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Lunes, 25 de noviembre de 2024



COLUMNISTAS


Ante el Bicentenario de la Anexión de Nicoya

Vladimir de la Cruz [email protected] | Miércoles 29 mayo, 2024


Vladimir de la Cruz

Historiador

Estamos a ocho semanas de celebrar el 200 aniversario de la incorporación del viejo Partido de Nicoya a Costa Rica, el próximo 25 de julio. De todas las fechas regionales, cantonales, esta es la única que se celebra nacionalmente, con todo esplendor y la bulla que merece. A tan pocos días de este importante acontecimiento pareciera en el ambiente que no hay nada, a la vista, que se oriente y disponga a celebrar la Anexión, como se le llama a esta fecha, con toda la pompa y fiesta que merece.

No dudo que, en los días inmediatos, las escuelas y colegios se pondrán en prácticas de desfiles y de actos conmemorativos para ese día, que caerá miércoles, y nada más. Pero, insisto, no hay nada anunciado, para estos dos meses, en actividades de foros, mesas redondas, conferencias, discusiones, eventos que nos permitan reflexionar sobre la importancia de la incorporación de Nicoya a Costa Rica, su impacto en la vida nacional, en la identidad, en el folklor, la gastronomía, la música, la literatura, la economía, en el turismo hoy, en su riqueza biológica, natural, en sus parques nacionales, reservas, refugios, sus playas, su geografía, en los sitios históricos asociados a Guanacaste hoy como la Hacienda Santa Rosa, cuna de la defensa de nuestra Soberanía, Independencia y Libertad.

En lo que conozco, la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia y la Editorial Costa Rica sí han programado líneas de producción, edición y divulgación de libros relacionados con el Partido de Nicoya y la Provincia de Guanacaste, para este año y el siguiente.

El vacío informativo que existe sobre esta fecha a 60 días de su celebración pone en evidencia el desinterés nacional que se ha venido estimulando en el proceso educativo, cultural y político del país por fortalecer la Historia Nacional, las tradiciones históricas y patrióticas, las celebraciones de las fechas que son hitos en nuestro desarrollo económico, político, histórico e institucional. Es un reflejo de la castración mental que ha sufrido nuestra clase gobernante, cada vez más desnacionalizada y tendenciosamente apátrida, encargada de preservar y fortalecer estos valores y tradiciones, de cultivarlos y enaltecerlos, como elemento y gran escudo protector, frente al globalismo y las nuevas relaciones regionalistas internacionales hoy; de esa case gobernante encargada de la formación de los educandos y futuros ciudadanos. De ello son víctimas colaboradores inconscientes también los grupos sociales organizados, despreocupados de estos asuntos nacionales, especialmente los relacionados con el mundos laboral magisterial y de la cultura. Los partidos políticos por oportunismo saludarán la celebración del Bicentenario de la Anexión, sin que por ellos fluya la más mínima gota de sangre nacional, y el más comprometido interés por los problemas de la Provincia de Guanacaste, como se celebra la Anexión del partido de Nicoya.

La región hoy de Nicoya, y de la Península de Nicoya, fue avistada por el conquistador Pedrarias Dávila, quien impulsó expediciones desde 1518 hasta 1524, con las que recorrió Punta Burica, Golfo Dulce y el Golfo de Nicoya, en 1519.

Poco tiempo después el conquistador Gonzalo Fernández de Oviedo escribe sus andanzas en la región “del Golfo de Nicoya y sus comarcas”, habla del Golfo, de las islas, describe a los hombres y las mujeres.

La región, a la llegada de los españoles, estaba ampliamente poblada, se extendía culturalmente en una sola área desde Nicoya hasta Managua, Nicaragua. Ricamente descrita la ciudad de Nicoya por los primeros conquistadores, de comunidades indígenas que practicaron la pesca con amplios conocimientos del mar, con las islas del Golfo pobladas. Desde el cacique Nicoya, en 1522, hasta la cacica Juana de Contreras, en 1760, ya con nombre españolizado, la región fue la puerta de penetración de las empresas conquistadoras y colonizadoras. Se dice que Gil González pacificó Nicoya y bautizó, en 1522, más de 32.000 indígenas, cifra muy superior a la existente al finalizar la colonia en Costa Rica.

