El ICE fue obligado a aceptar y aprovechar el gran poder energético del DIOS HELIOS

Ricardo Trujillo Molina MScEE

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La noticia fue dada a conocer a Costa Rica y al mundo entero en la conferencia semanal de casa presidencial del miércoles 6 de marzo del 2024. El ICE reabrirá el concurso entre generadores privados para la contratación de 150 MW de potencia en plantas solares y construirá otros 120 MW pero en plantas bajo su propiedad. En total serán 270 MWatts de potencia pico que serán agregados a la actual matriz de generación eléctrica nacional. Una sabia y oportuna decisión que había sido postergada durante varios años por razones que nunca fueron claras ni técnicamente aceptables, pero que si tenían mucho que ver con la defensa de los ingresos e intereses financieros de la institución.

¿Qué llevó al ICE a tomar esa transcendental decisión?

Sin ningún lugar a dudas fue el faltante de plantas de generación con el recurso solar para suplir la energía del más alto costo marginal, la diurna y en especial la del mediodía durante los meses más soleados y calurosos como los que estamos viviendo en estos momentos. Ese faltante durante los últimos 4 años, terminó obligando al instituto a comenzar desde mediados del año pasado a generar electricidad con plantas térmicas quemando bunker y diésel caro e importado, aunque a nivel mediático esa medida fue justificada como las consecuencias de una temporada de lluvias con menos precipitaciones de lo usual, lo cual fue atribuido al fenómeno atmosférico del niño. Lo realmente cierto es que ese cambio climático vino a poner en desnudo y al descubierto el abandono que el ICE hizo de su plan permanente de expansión de la matriz de generación eléctrica, argumentando que la demanda por energía eléctrica disminuyo a causa del impacto económico de la pandemia.

En esta última semana el clima semi húmedo, fresco y ventoso de todos los eneros y febreros cambió drásticamente por un clima seco soleado y tórrido típico de mediados de abril. Y ese cambio en incremento de temperaturas produjo una súbita alza en la demanda de energía eléctrica que se requiere para la carga motriz de los compresores de aire acondicionado y de refrigeración o climatización en general. A partir del miércoles 6 de marzo, la demanda de energía al mediodía y a las 630pm elevó la potencia máxima de toda la matriz de generación y comenzó a sobrepasar los valores máximos históricos, primero el de los 1870 megavatios y posteriormente el nuevo de 1920 megavatios.

Impacto de la energía solar

En un sistema eléctrico económicamente despachado en otras latitudes, la demanda de potencia diurna desde las 7am hasta las 530 pm se suple con energía solar, pues es la más económica y abundante de generar a esas horas. El corto pico de las 630pm por el inicio de la noche se suple con la potencia de las hidroeléctricas de regulación o con modernas baterías o con plantas térmicas. En Costa Rica se ha recurrido a las plantas hidro, tanto de filo de agua privadas como a las de embalse y de regulación del ICE, y a las plantas térmicas y compras en el MER, para suplir los picos de demanda del mediodía y de la tarde.

Con esta correcta y sabia decisión, el ICE podrá almacenar agua valiosa y de alto costo marginal en sus embalses durante el día, a reducir sus compras en el MER que son también de alto costo marginal, y a reducir la quema contaminante de combustibles fósiles importados en sus plantas térmicas. Toda esa reducción en producción de energía cara tendrá un gran impacto positivo en la reducción de las tarifas eléctricas que por las razones antes expuestas, se han incrementado a partir del primero de enero del corriente año.

Esta medida del ICE o de casa presidencial ( todavía no sabemos a ciencia cierta de donde provino la directriz) , tendrá un gran impacto en la economía, pues se trata de una apertura del mercado eléctrico que atraerá inversiones, generará mucho empleo, incrementará la infraestructura productiva del país y sobre todo, pondrá a Costa Rica de nuevo entre los países que mejor aprovechan y explotan sus recursos de energía en todo el planeta, aunque el objetivo todavía no sea el de lograr un avance en la transición energética mundial, la descarbonización total de la matriz energética o el de la independencia energética del país.

Rebelarse o negarse a aprovechar la energía solar por las políticas solapadas del ICE le salió sumamente caro a los pobladores de Costa Rica, pues son ellos los que en realidad pagan las alzas en tarifas. Nunca han sido ni tampoco lo serán las empresas eléctricas como el ICE, su CNFL o las demás distribuidoras municipales o cooperativas. Todo incremento en las tarifas eléctricas mejora de inmediato los indicadores financieros de esas empresas y por ende, sus calificaciones de riesgo ante entes como Fitch, Moodys y Standard and Poor. ¿Para qué bajar tarifas eléctricas si no les conviene a las empresas eléctricas monopólicas en su respectiva región geográfica?