Fumar debe restringirse a lugares privados, propone diputado
¿Es necesario prohibir el consumo de cannabis en lugares públicos?
Multa por infligir la ley oscilaría entre ¢129 mil y ¢862 mil
Jeffry Garza [email protected] | Jueves 26 septiembre, 2019
Probablemente, sea usual para usted ver que alguien encienda un cigarrillo de marihuana en la calle y siga su camino mientras lo fuma, esto no es ilegal.
Incluso, es permitido que esa persona fume en una parada de bus, pero sería muy diferente si en lugar de un puro de marihuana, se tratara de un cigarrillo de tabaco.
Si un costarricense fuma tabaco en lugares públicos como parques o escuelas, se expone a una multa de entre ¢36 mil y ¢3,6 millones, por lo que Érick Rodríguez, diputado independiente, quiere equiparar las condiciones del consumo de cannabis con las del tabaco.
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Esto lo propone a través de un proyecto de ley que prohibiría el consumo de cannabis en sitios públicos por considerar que su humo es tan nocivo como el del tabaco.
No se podría consumir esta droga en cualquier sitio público como hospitales, centros de salud, oficinas de trabajo, instituciones públicas, escuelas y colegios, cárceles, casinos, clubes nocturnos, bares y restaurantes, entre otros.
Se restringiría fumar cannabis incluso en vehículos particulares, limitando su consumo a la esfera privada.
El proyecto multaría con un 30% de un salario base a quien no acate lo dispuesto en la ley, que en la actualidad corresponde a ¢129.300.
También, se sancionaría con un 45% (¢194 mil) de un salario base a las instituciones públicas y empresas que no adviertan de la prohibición de fumar cannabis en sus locales, y con dos salarios base (¢862 mil) a aquellas que consientan voluntariamente el consumo de dicha sustancia.
Lo recaudado por las multas iría a la Caja del Seguro Social, al Ministerio de Seguridad Pública y al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia.
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La iniciativa nació de la molestia que presentaron algunos alumnos de la Universidad de Costa Rica de que compañeros fumaran en zonas públicas pero, al no ser tabaco, había vacíos en el abordaje de la situación, explicó Rodríguez.
Aunque el proyecto pondría las mismas reglas para el tabaco y la marihuana, el diputado independiente no niega las propiedades curativas del cannabis, pero en su opinión, el fumado es otra historia.
Por otra parte, colectivos a favor del consumo del cannabis, como la Fundación Cannábica Americana, alegan que debería publicarse un reglamento para determinar en cuáles lugares debería consumirse marihuana.
“No es necesario un proyecto de ley para regular el consumo, lo que hace falta es regular la industria”, dijo Gerald Murray, CEO de Vertical CR, empresa dedicada a la promoción de productos medicinales a base de cannabis.
En este momento, hay una iniciativa de ley en el Congreso impulsada por la legisladora Zoila Rosa Volio, de Integración Nacional, para crear un mercado regulado de cannabis, pero está estancado, al igual que otro proyecto que propuso en la administración anterior Marvin Atencio, exdiputado de Acción Ciudadana.
¿ES NECESARIO?
El consumo de marihuana está despenalizado en Costa Rica, pero no se regula, como sí pasa con el tabaco.
Sí
Érick Rodríguez
Diputado
Independiente
Conozco estudios que demuestran con evidencia que el humo de la marihuana es tan dañino
como el del tabaco; la discusión sobre su uso medicinal es tema aparte.
Yo, como otros ciudadanos, tenemos derecho a un ambiente libre de humo, y el proyecto no solo pretende eso,
sino también desincentivar el consumo de esta droga, cuya edad de inicio es cada vez más baja cada año.
No
Gerald Murray
CEO
Vertical CR
No es necesario un proyecto de ley para regular su consumo, lo que hace falta es regular
la industria y eso le corresponde a Casa Presidencial, al Ministerio de Salud e incluso a los diputados,
creando eso sí, una regulación que beneficie a todos, desarrollando la industria del cannabis medicinal.
En cuanto al consumo, lo que hace falta es un reglamento que delimite donde se puede fumar o no; los
diputados no deberían de buscar vías para reprimir un derecho reconocido ya por la Constitución.