Costa Rica esta lista para decir SÍ a una Nueva Industria
Karine Niño [email protected] | Jueves 16 septiembre, 2021
Karine Niño
Diputada
Liberación Nacional
Hoy la historia nos coloca nuevamente como país en una DECISIÓN TRASCENDENTAL. La Costa Rica exportadora de Café en los años mil ochocientos, la Costa Rica de la cobertura eléctrica nacional, la Costa Rica del sistema de salud general para toda la población, la Costa Rica donde se han instalado más de 200 empresas transnacionales calificadas entre las 500 empresas más importantes de la revista Forbes, la Costa Rica que obtiene el primer lugar con su agencia de atracción de inversiones CINDE y la Costa Rica que, hasta el día de hoy, renuncia a tener un ejército. Es esa Costa Rica la que hoy debe dar el paso de ingresar a la industria del cáñamo y cannabis medicinal de una manera segura, competitiva y con un fuerte sentido de inclusión económica de todos los sectores productivos nacionales.
La industria del cáñamo y cannabis medicinal existe actualmente en más de 50 países a nivel mundial, generando billones de dólares de inversión alrededor del mundo. Esta industria coincide con nuestra historia y cultura de protección al ambiente, respeto e inversión en el agro y adicionalmente coincide con nuestra cultura de inversión en educación científica en universidades públicas y privadas, así como la existencia de personal con altísima calidad profesional.
La Costa Rica competitiva, hoy tiene un nuevo terreno donde competir, un terreno donde nuestro profesionalismo, dedicación, estudio y especialmente seguridad jurídica para empresas nacionales y extranjeras, nos promete un gran éxito.
Hoy en día, nuestras instituciones están sometidas al reto de la supervivencia económica, desde el poderoso ICE, pasando por la poderosa Caja Costarricense del Seguro Social, nuestras empresas que brindan servicio de agua potable, nuestra infraestructura vial, nuestro sistema bancario y nuestros sistemas de pensiones dependen hoy de nuevas industrias para sobrevivir.
La industria del cáñamo y del cannabis medicinal constituye una fuente de recursos vía impuestos, una fuente de cargas sociales, vía salarios, una fuente de divisas, vía exportaciones, una fuente de trabajo para nuestros habitantes y empresarios que ejercen la agricultura y especialmente, una herramienta para mejorar las condiciones de salud de miles de costarricenses y millones de personas alrededor del mundo, que requieren este tipo de productos en virtud de enfermedades y padecimientos.
El diseño que hemos planteado en el proyecto de ley que autoriza la producción industrial del cáñamo y cannabis medicinal busca la creación de una industria que cumpla con los mejores estándares internacionales, tales como trazabilidad en sus semillas, plantas, propietarios, inversiones, productos y consumidores y sobre todo seguridad para realización de los cultivos, procesamiento y manufactura.
La industria del cáñamo y del cannabis ya es ejercida de manera segura en decenas de países y esa seguridad tiene una relación estricta entre licenciatarios, gobierno, mercado y tecnología. La industria no está diseñada como un montón de lotes sembrados de cannabis o cáñamo sin requisitos, controles o responsabilidades ante el Estado. Por el contrario, seremos testigos de una industria altamente tecnificada donde todos los participantes, desde pequeños productores hasta transnacionales, formarán parte de un ecosistema donde participan empresas que producen semillas, adaptando las semillas en razón de las especificaciones de la ley, los agricultores, los procesadores, empresarios de la manufactura, empresas de logística, empresas constructoras, las empresas de seguridad, los laboratorios, los consumidores, la Caja Costarricense del Seguro Social y eventualmente otros gobiernos y empresas que adquieren los productos terminados o las materias primas.
Desde la fracción del Partido Liberación Nacional, impulsamos con fuerza este proyecto, el cual será de un gran beneficio para nuestra patria. Esta industria llevará progreso a la zona rural costarricense, tan necesitada de nuevas inversiones y de igual manera llevará ingresos frescos a nuestras instituciones. Debemos tener FE en nuestras capacidades y debemos además reconocer los derechos de nuestros ciudadanos de progresar y es obligación del Estado Costarricense dotar a la población de marcos legales que le permitan mejorar su vida por medio de la repartición de la riqueza. Por eso hemos diseñado un proyecto de ley que reúne lo mejor de nuestros partidos, que refleja los intereses de nuestros electorados, que busca mejorar la vida de nuestros ciudadanos y que busca aportar a la solidez de nuestra democracia a través del fortalecimiento de nuestras instituciones.
Hemos sido diputados de muchos partidos políticos los que hemos trabajado en este proyecto. El momento ha llegado y la asamblea legislativa del periodo 2018-2022 está lista para aportar esta ley al desarrollo de nuestra patria, Costa Rica lo necesita.