"El agua nos llegó al cuello": Rocío Aguilar
Oscar Rodriguez [email protected] | Martes 17 abril, 2012
Nadie quiere hacer nada en gasto público, dice contralora
“El agua nos llegó al cuello”: Rocío Aguilar
Urge revisar a fondo incentivos salariales a burócratas
El despilfarro en el gasto público es un problema que la Contraloría General de la República tiene años de advertir.
Sus informes pidiendo cambios han sido ignorados por gobiernos.
Hasta hoy, cuando la situación fiscal lleva el país al fondo, es que apenas se comienzan a analizar cambios en temas como salarios o consultorías excesivas.
No es posible pedir más impuestos a los costarricenses sin antes ordenar el Estado, afirma la contralora Rocío Aguilar.
¿Hay un esfuerzo verdadero por recortar gasto público?
Es tímido, hay que tomar medidas muchísimo más gruesas porque apenas se ha empezado a hacer una mera contención. No nos gusta tomar las decisiones cuando tenemos tiempo, pareciera que nos hemos acostumbrado a que, hasta cuando el agua ya está arriba del cuello, empezamos a hacer; creo que el agua nos llegó al cuello.
¿En qué entidades han detectado abusos de recursos públicos?
Hay que retomar una mayor disciplina en la parte de gasto en las descentralizadas y autónomas. Cuesta muchísimo lograr niveles de contención del gasto cuando no hay una autoridad sobre estas instituciones. Tres cuartas partes de los presupuestos públicos están ahí.
¿Urge una revisión de los privilegios salariales?
Urge que el conjunto de incentivos asociados a los salarios del sector público sea revisado a la luz del desempeño de las instituciones, los funcionarios y sobre todo evitar que se conviertan en porcentajes automáticos en el salario. Es un tema de alta prioridad. Hay que hacerlo.
¿Es sostenible la actual situación de diversidad de regímenes laborales?
Esto está por tocar fondo. No es posible para el Estado costarricense seguir sosteniendo esa diversidad de regímenes porque ninguno de estos incentivos tiene ni techo ni plazos para su vigencia. Esos son los temas a los cuales hay que entrarles. No es posible seguir pidiendo impuestos a todos los costarricenses para sufragar estos niveles salariales.
¿Es posible hacer recortes en el gasto público?
Es el momento en que hay que tomar decisiones mucho más fuertes. Esto no es solo del Poder Ejecutivo, sino con apoyo de todos los poderes que esto debe avanzar.
¿Hay conciencia de lo que pasa?
Tengo la sensación de que no existe ese nivel de conciencia. En la próxima vemos qué hacemos con el déficit. La Contraloría ha insistido, en la Asamblea Legislativa, sobre la necesidad de entrarles a los temas que hacen complejo el manejo de las finanzas públicas. Pero hasta ahora nadie ha querido hacer nada sobre gasto público.
¿Es la inversión pública la sacrificada en la contención del gasto?
El problema más serio es que se logra reducir el déficit fiscal a costa de la inversión. Si el país vuelve a cometer el error de la década de 1980, cuando no se invirtió en infraestructura, habrá impacto en el desarrollo económico.
¿Se ven afectados los servicios públicos? ¿Disminuye la inversión, frente al aumento en salarios?
El caso clásico es la Caja de Seguro Social, con las listas de espera, prestación de servicios e infraestructura con rezago. Hoy día cuenta los cincos para repartir los presupuestos a los hospitales. Hay un problema cuando instituciones únicamente tengan fondos para pagar salarios.
Ahora, ¿qué se puede hacer? ¿El marco legal actual permite cambios?
Creo que requiere cierta creatividad jurídica. Nos hemos acostumbrado a que si la ley no lo dice expresamente, no se puede hacer. Se pueden tomar decisiones, como que la planilla de nuevo ingreso tenga condiciones diferentes.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica
“El agua nos llegó al cuello”: Rocío Aguilar
Urge revisar a fondo incentivos salariales a burócratas
El despilfarro en el gasto público es un problema que la Contraloría General de la República tiene años de advertir.
Sus informes pidiendo cambios han sido ignorados por gobiernos.
Hasta hoy, cuando la situación fiscal lleva el país al fondo, es que apenas se comienzan a analizar cambios en temas como salarios o consultorías excesivas.
No es posible pedir más impuestos a los costarricenses sin antes ordenar el Estado, afirma la contralora Rocío Aguilar.
¿Hay un esfuerzo verdadero por recortar gasto público?
Es tímido, hay que tomar medidas muchísimo más gruesas porque apenas se ha empezado a hacer una mera contención. No nos gusta tomar las decisiones cuando tenemos tiempo, pareciera que nos hemos acostumbrado a que, hasta cuando el agua ya está arriba del cuello, empezamos a hacer; creo que el agua nos llegó al cuello.
¿En qué entidades han detectado abusos de recursos públicos?
Hay que retomar una mayor disciplina en la parte de gasto en las descentralizadas y autónomas. Cuesta muchísimo lograr niveles de contención del gasto cuando no hay una autoridad sobre estas instituciones. Tres cuartas partes de los presupuestos públicos están ahí.
¿Urge una revisión de los privilegios salariales?
Urge que el conjunto de incentivos asociados a los salarios del sector público sea revisado a la luz del desempeño de las instituciones, los funcionarios y sobre todo evitar que se conviertan en porcentajes automáticos en el salario. Es un tema de alta prioridad. Hay que hacerlo.
¿Es sostenible la actual situación de diversidad de regímenes laborales?
Esto está por tocar fondo. No es posible para el Estado costarricense seguir sosteniendo esa diversidad de regímenes porque ninguno de estos incentivos tiene ni techo ni plazos para su vigencia. Esos son los temas a los cuales hay que entrarles. No es posible seguir pidiendo impuestos a todos los costarricenses para sufragar estos niveles salariales.
¿Es posible hacer recortes en el gasto público?
Es el momento en que hay que tomar decisiones mucho más fuertes. Esto no es solo del Poder Ejecutivo, sino con apoyo de todos los poderes que esto debe avanzar.
¿Hay conciencia de lo que pasa?
Tengo la sensación de que no existe ese nivel de conciencia. En la próxima vemos qué hacemos con el déficit. La Contraloría ha insistido, en la Asamblea Legislativa, sobre la necesidad de entrarles a los temas que hacen complejo el manejo de las finanzas públicas. Pero hasta ahora nadie ha querido hacer nada sobre gasto público.
¿Es la inversión pública la sacrificada en la contención del gasto?
El problema más serio es que se logra reducir el déficit fiscal a costa de la inversión. Si el país vuelve a cometer el error de la década de 1980, cuando no se invirtió en infraestructura, habrá impacto en el desarrollo económico.
¿Se ven afectados los servicios públicos? ¿Disminuye la inversión, frente al aumento en salarios?
El caso clásico es la Caja de Seguro Social, con las listas de espera, prestación de servicios e infraestructura con rezago. Hoy día cuenta los cincos para repartir los presupuestos a los hospitales. Hay un problema cuando instituciones únicamente tengan fondos para pagar salarios.
Ahora, ¿qué se puede hacer? ¿El marco legal actual permite cambios?
Creo que requiere cierta creatividad jurídica. Nos hemos acostumbrado a que si la ley no lo dice expresamente, no se puede hacer. Se pueden tomar decisiones, como que la planilla de nuevo ingreso tenga condiciones diferentes.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica