Costa Rica paga la tasa de interés más alta de Centroamérica
Javier Adelfang [email protected] | Lunes 23 abril, 2018
Costa Rica es el país de Centroamérica que paga la tasa de interés más alta por su deuda.
El año pasado Costa Rica pagó, en promedio, un 7,6% de rendimiento, 1,6 puntos porcentuales por encima de lo que abonó Guatemala, segundo en el ranking.
La complicada situación fiscal es la principal causa, y su continua debacle pisa el acelerador de los rendimientos que el país debe pagar a cambio de fondos frescos para hacer frente a sus obligaciones.
Este año el déficit fiscal alcanzará el 7,1% del PIB, más del triple de lo que será en el resto de los países de la región, con excepción de Panamá.
Pese a esto, el manejo de la deuda que ha hecho el gobierno a través de Central Directo y otras herramientas ayudó a contener las tasas de interés.
Además, la suerte también le jugó una buena pasada al gobierno saliente, con una coyuntura mundial con las tasas de interés más bajas de la historia.
Pero hoy, el cuento es otro.
La economía mundial está ingresando en una nueva fase, donde las tasas, que rozaban el 0% comienzan a despegar, lo que golpeará al país si no se toman medidas urgentes.
Y eso no es todo.
En unos dos meses las calificadoras de riesgo darán un nuevo veredicto sobre la economía costarricense que, de ser negativo, impulsaría aún más las tasas de interés.
El nuevo gobierno tendrá que superar estos escollos, y para hacerlo con éxito deberá avanzar con la reforma y con la regla fiscales.
Ninguno de los dos caminos es sencillo.
Al aumento de impuestos le queda un largo camino en la Asamblea en el que habrá considerable oposición.
Por el lado de la regla fiscal, que plantea entre otras cosas un tope a las anualidades del 1,94%, los sindicatos han llamado a un paro el próximo 25 de abril, en lo que será la primera de muchas disputas.
Por lo pronto, los inversionistas y calificadoras de riesgo conocen la situación de Costa Rica y saben que, por seguir prestando dinero, deben pedir un mayor rendimiento, por lo que nos espera un complicado 2018.