El tipo de Gobierno Digital al que aspiramos
Redacción La República [email protected] | Viernes 22 marzo, 2019
En los últimos días ha vuelto a la palestra nacional el concepto de Gobierno Digital, apoyado en que se presentó ante la Asamblea Legislativa el expediente 21.180 “Ley de creación de la Agencia de Gobierno Digital”.
No obstante, de previo a valorar o no la conveniencia de contar con una nueva institución gubernamental en tiempos en que la situación fiscal del país parece indicar que no es así, lo más importante es conceptualizar el tipo de Gobierno Digital al que aspiramos.
Como en muchos otros temas de interés nacional, existen corrientes de pensamiento con criterios distintos sobre lo qué es o debería ser el Gobierno Digital. Para algunos es una serie de políticas o estrategias de política pública cuyo objetivo esta dirigido a que el aparato estatal se modernice de acuerdo al desarrollo tecnológico de los tiempos. Para otros, más que un tema de actualización focalizado en el Estado, debe enfocarse en desarrollar una relación más directa y abierta de la Administración con los ciudadanos, en procura de eficacia y eficiencia del funcionamiento administrativo.
Particularmente, considero que la segunda línea de pensamiento es a la cual debemos como sociedad aspirar, lo anterior por cuanto la tecnología es hoy un elemento transversal en la vida de todos los ciudadanos, y en tal condición debe ser maximizada en las interacciones de los ciudadanos con el Estado.
Un ejemplo de un país que ya hoy día ha implementado de manera exitosa un Gobierno Digital según ha sido descrito, es Colombia, quien, a través del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones ha logrado desarrollar un marco normativo y de políticas públicas en procura de un Estado más transparente, eficiente y aún más importante, participativo.
A través de la participación ciudadana, se logra que el ciudadano se empodere, y de esta forma pueda exigir a sus gobernantes el cumplimiento de sus funciones, así como dar seguimiento a las promesas que, como regla en las campañas electorales, son hechas más con el ánimo de recaudo de votos, que con el de cumplirlas.
Andrés Oviedo Guzmán
Gerente Regulación e Interconexión de Claro