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¿Conviene que el país dependa tanto y de manera creciente del mercado petrolero internacional en detrimento de las fuentes nacionales de energía? (II)

Roberto Dobles [email protected] | Lunes 22 mayo, 2023


1. Resumen de la columna anterior

Por ser la principal fuente de energía del mundo, el petróleo es una fuente de energía muy codiciada internacionalmente ya que es uno de los recursos naturales más valiosos y estratégicos porque las economías de los países dependen en gran medida de él.

Empero, también es una de las materias primas de mayor volatilidad e incertidumbre porque en el fuertemente interconectado mercado petrolero internacional intervienen una gran multiplicidad de factores, muchos de ellos imprevistos, que crean grandes impactos en las condiciones de suministro (precios, cantidades disponibles en el mercado, etc.), como los que se indican a continuación:

a. Presencia de una amplísima gama de dinámicas de evolución incierta e imprevista que provocan, entre muchas otras cosas, grandes fluctuaciones y cambios abruptos en los precios internacionales del petróleo y de sus derivados.

Entre las muchas de estas dinámicas mundiales, que tienen grandes impactos en el mercado, se encuentran las de orden geopolítico, las cuales son imposibles de prever.

Esta es una de las razones por las que el historial de las predicciones o proyecciones de los precios internacionales del petróleo haya sido muy pobre.

Entre estas dinámicas, cada vez más impredecibles, se encuentran los conflictos entre las grandes potencias, las guerras económicas y militares, la posición incierta de los países exportadores de petróleo sobre los niveles de exportación, la especulación y las perspectivas de crecimiento económico en el mundo (las cuales inciden en la demanda mundial de petróleo).

Las tensiones económicas y geopolíticas en el mercado internacional del petróleo continuarán acentuándose con el nuevo orden geopolítico internacional que está emergiendo.

b. Una de las muchas dinámicas que introducen continuamente una fuerte incertidumbre en el mercado petrolero internacional son las decisiones que toman los países exportadores de petróleo agrupados en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y en la OPEP+ (OPEP Plus, llamada también la OPEP Ampliada).

La OPEP tiene mucho poder en el mercado porque controla el 60% del comercio internacional de petróleo y los países miembros tienen el 81% de las reservas mundiales.

Este poder de mercado se ha visto fortalecido aún más con el advenimiento de la OPEP+, la cual está formada en este momento por 23 países ya que a los 13 integrantes de la OPEP se le sumaron otros 10 países productores y exportadores de petróleo (Azerbaiyán, Bahréin, Brunéi, Kazajstán, Malasia, México, Omán, Rusia, Sudán y Sudán del Sur).

Al igual que la OPEP, la OPEP+ tiene como objetivo regular la oferta mundial de petróleo para incidir significativamente en los precios en el mercado petrolero mundial para maximizar sus ingresos.

Ambos carteles acuerdan colectivamente cuánto petróleo producir y exportar, lo que afecta directamente el suministro de crudo disponible en el mercado global del petróleo en un momento dado y, consecuentemente los precios.

Por sus elevados niveles de producción y de exportación, los productores y exportadores de mayor peso dentro de la OPEP+ son Arabia Saudita (primer exportador del mundo) y Rusia (segundo exportador mundial).

c. Las inversiones en la exploración y la producción de petróleo fuera de la OPEP+ son muy variables y dependen de muchos factores, lo que provoca una alta variabilidad en el suministro petrolero fuera de este cartel. El abastecimiento petrolero fuera de la OPEP+ varía según la magnitud de las inversiones que se realicen en el tiempo para lograr un aumento constante del suministro y de las reservas probadas, posibles y probables para satisfacer la creciente demanda mundial.

El monto de estas inversiones en exploración y producción ha venido cambiando en el tiempo, lo que ha creado una importante variabilidad no predecible en las condiciones de suministro petrolero en el mundo.

d. Especulación en el mercado petrolero internacional. Las grandes compras especulativas de contratos a futuro de petróleo por parte de los especuladores crean una demanda adicional de petróleo, elevando así el precio del petróleo que se entregará en el futuro, de la misma manera que la demanda adicional creada por la entrega inmediata de un barril físico de petróleo que hace subir el precio en el mercado spot.

e. Creciente incertidumbre relacionada con los niveles de la demanda mundial futura de petróleo, lo cual incide en crear fuertes presiones sobre las condiciones de suministro del mercado petrolero internacional (precio, cantidades, etc.).

En el corto plazo, y según la International Energy Agency (IEA), brazo energético de la OCDE, la demanda mundial de petróleo crecerá este año y está en camino de aumentar a un nivel récord para llegar a 101,9 millones de barriles por día (bpd), lo cual sería el nivel más alto en toda la historia de la humanidad. El promedio diario previsto para 2023 es 2 millones de bpd más alto que la cifra del año pasado.

