De “niño sin bicicleta” a destacado humanista

De trascendencia en lo cultural, político y social, la vida de Alberto Cañas Escalante mostró inteligencia y pensamiento profundo, destacándose como humanista y conocedor de la realidad nacional e internacional.

Hoy, el 16 de marzo, en el centenario de su nacimiento, La República rinde homenaje a su cofundador y primer director, quien publicó en sus páginas a lo largo de su vida su inigualable columna “Chisporroteos”.

Aún resuenan en quienes tuvimos el privilegio de conocerlo sus opiniones directas, bien documentadas, estudiadas y visionarias, en las que no faltaban la ironía, el chiste y el saber decir, por lo que las personas disfrutaban leerlas.

Nació en familia de pocos recursos económicos como “un niño sin bicicleta”, en sus palabras.

De la Costa Rica de mediados del siglo XX dijo: “A Costa Rica la construyeron los cafetaleros, había una aristocracia rural, exportadores sin exoneraciones”.

Poeta, escritor, dramaturgo y guionista cinematográfico, fue el primer titular del Ministerio de Cultura de Costa Rica, institución que fundó.

Si la cultura lo apasionó siempre, no menos la política, empezando con su tesis de graduación como abogado, titulado “Partidos políticos”.

Militó y luchó contra la corrupción en dos de ellos: Liberación Nacional y Partido Acción Ciudadana, del cual fue cofundador.

Así se distinguió don Alberto -quién dijo: “Todo educa, para bien o para mal”- por su amor y dedicación a Costa Rica y su gente, por encima de cualquier interés personal.