Catalina Rivera: Abogada, tercera maestría en curso y mejor karateca de América
Walter Herrera [email protected] | Miércoles 08 marzo, 2023
Por primera vez en la historia una mujer tica se ubica en el Top 20 en ranking de mejores karatecas del planeta en Kyokushin y es la mejor representante de América.
La abogada costarricense y atleta Catalina Rivera es la #17 del mundo en la categoría -55 kg.
Actualmente Rivera vive en Barcelona, para estar más cerca del circuito europeo y La República conversó con ella en el marco del Día Internacional de la Mujer.
ENTREVISTA
CATALINA RIVERA
KARATECA
¿Cómo hace para ser Top 20 del mundo en karate, trabajar y cursar la tercera maestría?
No es la primera persona que me lo pregunta. Creo que es porque no me gusta estar quieta, la verdad, me gusta invertir mi tiempo y no gastarlo. La disciplina, tener metas claras y querer alcanzarlas, creo que es lo que me hace organizarme, enfocarme en lo que quiero, en lo que me llena el corazón, lo que me da paz y sentido a mi vida.
Siento que la vida es muy corta y hay que hacer lo que nos apasiona, disfrutar cada minuto.
¿Cuál es el legado que quiere dejar a las mujeres?
Que crean. Que todas tenemos una luz propia, que somos capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos.
¿Cuál mujer es la principal motivación en tu vida?
Tengo tres mujeres que son mi principal motivación: mi mamá y mis dos hermanas. Cada una de ellas tan diferentes pero tan increíbles, son mis heroínas, cada una aporta a mi vida. Mi mamá, Roxana, pues el ejemplo de mujer que he tenido desde que nací, con un corazón gigante, fuerte, trabajadora, siempre pendiente de mis hermanos y de mí. Aún hoy, todos los días nos llama para saludarnos y darnos la bendición. Mi hermana mayor, Carolina, me ha dado el regalo de ser tía, es una mamá maravillosa, con unas destrezas increíbles, enfocada en su familia, bondadosa, cuidadora, es como una mamá pero en hermana.
Y mi hermana menor, Glori, mi amiga del alma, una profesional de la que no paro de aprender, deportista, diciplinada, fuerte en sus decisiones. Las tres son mi motor. Mi familia es mi motivación.
¿Ha sufrido mucho su mamá cuando la ve peleando?
Al día de hoy, mi mamá nunca me ha visto pelear en vivo, dice que no puede, que le daría algo. Como sabe que el karate Kyokushin es full contact, siempre me ha dicho que lo que siente es una preocupación y un gran susto.
Cuando voy a los torneos, sé que no para de rezar, desde que me tengo que ir a pesar, hasta que termina el campeonato.
Y ya después, cuando sabe que estoy bien, me pide los videos de las peleas para verlos. Mantiene a Dios y todos los ángeles en vela.
¿Alguna vez fuiste víctima de machismo en el deporte, cómo lo abordaste?
Claro, fue muy difícil. Pero siempre tuve a la par a mi papá apoyándome. Yo soy sumamente cercana con él, y cuando sentía que flaqueaba, él siempre me recordaba la película del Kung Fu panda, porque en ella, el Maestro Oogway siempre decía “Debes creer”, así que me enfocaba en lo que amo el karate, en que es algo muy personal, y en creer.
¿Cuál es ahora tu mayor sueño?
Mi mayor sueño es lograr ser campeona del mundo. Paso a paso y sin prisa. Trabajando por ello, respetando siempre los planes que Dios tenga para mí.
Además, terminar mi maestría, y, con todo lo que he aprendido, lograr empresas humanas, saludables y trabajadores más felices. Una de mis maestrías es en prevención de riesgos laborales, además hice una certificación en ‘Chief Happiness Officer’ y la maestría actual es en responsabilidad social corporativa y liderazgo sostenible.