El fin de año está a la vuelta de la esquina
Carlos Morales Navarro [email protected] | Martes 29 agosto, 2023
Leí un chiste hace un par de días sobre la velocidad que toman los años conforme uno crece.
Para un niño cada año, el escolar, por ejemplo, es una eternidad… Es más, recuerdo cómo cada lección, de tan solo 35 minutos era un tiempo infinito frente a la clase de matemáticas o estudios sociales.
Conforme uno crece, y esto que sigo siendo joven, cada día, cada semana o mes pasa más y más rápido.
Como corolario, debo decir que, para los empresarios, esa velocidad de los años fácilmente se multiplica a la 2 o incluso a la 5. ¡Nunca tienen tiempo suficiente!
El año vuela entre trimestre y trimestre y cuando se dan cuenta estamos como ahorita, con la navidad a la vuelta de la esquina y el fin de año encima.
¡Bonita época! ¡Claro! Taaan bonita que es el momento de liquidar presupuestos, ajustar asuntos de impuestos y proyectar el año siguiente… Se multiplican las tareas de los equipos gerenciales, pero se disminuyen los días hábiles entre tanto ajetreo y tanta actividad.
En GCI tenemos muy claro cómo se divide el año a partir de aquel ya no tan cercano período de 15 meses, que nos dio un nuevo período fiscal acorde al año calendario.
Lo abordaba mi socia Lucía Vargas en una columna reciente: El ciclo anual de trabajo tributario, ¿qué tal aceptar unas mejoras?
Un primer trimestre (enero a marzo) compuesto por cumplimiento tributario. Todos, empresarios, gerentes financieros y gerentes contables abocados a su declaración de impuestos y a generar el flujo necesario para hacerle frente a sus obligaciones ante Hacienda.
Un segundo trimestre (abril a junio) mal gastado, de pausa, de descanso… Parece como si el primer período les hubiera dejado exhaustos y prefieren olvidarse por un rato de los números, de los cálculos. Quizás toman estos meses para trabajar y enfocarse en producir. No lo sé, lo cierto es que pocas ganas tienen de emprender nuevos proyectos.
Un tercer trimestre de despertar (julio a setiembre). En estos meses es cuando se dan cuenta que deben actuar. Llueven las propuestas, aparecen las nuevas y buenas ideas y todos se echan a trabajar.
Y finalmente un cuarto trimestre (octubre, noviembre y diciembre) lleno, de nuevo, de carreras, calendarios estrechos y mucho por hacer.
Como bien decía Lucía en su artículo, aunque esta es la norma en muchos calendarios empresariales, no tiene por qué serlo en su empresa.
Por eso hoy, justo en medio del tercer trimestre le propongo algunas ideas para adelantar la maquinar y empezar desde ya con sus reflexiones y tareas de fin de año.
Recuerde, como empresario muy probablemente usted decidió emprender para hacer las cosas a su manera y estas líneas, son una buena guía para volver a retomar esa velocidad. Ese ímpetu y ganas de actuar que le colocaron en la silla de emprendedor en un primer momento.
Este setiembre prepárese y déjese informar y ayudar.
Setiembre es un buen momento para empezar a darle forma a su cierre de año. ¡Sí, a sus impuestos del 2023!
Prepárese, descubra – contrario a lo que le han dicho una y otra vez – las peripecias que implica un cierre de renta bien hecho. Infórmese y déjese ayudar.
Si usted o su equipo contable financiero sufren de alguno de los siguientes asuntos, es hora de que conversemos:
- Si usted no tiene ni idea de qué es una conciliación fiscal. ¡Alerta! No solo es obligatorio ejecutar la conciliación fiscal, sino que es probable que haya beneficios en impuestos que se esté perdiendo.
- Si en su empresa llevan la “contabilidad real” y la “contabilidad de hacienda.” ¡Uy, Dios! Contabilidad solo hay una y el tener dos implica que está haciendo malísimo las cosas.
- Si tiene múltiples entidades y piensa que al final venderse entre una y otra es como pasar plata de una bolsa a otra.
- Si tiene múltiples actividades económicas, entre esas, alquileres, pero el término integración de rentas le suena a chino y a algo completamente ajeno a su cumplimiento tributario.
Conversemos, nuestro equipo en Grupo Camacho Internacional puede apoyarle a cumplir correctamente con sus impuestos y, lo que es mejor, incluso a identificar oportunidades de ahorro tributario con base en lo permitido por la Ley.
Estos cuatro meses finales también son un buen momento para planificar.
Planifique a corto, mediano y largo plazo.
Desempolve ese marco filosófico de su compañía, ajústelo de ser necesario y defina cuáles serán sus prioridades para el 2024.
Identifique los proyectos primordiales para su próximo año y defina períodos en que se ejecutarán.
¿Cómo se definen esos proyectos primordiales? Por favor, que no sea un simple “es lo que me llama la atención.” Defina una matriz de evaluación y contraste cada iniciativa contra dicha matriz para identificar el nivel de impacto que tendrán en su organización.
Acompáñese para eso de su cuerpo gerencial y de colaboradores de las diferentes áreas y niveles.
Construya de arriba a abajo el compromiso para que, al cierre de año, se haya ejecutado lo esperado, o al menos la mayoría.
Por eso mi tercer punto es descubra. Identifique nuevas maneras de trabajar y nuevos talentos. Dese la oportunidad de descubrir en su equipo nuevas perspectivas y opiniones. Rételes incentivando la innovación en estos últimos cuatro meses. ¿Qué tal si en la definición de esos proyectos primordiales instauran un canal abierto de propuestas?
Colaboren y permita que, entre todos, se construya la empresa del 2024.
El tiempo vuela, y no solo porque estamos más viejos, sino porque en el corre y corre de hacer empresa los meses nunca alcanzan. ¿Qué tal si esta vez empieza desde antes con las reflexiones y actividades de fin de año? Hoy le di tres consejos para iniciar, esperamos su llamada para apoyarle, ya se en impuestos o en estrategia de negocios.