Enfermedades del corazón provocan dos millones de muertes anuales en el mundo

Las enfermedades asociadas al corazón, son la principal causa de muerte en la región de las Américas; así lo indica la Organización Panamericana de la Salud, quien recalca que al año estas cobran la vida alrededor de dos millones de personas.

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Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, la hipertensión afecta al 28% de las mujeres y al 43% de los hombres, esto de acuerdo con los datos de la red NCD Risk Factor Collaboration, por lo que hace un llamado a las personas para que se realicen chequeos médicos antes de los 30 año, esto con el objetivo de prevenir padecimientos e incluso la muerte.

“Si un paciente tiene historial familiar con enfermedades deberá visitar al médico desde los 20 a 30 años y si no tiene perfil de alto riesgo sería recomendable que a los 35 pueda empezar, sobre todo en los hombres, que son los que más expuestos están, queremos hacer un llamado a esos pacientes para que tengan prevención primaria cardiovascular, la cual busca evitar que sufran de un derrame, un infarto, insuficiencia cardiaca, problemas de circulación en las piernas, colesterol, obesidad”; expresó Andrés Ulate, médico cardiólogo.

Los jóvenes no ven importante hacerse chequeos, por lo tanto, poder eliminar estos paradigmas es de suma importancia para conseguir salvarlos inclusive de la muerte, más si tiene antecedentes familiares, ya sea un infarto en un padre, alguien que haya tenido muerte súbita o con una miocardiopatía hipertrófica, ya que es un padecimiento hereditario donde el tamizaje debería empezar incluso en la adolescencia, explicó Ulate.

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La realización de exámenes como perfil de lípidos después de los 20 años, glucosa en ayunas y medición de la presión arterial, además dependiendo de los factores de riesgo, realizarse electrocardiogramas, pruebas de esfuerzo, ecocardiograma puede ayudar a su salud.

“Existen varias pruebas de laboratorio que juntas o por separadas le pueden ayudar a conocer su estado de salud. Sin embargo, lo recomendado es que exista tanto una evaluación en el laboratorio como una evaluación física del paciente, que en conjunto le puede arrojar a mejores decisiones clínicas"; recalcó el especialista.