Enrique Sánchez: Terapias de conversión sexual provocan odio y rechazo a sí mismo
El presidente Rodrigo Chaves se expresa con ignorancia y homofobia sobre este tema, según experto en derechos humanos
Esteban Arrieta [email protected] | Lunes 11 marzo, 2024 08:09 a. m.
El objetivo de las terapias de conversión sexual no es otro que provocar en la persona odio y rechazo a sí mismo, a quien ama y hacia su identidad sexual, según Enrique Sánchez, representante de Inclusive, una empresa que asesora y acompaña a las organizaciones en su meta por ser inclusivas, diversas y equitativas.
A través de técnicas que han sido calificadas como torturas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los grupos conservadores ponen en riesgo la salud física y mental de las personas que son sometidas a estos supuestos tratamientos e incluso, algunas personas terminan suicidándose.
El descrédito, deshonra y humillación, uso de descargas eléctricas y drogas que inducen al vómito durante la exposición a material homoerótico y violaciones “correctivas”, son algunas de esas técnicas que deben prohibirse en Costa Rica, según Sánchez, quien también fue diputado en el Congreso anterior.
¿Por qué urge prohibir las terapias de conversión sexual?
Las terapias de conversión han sido catalogadas como una forma de tortura por diferentes organismos de derechos humanos a nivel internacional, por el Colegio de Psicólogos de Costa Rica y por la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, un informe de un experto independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre orientación sexual e identidad de género determinó una serie de abusos físicos, psicológicos y hasta sexuales a los que son sometidas las personas en estas terapias, generando graves repercusiones en su salud física y mental.
El objetivo de la terapia de conversión sexual es provocar en la persona odio y rechazo a sí mismo, a quien ama y hacia su identidad.
Por supuesto, esto genera un gran rechazo y tiene consecuencias muy graves que pueden culminar con un suicidio.
¿Qué opina de lo manifestado por el presidente Rodrigo Chaves en torno a este tema?
El mandatario hace gala de su habitual ignorancia en esta materia. Es una posición basada en prejuicios, pero también en mucha homofobia.
Es claro que hay desinterés, desconocimiento, desprecio por las personas, cuando ni siquiera tiene la delicadeza de consultar a personas expertas, de estudiar y dar una posición basada en la ciencia, lo cual, también es congruente con la tradición y los derechos humanos que Costa Rica defiende y que además le corresponden a un presidente.
Los opositores al plan consideran que es una ley mordaza, ¿qué opina?
Los que quieren oponerse al plan son los mismos que durante años bloquearon la ley de penalización en contra de la violencia hacia las mujeres, son los mismos que intentaron que no se aprobara la ley de relaciones impropias para proteger a las personas menores de edad, son los mismos que intentaron bloquear los crímenes de odio y son los mismos que, si tuvieran la oportunidad, hoy se opondrían al voto de las mujeres.
En fin, son sectores que no están solo en Costa Rica, sino que son sectores coordinados por derecha y derecha ultraconservadora en Estados Unidos. Ellos no están reclamando la libertad de expresión y de decidir, sino el privilegio que han tenido siempre de discriminar y de torturar a las personas LGBTIQ. Eso es lo que reclaman.
¿Cree usted que al fin existe la voluntad política para que se apruebe el proyecto que prohíbe las terapias de conversión?
Yo espero que exista la voluntad política.
Recordemos que el plan fue dictaminado en junio de 2019 y desde entonces intentamos ponerlo en la agenda de plenario y siempre fue bloqueado por los mismos de siempre.
Dependerá de los partidos si en esta ocasión el resto de partidos se colocarán del lado de los derechos humanos. Para ello, deben unirse varios partidos.
En lo personal, ¿le ha tocado atender casos de abusos relacionados con las terapias de conversión?
Conozco varias personas que fueron sometidas a terapias de conversión. He trabajado con ellos para una investigación que realizó el medio internacional Open Democracy, que luego terminó en un proceso interno en Costa Rica contra varios psicólogos en nuestro país. También, para una serie de reportajes de la radio de la UCR.
En todos los casos, hubo un denominador común, que fue el reconocer las terapias negativas para esas personas, ya que muchas de ellas llegaron a odiarse y hasta tratar de quitarse la vida por el autorechazo que les hicieron sentir. Muchas logran revertir estos procesos e iniciar una vida de plenitud, reconociéndose como son, pero también hay casos lamentables de muchos que no lo logran y se mantienen con una sensación de odio a sí mismas, o incluso, prefirieron quitarse la vida.
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