Emblema a la virtud
Candilejas [email protected] | Viernes 18 septiembre, 2020
Sacando ventaja de la revolución en Nicaragua, William Walker llega a ese país en 1855 con planes de invasión mercenaria.
Seguidor de la doctrina estadounidense llamada “Destino Manifiesto”, de origen divino para unos e intenciones esclavistas para otros, Walker pretendía extender la esclavitud en nuestros países.
Valiente ante la amenaza, el 1 de marzo de 1856, el Presidente de Costa Rica, Juan Mora Porras, declara la guerra e inicia la heroica Campaña Nacional.
Las luchas emprendidas, inicialmente por los costarricenses contra los filibusteros, quedaron plasmadas en una obra de bronce: nuestro Monumento Nacional.
A pesar de que el Presidente Mora Porras decretó su construcción desde 1857, pasaron 31 años para que el Presidente Bernardo Soto Alfaro decidiera hacer realidad este decreto durante su segundo Gobierno en 1888, y dos años más para que, Manuel María Peralta, embajador en Europa, encargara su elaboración al escultor francés Louis Carrier Belleuse.
Se inaugura un 15 de septiembre de 1895, hace 125 años, en un marco de tres días de fiesta nacional.
Annie Lemistre Pujol ha escrito que la espera se debió a un “discreto silencio oficial” ante el heroísmo de Juanito Mora Porras.
La escultura que representa a el Salvador ha servido como discusión sobre si es leyenda o realidad que el escultor francés Auguste Rodin es su autor. Foto: Gerson Vargas / La República
Las mujeres de la escultura representan a las cinco Repúblicas centroamericanas que lucharon para arrojar de sus territorios a los filibusteros. Esa unión dio frutos.
Tras una claudicación negociada con Estados Unidos, Walker abandona el istmo para luego regresar con iguales intenciones.
Es capturado en Honduras el 12 de septiembre de 1860. Dos ráfagas de balas y una de gracia lo fusilan. Con este plomo los centroamericanos obtenemos la victoria hundiendo aquella ideología esclavista.
Así, en el Monumento, la mujer que nos representa es culto a la maternidad, “el desnudo busto femenino es símbolo de lactancia, de la madre”, explica el promotor cultural del Museo Histórico Juan Santa María, Adrián Cháves y agrega: “porque la República es la Patria y es madre, a quien se defiende hasta la muerte”.
En la escultura, Costa Rica sostiene a Nicaragua con el rostro oculto tras un velo, como símbolo de que su suelo fue violado por los “esclavistas”.
En la base de la obra está la “muerte”, ubicada a los pies de la República victoriosa: es un hombre semidesnudo, sin vida, símbolo de los filibusteros derrotados.
Las mujeres esculpidas encarnan “los ideales de la libertad”, asegura la autora Annie Lemistre Pujol.
La obra es inaugurada con gran pompa en 1895 por el Presidente Rafael Yglesias. Se colocó en el Parque Nacional, según la investigadora Patricia Vargas Fumero, como indicación de que el “Estado Liberal costarricense logró seleccionar y organizar la simbología nacionalista en función de sus intereses…de nuestra nacionalidad”.
Invitación enviada por el Gobierno de Rafael Yglesias para develizar el Monumento Nacional en 1895. / Cortesía del Museo Juan Santa María
“En la escultura, los elementos de composición se volverán fundamentales del simbolismo republicano donde se explotará la temática del sacrificio colectivo por la patria”, dice el historiador Leonicio Jiménez Morales.
En ese sentido, nuestro emblema nacional tendría significado virtuoso en palabras del filósofo J.J. Rousseau: la “virutd”, es entendida como la “entrega del hombre por sus semejantes, y del ciudadano por su Patria”.
En el paisaje urbano del Parque Nacional se concentraron solo “símbolos de historia y conocimiento”, una “planificación del nacionalismo”, cuenta Adrián Cháves.
Quizá lo anterior explica la marcada división Iglesia-Estado por los liberales del fin del siglo XIX.
Hoy, siguen ausentes los templos en la zona inmediata, resurgiendo en la pirámide de bronce la madre Patria, sosteniendo nuestra bandera, nuestra libertad, simbólicamente representada en el gorro frigio que corona su cabeza.
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Carmen Juncos Biasutto y Ricardo Sossa Ortiz
Editores jefes y Directores de proyectos
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*Fuentes:
Fumero Vargas, Patricia. El Monumento Nacional.1998. / Lemistre Pujol, Annie. Dos bronces conmemorativos…. .1988. / Rousseau, J.J. Discours sur l´origine et les fondements de l´inégalité parmi les hommes. 1992.
Recuperado de: Simbología oculta ¿Inspiración francesa?