Efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania en Costa Rica
Bárbara Dehais [email protected] | Miércoles 09 marzo, 2022
¿Cómo repercute a todos los actores de nuestra economía?
El conflicto que inició a finales de febrero entre Rusia y Ucrania tiene repercusiones que nos afectan directamente.
De cara al consumidor, recientemente se ha visto un incremento en el precio del petróleo a nivel internacional que incide directamente en el precio de los combustibles a nivel local. Esto afecta no solo el precio de la gasolina, sino que también el precio del transporte de personas y bienes de consumo.
Desde el punto de vista de los deudores (personas y empresas), existe presión al alza en las tasas de interés que afectaría aquellos créditos que cuentan con tasa de interés variables indexada a tasas de referencia internacional. Además, el conflicto propiciaría presiones adicionales sobre el tipo de cambio en virtud de que se incrementa la demanda de dólares para atender importaciones de combustibles y materias primas. Este movimiento del tipo de cambio provocará impactos negativos para los deudores en dólares que reciben sus ingresos en moneda local.
En cuanto a los empresarios, se presentan efectos diversos. Por un lado, el aumento en el precio de combustibles y materias primas tendrá incidencia en el costo de producción. En algunas industrias con poca posibilidad de trasladar la totalidad de los mayores costos al consumidor final, eso se reflejará en una afectación negativa de los márgenes de las empresas y del flujo de caja. Además, podrían experimentar una reducción en la demanda de sus productos, sobre todo aquellas que producen artículos que no son de primera necesidad, ante la afectación en el poder adquisitivo del consumidor.
Por otra parte, las tasas de interés más altas a nivel país afectaría negativamente el consumo y la inversión, lo que incidiría negativamente en las expectativas de crecimiento del país para el 2022. Las finanzas públicas experimentarían afectación negativa por dos vías: menor recaudación ante desaceleración de la actividad económica y un gasto financiero mayor ante un incremento en las tasas de interés.
Del lado del inversionista, tendríamos dos resultados posibles. Aquellos con efectivo disponible podrían encontrar oportunidades ante la caída en el precio de bonos y acciones producto de la mayor aversión al riesgo en los mercados financieros. Por otra parte, quienes estén con activos adquiridos con anterioridad, estarán experimentando una gran volatilidad y un ajuste de precios a la baja, que se suma a las presiones previas relacionadas con la expectativa de aumentos en las tasas de interés internacionales.
Bárbara Dehais
Gerente Banca de Inversión FCS Capital