Contra la pared gerente de Kölbi
Luis Valverde [email protected] | Lunes 04 junio, 2012
Enfrenta Claudio Bermúdez investigación por Internet Wimax
Contra la pared gerente de Kölbi
Redes de este tipo han fracasado en la mayor parte de Latinoamérica
La compra de equipos para ofrecer Internet inalámbrico de largo alcance (Wimax) por parte de Kölbi, tiene contra la pared al gerente de Telecomunicaciones, Claudio Bermúdez.
Debido a que se promovió su instalación en el país en momentos en que las recomendaciones técnicas apuntaban a no hacerlo, la Contraloría decidió investigar el caso y abrir un procedimiento administrativo al respecto.
Dicho procedimiento fue apelado por las autoridades del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), creadores de la marca Kölbi.
Ahora el caso deberá ser retomado por Marta Acosta, nombrada contralora hace un par de semanas. Ella será la encargada de definir si Bermúdez actuó bien al seguir adelante con el fallido proyecto.
El problema surgió porque Kölbi invirtió alrededor de $26 millones en construir una red de Internet a través de la tecnología Wimax. Con ella en teoría se logra un mayor alcance con menos torres.
El proceso arrancó en 2006 con una primera contratación por cerca de $11 millones. Incluía 125 radiobases similares a las torres de telefonía celular.
En ese momento existía en el mercado de telecomunicaciones incertidumbre sobre esta tecnología.
De hecho hubo advertencias de la Auditoría Interna para no continuar con el proyecto; pese a ello Bermúdez autorizó la segunda fase por casi $15 millones.
Las advertencias sobre los riesgos provenían también de agentes externos al ICE.
“En octubre de 2006 durante el IV Foro AHCIET móvil yo dicté un seminario en el que recomendaba ser cauteloso en el despliegue de esta tecnología e imponer metas muy conservadoras, ya que existía demasiada desinformación… a esa fecha se carecía de economías de escala o interoperabilidad de sus equipos”, dijo José Otero, presidente de Signals Telecom Consulting, al señalar que en el foro había representantes del ICE.
Los temores se han confirmado con el tiempo.
En la mayoría de países de Latinoamérica donde se instalaron redes tipo Wimax, los proyectos han venido fracasando, debido a su poca rentabilidad frente a la preferencia por otras tecnologías (redes Tercera y Cuarta Generación LTE).
“Ningún despliegue de Wimax en América Latina ha logrado cumplir con sus expectativas y muchas de estas redes ya han sido desmanteladas por los operadores”, agregó al respecto Otero.
Además de las dudas comerciales que existían, la Contraloría también basa su investigación en que el proyecto se llevó a cabo sin que fuera aprobado o analizado por la Dirección de Planificación y Mercadeo, un paso que debía cumplirse por obligación legal.
Sobre la apelación presentada ante la Contraloría se procuró la versión de Bermúdez a través de su Oficina de Comunicación, pero al cierre de edición no se había obtenido respuesta.
Luis Valverde
[email protected]
Contra la pared gerente de Kölbi
Redes de este tipo han fracasado en la mayor parte de Latinoamérica
Debido a que se promovió su instalación en el país en momentos en que las recomendaciones técnicas apuntaban a no hacerlo, la Contraloría decidió investigar el caso y abrir un procedimiento administrativo al respecto.
Dicho procedimiento fue apelado por las autoridades del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), creadores de la marca Kölbi.
Ahora el caso deberá ser retomado por Marta Acosta, nombrada contralora hace un par de semanas. Ella será la encargada de definir si Bermúdez actuó bien al seguir adelante con el fallido proyecto.
El problema surgió porque Kölbi invirtió alrededor de $26 millones en construir una red de Internet a través de la tecnología Wimax. Con ella en teoría se logra un mayor alcance con menos torres.
El proceso arrancó en 2006 con una primera contratación por cerca de $11 millones. Incluía 125 radiobases similares a las torres de telefonía celular.
En ese momento existía en el mercado de telecomunicaciones incertidumbre sobre esta tecnología.
De hecho hubo advertencias de la Auditoría Interna para no continuar con el proyecto; pese a ello Bermúdez autorizó la segunda fase por casi $15 millones.
Las advertencias sobre los riesgos provenían también de agentes externos al ICE.
“En octubre de 2006 durante el IV Foro AHCIET móvil yo dicté un seminario en el que recomendaba ser cauteloso en el despliegue de esta tecnología e imponer metas muy conservadoras, ya que existía demasiada desinformación… a esa fecha se carecía de economías de escala o interoperabilidad de sus equipos”, dijo José Otero, presidente de Signals Telecom Consulting, al señalar que en el foro había representantes del ICE.
Los temores se han confirmado con el tiempo.
En la mayoría de países de Latinoamérica donde se instalaron redes tipo Wimax, los proyectos han venido fracasando, debido a su poca rentabilidad frente a la preferencia por otras tecnologías (redes Tercera y Cuarta Generación LTE).
“Ningún despliegue de Wimax en América Latina ha logrado cumplir con sus expectativas y muchas de estas redes ya han sido desmanteladas por los operadores”, agregó al respecto Otero.
Además de las dudas comerciales que existían, la Contraloría también basa su investigación en que el proyecto se llevó a cabo sin que fuera aprobado o analizado por la Dirección de Planificación y Mercadeo, un paso que debía cumplirse por obligación legal.
Sobre la apelación presentada ante la Contraloría se procuró la versión de Bermúdez a través de su Oficina de Comunicación, pero al cierre de edición no se había obtenido respuesta.
Luis Valverde
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