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De Caperucita Roja y otros cuentos

Humberto Pacheco [email protected] | Martes 29 marzo, 2011



TROTANDO MUNDOS
De Caperucita Roja y otros cuentos

Los europeos se quejan- al igual que los ticos de los nicas sin los cuales no habría recolección de cosechas ni construcción- de una masiva migración desde sus excolonias. Los españoles se quejan de marroquíes y latinoamericanos; los franceses de tunecinos, argelinos y otros africanos; los ingleses de indios, árabes, vietnamitas y otros orientales; los alemanes de polacos, búlgaros y croatas, etc.
Pero, mientras Costa Rica no ha hecho otra cosa en su historia que ayudar a los nicas, los europeos se lo llevaron todo de sus colonias. Hoy, el repudio a los extranjeros llega a tonos de discriminación racial, la misma que llevaron a los países que colonizaron en siglos pasados. Entonces era distinguido ver a un lord inglés en charreteras arribar a sitios públicos en hombros de sirvientes locales, igual que un “caballero” francés, italiano ó español. Cuando los tiempos cambiaron, para poder seguir explotando esas colonias tuvieron que darles ciudadanía (España no porque perdió las suyas). Hoy se quejan, cuando estos inmigrantes llegan a sus costas con costumbres diferentes, como fueron las que ellos impusieron en la época colonial, de mil males. Ley del embudo diríamos nosotros.
Hace unos meses adquirimos un Blackberry del ICE que prometía servicios de Internet de primer mundo. Cuento de monopolios. Nos tocó vivir una escena en Madrid que, sí no fuera por lo grave del engaño, sería muy cómica. Cinco costarricenses sacándole las pilas a sus aparatos porque, según la especialista del ICE que teníamos en línea en un teléfono estadounidense, así es como funciona el roaming! No sabemos qué considerar más grave, sí el engaño de la institución o la crasa ignorancia de la experta que nos asesoraba.
Hubo de pasar bastante tiempo perdido y varios intentos de apagar, remover batería y prender, para que comenzará a llegar señal, y no a todos por igual. Eso sí, solo en Madrid pues siguiendo con el viaje, en la mayoría de las ciudades europeas el Internet no funciona, solo los servicios de una telefonía bastante cara. Igual queja vociferaba un socio desde Ciudad Méjico.
La otra excepción en Europa la constituyó Bratislava, en donde si funcionó, nos imaginamos que porque los señores del ICE simpatizan con el conjunto universitario y quisieron hacérsela fácil a don Iván Mraz cuando visita su familia.
Lo cierto es que en ese mismo grupo, quienes portaban Blackberrys estadounidenses ó suizos no tuvieron que escupir para arriba, ni soltarse el nudo de la corbata, ni mucho menos sacarle la batería a sus aparatos, para que sirvieran. Solo encenderlos.
Meanwhile back home, la banda ancha carísima que le vendió el ICE a los inquilinos de Forum 2, tras una espera de meses para que conectaran un “pinche” cable, continúa a velocidad de banda muy flaca. Interpelado el ICE aduce que la conexión con otras empresas con que negocia empates es lenta, por lo que la velocidad final no cambia. Achará inversión de los usuarios. Agréguese que les toman el pelo con el cuento de que los celulares tampoco funcionan porque los están saboteando desde adentro del ICE.
Habrase visto soberano engaño, producto de un sistema anquilosado de monopolio que han defendido algunos escudándose en la estúpida excusa de que abrirlo va contra la soberanía, como sí un simple negocio tuviera algo que ver con ese sagrado principio de la patria. Cuántos años de engaño. Cuántos años perdidos. Solo en mentes infantiles o mal intencionadas puede caber que acabar con el anacronismo del ICE, poniéndole la competencia, va en contra de los ciudadanos.
No ofendan la sensibilidad del costarricense que por mucho se merece mejor servicio, con verdadera calidad y verdaderas ganas de darlo.

Lic. Humberto Pacheco A., M.C.L.
[email protected]

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