Color político pesó en nombramientos en la Cancillería
Natasha Cambronero [email protected] | Martes 20 diciembre, 2011
El 48% del personal designado en el servicio exterior tiene un vínculo con el PLN
Color político pesó en nombramientos en la Cancillería
Procuraduría señala deficiencias en gestión de excanciller Castro, pero no emite sanciones
Al menos 23 de las personas que fueron nombradas para ejercer un puesto en el servicio exterior tienen algún vínculo con el partido oficialista Liberación Nacional.
Tras realizar un análisis a 48 designaciones, la Procuraduría General de la Etica constató que el 48% de esas plazas fue asignado a miembros del comando de campaña de la presidenta Laura Chinchilla, a partidarios verdiblancos, exdiputados y contribuyentes.
Así como a hijos, parientes o excolaboradores de ministros, vicepresidentes y diputados que actualmente ostentan un cargo en este gobierno.
Si bien la Procuraduría evidenció falta de transparencia y fundamentación en la gestión que realizó la Cancillería, cuando estaba bajo el mando de René Castro, actual ministro de Ambiente y Energía, no ordenó sanciones y por el contrario giró una serie de recomendaciones.
La intención es que la investigación ahora corra por cuenta del canciller Enrique Castillo, quien deberá determinar si existieron irregularidades en los nombramientos y aplicar las medidas disciplinarias correspondientes.
De igual forma, deben informar a la Procuraduría sobre los avances de los estudios, para que este órgano pueda determinar a ciencia cierta si alguien violó algún principio ético de la función pública, pues no tiene certeza.
Inicialmente, el informe revela que en muchos casos no existía sustento para realizar los nombramientos por inopia, pues no se comprobó que las plazas salieran a concurso.
También señala que la mayoría de las personas designadas no cumplían con el currículo ni la experiencia indispensable para ejercer un cargo diplomático.
Algunos, o bien no tenían estudios superiores o los títulos obtenidos no tenían ninguna relación con el cargo para el cual fueron nombrados.
Además, no se mencionan las razones que justifiquen por qué eran idóneos para ejercer el puesto en las diferentes embajadas y consulados de Costa Rica en el mundo.
Otro yerro que menciona la Procuraduría es que esos nombramientos al haber sido hechos en la Comisión de Servicios Exteriores, debían especificar el supuesto por el cual se realizaron, es decir, por inopia, conveniencia nacional o emergencia, pero en varios casos no se hizo la especificación.
Pese a las deficiencias encontradas, los procuradores Gilberth Calderón y Tatiana Gutiérrez dicen no poder emitir sanciones, ya que existe la posibilidad de que se haya omitido información.
Entre tanto, el canciller Castillo reconoció que aunque el informe no sea vinculante, él se compromete a cumplir con las recomendaciones dadas, pero fue enfático en que si la Procuraduría no emitió sanciones, cree que en el futuro tampoco serán necesarias.
Además, libró de cualquier responsabilidad personal a su antecesor.
El informe analiza 44 nombramientos de la actual administración y cuatro durante la pasada.
Natasha Cambronero
[email protected]
Color político pesó en nombramientos en la Cancillería
Procuraduría señala deficiencias en gestión de excanciller Castro, pero no emite sanciones
Al menos 23 de las personas que fueron nombradas para ejercer un puesto en el servicio exterior tienen algún vínculo con el partido oficialista Liberación Nacional.
Tras realizar un análisis a 48 designaciones, la Procuraduría General de la Etica constató que el 48% de esas plazas fue asignado a miembros del comando de campaña de la presidenta Laura Chinchilla, a partidarios verdiblancos, exdiputados y contribuyentes.
Así como a hijos, parientes o excolaboradores de ministros, vicepresidentes y diputados que actualmente ostentan un cargo en este gobierno.
Si bien la Procuraduría evidenció falta de transparencia y fundamentación en la gestión que realizó la Cancillería, cuando estaba bajo el mando de René Castro, actual ministro de Ambiente y Energía, no ordenó sanciones y por el contrario giró una serie de recomendaciones.
La intención es que la investigación ahora corra por cuenta del canciller Enrique Castillo, quien deberá determinar si existieron irregularidades en los nombramientos y aplicar las medidas disciplinarias correspondientes.
De igual forma, deben informar a la Procuraduría sobre los avances de los estudios, para que este órgano pueda determinar a ciencia cierta si alguien violó algún principio ético de la función pública, pues no tiene certeza.
Inicialmente, el informe revela que en muchos casos no existía sustento para realizar los nombramientos por inopia, pues no se comprobó que las plazas salieran a concurso.
También señala que la mayoría de las personas designadas no cumplían con el currículo ni la experiencia indispensable para ejercer un cargo diplomático.
Algunos, o bien no tenían estudios superiores o los títulos obtenidos no tenían ninguna relación con el cargo para el cual fueron nombrados.
Además, no se mencionan las razones que justifiquen por qué eran idóneos para ejercer el puesto en las diferentes embajadas y consulados de Costa Rica en el mundo.
Otro yerro que menciona la Procuraduría es que esos nombramientos al haber sido hechos en la Comisión de Servicios Exteriores, debían especificar el supuesto por el cual se realizaron, es decir, por inopia, conveniencia nacional o emergencia, pero en varios casos no se hizo la especificación.
Pese a las deficiencias encontradas, los procuradores Gilberth Calderón y Tatiana Gutiérrez dicen no poder emitir sanciones, ya que existe la posibilidad de que se haya omitido información.
Entre tanto, el canciller Castillo reconoció que aunque el informe no sea vinculante, él se compromete a cumplir con las recomendaciones dadas, pero fue enfático en que si la Procuraduría no emitió sanciones, cree que en el futuro tampoco serán necesarias.
Además, libró de cualquier responsabilidad personal a su antecesor.
El informe analiza 44 nombramientos de la actual administración y cuatro durante la pasada.
Natasha Cambronero
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