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COLUMNISTAS


El discurso del Presidente

Leiner Vargas [email protected] | Martes 13 mayo, 2014


Seguiré vigilante con racionalidad y pragmatismo, como suele ser el criterio de un buen economista


Reflexiones

El discurso del Presidente

Cómo académico he de reconocer que el discurso presidencial del pasado 8 de mayo fue bien preparado, afinado y representa la lucidez de lenguaje de un Presidente que marca un estilo claro en términos de su comunicación con la ciudadanía.
Su capacidad para trasmitir ideas y sobre todo, amplio conocimiento de la historia y del uso de la palabra, como instrumento de inspiración hacia el ser humano, quedaron en evidencia en su magistral exposición.
El discurso destacó la emotividad y el llamado al corazón de los y las costarricenses, a las emociones y los sentimientos, más que a la razón y la racionalidad.
En lo sustantivo, el Presidente 47, fijó sus prioridades con claridad, elemento que se define con el énfasis de gobernante, más que con el entusiasmo del político eufórico de la campaña o del día de la victoria.
En esta metamorfosis del político a Presidente, orienta claramente los énfasis de su gobierno, la transparencia, el diálogo y el combate frontal a la corrupción en el sector público y su referente en la esfera privada.
Marca las definiciones prioritarias en la educación, la salud y el sector productivo, con énfasis en turismo y sector agropecuario.
Si bien describe bastante bien las contradicciones del modelo de crecimiento existente, poco se devela en su discurso del, ¿cómo abordar el cambio del mismo? La deuda al respecto queda pendiente en la identificación de las metas concretas de ¿cómo crecer más?, ¿cómo distribuir mejor? y sobre todo, ¿cuánto de eso se traducirá en mejor calidad y cantidad de empleos para los y las costarricenses?
Deja en el camino tres promesas fuertes de su campaña, tal como fueron, el elevar la inversión en ciencia y tecnología al 1% del PIB, elevar el presupuesto en deportes al 1% del PIB y la eliminación de la pobreza extrema.
Tampoco anticipa criterio sobre su política salarial y no hace referencia a políticas de vivienda. No hace una referencia clara a la seguridad ciudadana, tampoco menciona en su discurso la cultura o el deporte como parte de sus prioridades.
El presidente 47 hace un llamado tímido a la negociación de un acuerdo nacional para resolver lo que ahora considera como el principal reto, el déficit fiscal del 6% del PIB.
Su principal instrumento mencionado será, el de favorecer una reducción de la evasión y atacar la corrupción en el ámbito público, sin fijar metas cuantitativas.
Me llamó en especial la atención que no mencionara en su discurso el Plan Rescate. Siendo un especialista en política exterior, dejó un vacío sobre temas como su política exterior, la seguridad ciudadana y particularmente, el papel de Centroamérica.
Soy optimista, como cada cuatro años, ante las promesas de cambio y confío en que la inteligencia y la sabiduría llenarán el camino de nuestros gobernantes, pero por si acaso, seguiré vigilante con racionalidad y pragmatismo, como suele ser el criterio de un buen economista.

Leiner Vargas Alfaro

www.leinervargas.com


 

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