al día de hoy.
Precisamente la aplicación de este código, es lo que hace la diferencia entre lo resistentes que se han mostrado las edificaciones nacionales ante sismos de magnitud elevada, comparadas con casas y otras edificaciones en países cercanos y de latitudes alejadas.
En 2008, El Salvador vio como 300 casas fueron destruidas por un temblor de 6,5 grados en la escala de Richter. El episodio cobró al menos veinte vidas, que quedaron bajo piedras y bahareque utilizados para construir viviendas.
En Indonesia, este mes de enero cuatro personas fueron encontradas fallecidas entre los escombros de las edificaciones de barro y madera, tras un temblor de siete grados.
“Aunque en Costa Rica es necesario hacer modificaciones en algunos edificios públicos, para mejorar sus condiciones antisísmicas, se puede decir que la forma en que se construyen nuestras casas y edificios es muy segura”, sostuvo Roy Acuña, presidente de la comisión que actualmente revisa el CSCR, cuya actualización estará siendo publicada en los primeros meses de 2010.
Un ejemplo de los esfuerzos que se llevan a cabo en el país, es la inversión de más de $190 millones que tiene proyectada la Caja Costarricense del Seguro Social, para poner a tono los hospitales públicos.
Muestra de lo anterior es el reforzamiento que ya se hizo al Hospital México; este permite garantizar la permanencia del personal y de los asegurados, en sus instalaciones.
Dentro de las principales exigencias del Código Sísmico vigente, está la utilización de vigas y placas antisísmicas, que permitan una oscilación de los inmuebles que garantice su resistencia a los movimientos telúricos.
Asimismo, el código señala la necesidad de evitar construir paredes de más de siete metros de luz (sin columnas), contando con reforzamientos de varillas de acero y las denominadas vigas corona.
“El código facilita a los profesionales una lista de las normas a seguir, las cuales deben ser siempre supervisadas, el cumplimiento de estas es la única garantía frente a eventos fuertes”, finalizó Acuña.






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