Caos en el MOPT

Jonathan Prendas

Diputado Nueva República

El presidente Carlos Alvarado y su ministro de obras públicas, Rodolfo Méndez, recibieron insultos de la gente durante una inspección vial en la rotonda de la Bandera. Les decían que venía el OIJ

o que “sigue el chorizo”.

La indignación obedece a varios factores. Por supuesto, pesa muchísimo el llamado caso Cochinilla, que investiga a una supuesta red de crimen organizado que habría pagado sobornos para favorecer a empresas privadas en licitaciones de construcción y mantenimiento de la red vial.Estas acciones provocaron un déficit de ₡78.000 millones entre el 2018 y los primeros trimestres del 2020.

También influye el pésimo estado de nuestras carreteras, llenas de peligrosos huecos y maleza, así como los fiascos en la ampliación de la ruta 32 –que puede terminar costando más de $500 millones-, los serios atrasos en los pasos a desnivel en Cartago o las constantes amenazas para no concluir la Circunvalación.

A una población castigada por la pobreza, el desempleo y la desigualdad, le duele que se bote el dinero de todos, que no se use responsablemente.Sabe que esos rezagos constituyen un serio riesgo para la competitividad del país, aumentan los costos de operación de los vehículos, incrementan los tiempos de viaje e incluso la contaminación ambiental. O sea, nos sale todavía más caro.

De acuerdo con el Lanamme, el Estado desembolsó ₡14 mil millones en obras que en realidad no sirvieron para mejorar las carreteras. Más bien, se gastaron ₡11 mil millones en vías que mostraron un importante deterioro. De hecho, esta situación puede obligar a la próxima administración ainvertir ₡235.000 millones para recuperarlas.

A los costarricenses nos disgusta que nos sigan viendo la cara. El Conavisuspendió los contratos de conservación vial para supuestamente buscarmejores opciones contractuales, pero no concreta nada; ni pica leña ni presta el hacha y las calles siguen hechas pedazos. Además, aunque Méndez Mata nos dijo a los diputados de la comisión Cochinilla que en el MOPT hay duplicidad de funciones y se desperdician los recursos, la reforma institucional que prometió no va a ocurrir.

En el 2020, la auditoría general del ministerio argumentó que era necesario revisar con urgencia la cantidad de funcionarios empleados en sus sedes regionales, pues aún sin plantas de asfalto y sin la potestad de intervenir los caminos vecinales, sus gastos operativos ascendieron a más ₡10 mil millones en el 2019. El 75% de ese monto se dedicó a salarios.

La gente no puede sacarse las espinas que dejaron las comparecencias de la comisión. Les inquietan los señalamientos del gerente de conservación de vías del Conavi, quien dijo ser víctima de represalias, aislamiento y acoso laboral después de que denunciara actos y pagos irregulares en rutas de San Carlos. Los informes que presentó, nos comentó a los diputados, disgustaron al ministro Méndez.

A todos nos preocupa lo dicho por el exasesor jurídico de don Rodolfo, Verny Jiménez, quien denunció que por advertir actos irregulares “lo mandaron al refrigerador”. Por ejemplo, sobre la expropiación del restaurante Friday’s en San Pedro, señaló fallas sobre la forma en que se calculó el pago. “Por temas de plata yo no voy a atrasar una obra. Páguese eso y ya”, le habría dicho el ministro.

En resumen, lo que la gente pide a gritos es que haya cambios en el MOPT. Algunos demuestran su impotencia con insultos, pero la verdad es que lo que hay que hacer es manifestarse a través del voto y sacar del poder a quienes han favorecido este caos. Como al ministerio, al país le urge una transformación.