¡De vuelta a casa!
Gaetano Pandolfo [email protected] | Lunes 25 junio, 2018
El error de Óscar Ramírez fue planificar los juegos de fogueo y del Mundial, como si el rival fuera siempre Brasil.
Al técnico de la Selección Nacional, como si fuera un arquitecto, le ordenaron construir los planos de la nueva edificación y solo dibujó uno.
No se atrevió a trabajar sobre modificaciones, reestructuraciones, innovaciones, mayor uso de la mano de obra y se aferró al libreto original. Trabajó muchas horas perfeccionando su única idea de juego, seleccionó de un grupo de 23 futbolistas a 14 o 15 para consolidar su guion único y original, y como su obsesión táctica era frenar a Brasil, lo logró durante 90 minutos tensos y dramáticos, donde el planeta fútbol vio, admiró y aplaudió a una Costa Rica muy bien parada, que si bien es cierto se derrumbó en cinco minutos, demostró que con planificación, disciplina táctica, horas extras de estudio y trabajo, se podía bloquear y frenar a uno de los candidatos más fuertes a conquistar el título.
A pesar de la derrota, lo que presentó la Selección Nacional tácticamente frente a Brasil fue maravilloso. Lo reprochable fue comprobar que el cuerpo técnico de la Tricolor, planificó todos los partidos del equipo, como si el rival fueran los poderosos brasileños y así perdimos la enorme oportunidad de derrotar a Serbia, que era en principio el rival a vencer, luego parársele a Brasil hasta ver adónde llegaba la cuerda y cerrar con posibilidades de clasificación ante Suiza.
No hizo falta asistir a los entrenamientos de la Selección Nacional, para conocer que Óscar Ramírez consolidaba una alineación estelar, construida sobre sus hombres de mayor confianza en lo táctico, que fue la que entró a jugar ante Brasil. Los 11 estelares que abrieron frente a los brasileños, algunos de ellos cuestionados por su bajo rendimiento en los fogueos y ante los serbios, siempre fueron “los muchachos del Macho”, y con ellos, murió en su ley.
Figuras como Kendall Waston, Yeltsin Tejeda, Daniel Colindres y Joel Campbell no tuvieron verdaderas oportunidades de entrar en actividad para procurar darles vuelta a algunos partidos y otras como Ian Smith, Kenner Gutiérrez, Rodney Wallace, Randall Azofeifa y los dos porteros suplentes, han disfrutado de lujosas vacaciones en varias ciudades del país anfitrión.
Quizá algunos de ellos verán acción en el cierre frente a Suiza.
No reprobamos las variantes que ordenó don Óscar en el dramático juego ante Brasil. El desgaste físico de figuras como Cristian Gamboa y David Guzmán, e incluso Marco Ureña, lo obligaron a cerrar compuertas para sostener el 0-0 que se hacía gigante en la pizarra, de ahí los ingresos de Cristian Bolaños y Francisco Calvo, dos jugadores de absoluta confianza de nuestro estratega y también entró Tejeda, considerado el tercer volante central del equipo.
Puede que para este específico partido, no cabían los ingresos de figuras de ataque como Campbell y Colindres, porque pasados 70 minutos de acción y con una Tricolor dando cátedra de sapiencia defensiva, no era mala idea reforzar esa zona, consecuencia del desgaste físico de algunos de los protagonistas de la hazaña que se estaba gestando.
Pero, el guion que presentó el juego inaugural ante Serbia fue otro muy diferente y el partido, después del gol serbio, se prestaba para los ingresos tempranos de figuras como Waston, para aprovechar su estatura, el desafiante Colindres, uno de nuestros pocos delanteros que enfrentan al defensor rival y desde luego los piques y amagues de Joel.
Sin embargo, Óscar Ramírez no reaccionó, se aferró a sus “muchachos preferidos”, de ahí que podemos concluir, afirmando que el cuerpo técnico de Costa Rica aprovechó el juego mundialista contra Serbia, como un entrenamiento para enfrentar a Brasil, lo que resultó desde luego reprochable.
Selección Nacional
Titulares:
Navas, Gamboa, Acosta, González, Duarte, Borges, Guzmán, Ruiz, Venegas, Ureña
De confianza
Calvo, Oviedo, Tejeda, Bolaños
Sin confianza
Waston, Colindres, Campbell
De paseo
Moreira, Pemberton, Smith, Gutiérrez, Azofeifa, Wallace