Consejos para la bimodalidad laboral
Eric Briones Briones [email protected] | Viernes 30 julio, 2021
Dr. Eric Briones Briones
Doctor y Profesor en Derecho Laboral
Pareciera -sin tirar campanas al aire-, que se va a poder regresar a una nueva realidad, más normal de la que hemos vivido en los 2 últimos años, merced a la vacunación mundial; de allí la necesidad de tomar en cuenta algunas reglas o consejos, dentro del ámbito laboral. Esto por cuanto, la normalidad, ya no puede ser la misma de antes (prepandemia), con la que desempeñábamos las labores comúnmente, por eso es que a la vuelta/ o retorno, le denomino “nueva realidad”.
Es que el Covid-19, nos dejó de lección, que la modalidad de trabajo remoto o a distancia (teletrabajo/telework), es una herramienta jurídica, dentro de mundo laboral (público/privado), que es dable y trae desarrollo más inclusivo y satisfactorio para las partes, dentro de un marco práctico bimodal, es decir, con trabajo a distancia y complemento presencial, siempre y cuando sea con mesura y equilibrio; en vista que por naturaleza o conveniencia, nos hemos acostumbrado a vivir en sociedad, es por eso que el gran filosofo Aristóteles, no concibiera al hombre, no interrelacionándose entre sí, pues pensar lo contrario, sería elevarlo a rango de Dios o Bestia.
Se informa que los trabajadores de Apple, se han topado con un “muro en Cupertino” (en referencia al lugar californiano, en donde la empresa está radicada e invirtió prepandemia, un montón en infraestructura física), por cuanto entre los planes, está el regreso bajo “un modelo híbrido”, es decir, el combinado con trabajo remoto y presencial y se dice que han topado o pegado con un muro, por cuanto, muchos ya no están dispuestos a volver a lo presencial (36,7 % de trabajadores) y por ende han optado por dimitir e irse a empresas de competencia (https://www.applesfera.com/general/teletrabajo-se-topa-muro-cupertino-apple-mantiene-su-modelo-hibrido-provocando-dimisiones), en donde el teletrabajo, sí es permanente.
Bueno, desde un punto de vista personal, considero que debemos retornar dentro del ámbito de las relaciones laborales, a un sistema que denomino bimodal (tal vez más trabajo remoto que presencial), dentro de un sano equilibrio entre la satisfacción personal/familiar y lo social/psicológico, a pesar que muchos piensen lo contrario, sean que opten solo por lo presencial o por el teletrabajo. En donde, debe existir un programa nacional, que venga a hacer cambios a la ley del teletrabajo, llenando lagunas (tales como la imposición de software en aparatos propiedad de la persona trabajadora o el desconecte, entre otros, con el fin que la persona trabajadora, pueda tener reglas jurídicas claras y también pueda cumplir con sus actividades personales y sociales y en lo posible fuera de su centro de trabajo, sea de la empresa o el adaptado que haya ideado en el hogar), pero a la vez, propugnando por una democratización de las tecnologías, con abaratamiento de costes y universalización de la internet.
A nivel de las relaciones de organización patronal y persona trabajadora, ante esta nueva modalidad, debe pensarse dentro de la modalidad presencial, en una infraestructura empresarial, en donde haya distanciamiento (módulos aislados), bastante ventilación, buen equipo tecnológico, con conectividad robusta, con el fin de conjurar, las reuniones presenciales, cuando se propicien -incluso- dentro de la misma empresa, por unas que sean virtuales/sincrónicas, hasta tanto hayamos superado el Covid-19.
A nivel de modalidad teletrabajable, hay que pensar en organizar y dejar claro, los horarios y días laborables entre una y otra modalidad; la entrega de las herramientas y los costes, en donde la ley no. 9738, ha venido a estipular: como principio la obligatoriedad patronal -sin perjuicio que se varíe, por la propia voluntad de la persona trabajadora- el de proveer y garantizar el mantenimiento de los equipos, los programas, el valor de la energía; alternancia horaria mensual, entre días presenciales y no, con tal de evitar la monotonía en el trabajo; fomento de los descansos obligatorios, mediante interrupciones programadas, que sean acordes con las políticas de salud ocupacional, durante el desarrollo de la relación laboral. Capacitación y concientización de la rutina que debe desplegarse (despertarse con la debida antelación al desempeño de labores, con el fin de asesarse, hacer ejercicios al aire libre, arreglarse para que nuestra mente, entienda que se va a laborar, definir un espacio adecuado único, alimentarse de la mejor manera, estar conscientes de los descansos y tratar de evitar las interrupciones, para ello debe haber un acuerdo previo, con nuestras familias, que vivan dentro del mismo bien inmueble, etc.), en pro de la salud.
Además realización de actividades sociales no presenciales, dentro de la misma jornada, con el fin de fomentar el bienestar laboral, conocido como salario emocional y provocar así la empatía, pertenencia e identificación, dentro de los mismos colaboradores, al ser el recurso humano, lo esencial, en toda empresa exitosa. Otro elemento esencial, que entre partes debe recalcare constantemente, son los principios laborales (buena fe, lealtad, comunicación oportuna, etc.) con el fin de que se genere la confianza entre partes. Por otro lado, esencial es el fortalecimiento de los canales de comunicación de manera fluida y constante, con el fin de evitar el desarraigo o desamparo institucional; recordándose que lo importante, no es ir al trabajo, sino hacer el trabajo, dentro del cumplimiento de objetivos de productividad, se esté o no dentro del centro de trabajo, lo que debe generar, indefectiblemente mayor flexibilidad, en pro del equilibrio entre la vida laboral y personal/familiar.
Definitivamente nos tocó vivir en tiempos distintos, en donde lo único previsible, son los cambios constantes, producto no solo de las pandemias, sino de las tecnologías desarrolladas de manera pro activa, a lo cual debemos adaptarnos, con el fin de permanecer dentro del mercado laboral, en pro de hacer una vida personal/familiar próspera y un mundo mejor.