El 16 de marzo de 1527 se creó la Gobernación de Nicaragua. Costa Rica formaba parte de la jurisdicción de Veragua, en el atlántico, y se encontraba entre Castilla de Oro y Nicaragua, por el pacífico. La Corona española había creado la provincia de Nicaragua, segregándola de Castilla de Oro, que incluía el territorio del reino de Nicoya. El 1 de junio de 1527 se erigió la Provincia de Nicaragua.

Hasta 1529, prácticamente, pertenecimos a la Gobernación de Nicaragua. En el período 1536-1540 se posibilitó la integración territorial de Costa Rica. En 1539 se empieza a usar el nombre de Costa Rica en documentos españoles.

En 1540 se crea la Provincia de Nueva Cartago, abarcando todo el territorio de la costa caribe y lo que es hoy la Mosquitia pertenecía a Costa Rica, bajo la Gobernación de Cartago o Costa Rica.

En 1554, el 10 de julio, fue establecido el Corregimiento de Nicoya al ser segregado de la Gobernación de Nicaragua o Provincia de Nicaragua, y se creó la Alcaldía Mayor de Nicoya, o Corregimiento de Nicoya.

Con el establecimiento en 1566 la Alcaldía Mayor de Nicoya, Corregidores y Alcaldes la gobernaron por los siguientes 250 años, dependiendo de Costa Rica como de Nicaragua.

Fue independiente desde 1588 hasta 1593 y gozó de plena autonomía de 1602 a 1786. En 1744 se le consideraba parte de Costa Rica.

En 1573, Diego de Artieda fue nombrado Gobernador de Costa Rica, de la Provincia de Nicaragua y de Nicoya. Ese mismo año el Rey Felipe II fijó nuevos límites creándose oficialmente la Provincia de Costa Rica.

Con las Reformas Borbónicas, de 1780, España impulsó, con ánimo de mantener un papel más predominante con Europa, una reestructuración de territorios y creó partidos, entre estos surge la denominación del Partido de Nicoya, Segovias y Managua, Rivas, la Provincia Costa Rica, y se crearon Intendencias.

En 1593 la Alcaldía Mayor de Nicoya se agregó a la Provincia de Costa Rica. Desde 1602 hasta 1786 la Alcaldía Mayor de Nicoya fue de nuevo autónoma respecto a Nicaragua y Costa Rica.

En 1769 se fundó el pueblo de Guanacaste (Liberia) y se erige su ermita. En 1772 se erigió el pueblo de Santa Cruz.

En 1786, el 23 de diciembre, el Corregimiento de Nicoya o Alcaldía Mayor de Nicoya, fue nuevamente unido a la Provincia de Nicaragua, al ser incorporado como Partido a la Intendencia de León, creada como una dependencia político-administrativa del Reino de Guatemala.

En 1812, el 23 de mayo, se segregan del Reino de Guatemala los territorios de la Intendencia de León y de la Provincia de Costa Rica, con las mismas facultades de una Intendencia, que en lo hacendario dependía de la Intendencia de León, para reunirlos en una nueva circunscripción, la Provincia de Nicaragua y Costa Rica, que se constituyó en una de las dos Diputaciones de la región centroamericana, junto a la Provincia de Guatemala, como resultado de la división administrativa que se impuso por las Cortes de Cádiz.

En 1812 se unieron Nicoya y Costa Rica para elegir diputado a las Cortes de Cádiz, y la Intendencia de León fue unida con la Provincia de Costa Rica.

La Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica se integraba con siete diputados, uno de León, Granada, Rivas, Segovia, y Nicoya; y dos por Cartago.

Bajo la ocupación francesa de España, 1808-1814, bajo las Cortes de Cádiz, 1812, y bajo la Restauración monárquica en España, a partir de 1814, hasta 1821, se desarrolla la Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica, que durante los años 1812-1821, dependió de la Capitanía General de Guatemala y de la Intendencia de León.

Durante el periodo 1814-1820, en que la Constitución de Cádiz se suspendió, nuevamente se crearon la Intendencia de León y Provincia de Costa Rica.

Al restituirse en marzo de 1820 la Constitución de Cádiz, se restablece la Provincia de Nicaragua y Costa Rica. El 13 de diciembre, de 1820, la nueva Diputación Provincial divide el territorio en siete partidos: Segovia, El Realejo, León, Granada, Nicaragua (Rivas), Nicoya y Costa Rica.