En el largo plazo, de acuerdo con el International Energy Forum, la brecha entre los escenarios de pronóstico más alto y bajo para la demanda mundial de petróleo de aquí al 2050 se ha ampliado a un tamaño mayor que todo el mercado petrolero actual. Toda esta incertidumbre a nivel de la demanda aumenta fuertemente en la incertidumbre de las condiciones futuras del mercado petrolero internacional.

f. Altos riegos de crisis energéticas. La alta dependencia del mercado petrolero internacional para el abastecimiento energético de un país crea también altos riesgos de ser impactado fuertemente por una crisis energética.

La gran mayoría de las crisis energéticas que han ocurrido en el mundo se han originado en el mercado petrolero internacional y han sido causadas por escasez localizada de petróleo, guerras, especulación y manipulación del mercado.

2. Alto y creciente riesgo al desarrollo nacional

Las características del mercado petrolero internacional, resumidas en la sección anterior, muestran que los factores que este mercado tiene, como la alta inseguridad, la incertidumbre y la vulnerabilidad, lo hacen demasiado inestable y peligroso para basar el bienestar, la calidad de vida y el desarrollo económico y social del país.

Y más grave todavía cuando todo apunta a que todas las características adversas se agravarán con el pasar del tiempo.

Por lo tanto, no se justifica ni conviene para nada que el país se abastezca de manera excesiva de este mercado (aproximadamente las dos terceras partes del abastecimiento energético nacional) y que además lo haga de manera creciente.

Esto pone en alto riesgo el bienestar, la calidad de vida y el desarrollo económico y social del país.

3. ¿Destino o voluntad propia?

Los países que se abastecen del mercado petrolero internacional lo hacen en gran medida obligadamente por el destino, ya que no tienen los recursos energéticos (incluyendo petróleo) en su territorio que les permita depender menos o no depender del todo de este incierto y riesgoso mercado.

En el caso de Costa Rica, la altísima y creciente dependencia de este nefasto mercado ha sido por voluntad propia, la cual se origina en las decisiones que se toman en el sector energía y en los políticos que influencian estas decisiones directa e indirectamente.

Como se ha señalado en múltiples columnas anteriores, la política energética nacional y de los planes nacionales de energía de escritorio son totalmente ajenos a la realidad mundial y nacional y han sido los responsables directos e indirectos de la altísima y creciente dependencia del mercado petrolero internacional que el país tiene.

Esta situación ha venido ocurriendo en Costa Rica no por destino (como les ha ocurrido a muchos países), sino por acción (prohibición, obstaculización y bloqueo al desarrollo de todo el potencial energético nacional, etc.) y por omisión e inacción de la política energética nacional y de los planes nacionales de energía de escritorio.

Aun cuando muchos países dependen del incierto y complejo mercado petrolero por destino (carencia de suficientes recursos energéticos en su territorio para no depender del mercado petrolero internacional), la dependencia de estos países es mucho menor de la que se ha venido adquiriendo en Costa Rica por voluntad propia.

Si bien el petróleo es la principal fuente de energía del mundo, la dependencia promedio actual de los países es de apenas del 33,1% y no todo este petróleo proviene del mercado petrolero internacional porque muchos países son productores parciales o totales.

A nivel mundial, al petróleo le sigue el carbón (con el 27,0% del abastecimiento energético), el gas natural (con el 24,3%), la hidroelectricidad (con el 6,4%), la energía nuclear (con el 4,3%), la energía eólica (con el 2,2%), la energía solar (con el 1,1%), otras renovables (con el 0,9%) y los biocombustibles (con el 0,9%).

Las no renovables representan actualmente el 84,3% y las renovables el 11,3% del abastecimiento energético mundial.

El país depende por voluntad propia hoy en día del petróleo importado (en la forma de derivados) en un 64,5% mientras que el promedio mundial de la dependencia petrolera es de un 33,1%, por lo que la dependencia petrolera nacional es casi el doble de la dependencia promedio mundial.

Lo anterior se da por la voluntad de quienes toman las decisiones fundamentales en el sector energético nacional y de los políticos que las influencian directa e indirectamente.

No se da no por el destino, como por la carencia de recursos energéticos probados y potenciales en el territorio nacional, como les ocurre a muchos otros países, aunque con dependencias mucho menores que la que tiene Costa Rica.

Esto indica que quienes toman las decisiones fundamentales del sector energético nacional (incluyendo las decisiones de acción, de inacción y de omisión de la política energética y de los planes nacionales de energía) consideran que al país le conviene mucho depender masivamente y de manera creciente del mercado petrolero internacional.

Y lo consideran así cuando las evidencias sobre la realidad energética, económica y social del país y del mercado petrolero internacional muestran que es totalmente nocivo depender masivamente del mercado petrolero internacional para el desarrollo económico y social del país.

De todos los mercados energéticos, el mercado petrolero es el más incierto, el más vulnerable y el más volátil, por lo que las condiciones muy inconstantes e imprevistas de suministro (precios, cantidad, etc.) tienen grandes impactos negativos en el desarrollo económico y social de los países.

A pesar de todo lo anterior, se insiste (por acción, inacción y omisión) en dejar que el país continue aumentando su dependencia del peligroso e incierto mercado petrolero internacional.

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