El 15 de setiembre de 1821 se acuerda el Acta de Independencia de la Provincia Guatemala y comunicarla a los pueblos del antiguo Reino de Guatemala. Así, el 21 de setiembre 1821, el Salvador declara su Independencia; el 28 de setiembre la declaran Nicaragua y Honduras, Nicaragua acuerda el Acta conocida como la de los Nublados del día, acta que Nicaragua rectifica el 11 de octubre 1821, reafirmando su Independencia.

El 12 de octubre Costa Rica inicia el conocimiento de las Actas de Independencia de Guatemala y de Nicaragua, y se acuerda nombrar delegados para reunirse en Cartago para tomar la decisión de la Independencia.

El 26 de octubre de 1821 Ayuntamiento de Nicoya declara su Independencia.

Costa Rica proclama su Independencia el 29 de octubre en Cartago, y someter el Acta a Jura de los pueblos, quedando todavía de manera interina el gobernador Colonial a cargo del gobierno, hasta mediados de noviembre.

El 11 de noviembre, San José y Alajuela desconocen la autoridad colonial interina, y acuerdan establecer la Primera Junta de Legados, el primer gobierno en el período independiente, que ordena redactar una Constitución Política, la del Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica, o Pacto de Concordia, del 1 de diciembre de 1821. Así se acaba la Provincia de Nicaragua y Costa Rica, y surge Costa Rica, como Provincia, absolutamente independiente.

El 16 de agosto, de 1823 las autoridades de Granada, Nicaragua, reconocen el deseo de los nicoyanos de adherirse a Costa Rica.

El 6 de noviembre de 1823, el Alcalde de Nicoya propuso la creación de un cabildo en Santa Cruz, moción rechazada porque los regidores nicoyanos consideraron que les perjudicaba al disminuir el ayuntamiento de Nicoya que era la cabecera de este Partido.

El 9 de setiembre de 1823 las autoridades de León igualmente conocieron el deseo de los nicoyanos de adherirse a Costa Rica.

El 3 de marzo de 1824 el Gobierno del Estado de Costa Rica propuso a la Municipalidad de Nicoya incorporarse a Costa Rica.

En 1824 Costa Rica se integra a la República Federal de Centroamérica, al igual que Nicaragua.

Nicoya, respecto a Nicaragua y Costa Rica, tenía una relación más estrecha comercial con Costa Rica, primero a través de Esparza y de Puntarenas y luego a través de Bagaces y las Cañas.

El 5 de marzo de 1824 las autoridades costarricenses enviaron una comunicación a los ayuntamientos del Partido de Nicoya, invitándolos a deliberar "...a ver si convenía reunirse a su Provincia sin contrariar las voluntades".

El Ayuntamiento de Guanacaste (Liberia) el primero en convocar a un cabildo abierto para decidir tan importante cuestión. En un interesante documento los miembros de la Corporación confesaron que apenas recibida la nota se inclinaron por la Anexión "...por el cúmulo de circunstancias y ventajas que la acompañan". Sin embargo, en un cabildo abierto realizado el 23 de mayo de 1824, la población de Guanacaste (Liberia) en su mayoría se manifestó contraria a esa unión con Costa Rica.

El 27 de junio de 1824, la convocatoria de Costa Rica fue conocida por la Municipalidad de Santa Cruz con la mayor parte de su pueblo. Los santacruceños decidieron aceptar lo que determinara la Municipalidad de Nicoya, decisión que expresaron con toda claridad: "...haciendo esa noble Municipalidad (Nicoya) lo que tenga por conveniente, reciba nuestro parecer en el tanto de su determinación..."

El 4 de julio de 1824 la Municipalidad de Nicoya conociendo la invitación hecha por Costa Rica dispusieron unirse, y el 25 de julio los habitantes del Partido de Nicoya expresaron libremente su deseo de anexarse a Costa Rica, como ellos mismo lo manifestaron, “De la patria por Nuestra voluntad”, reconociendo ventajas de esa incorporación.

El 2 de agosto, la Junta Gubernativa Superior de Costa Rica tomó en consideración que si bien la Asamblea Nacional Constituyente tenía la última palabra en el asunto, por el estado de división, anarquía y guerra civil en que se encontraba Nicaragua, era un deber del gobierno costarricense proteger a los nicoyanos, y declaró que los pueblos de la comarca de Nicoya y Santa Cruz "...se admiten y quedan interinamente bajo la protección del Gobierno de este Estado para la conservación de su quietud, seguridad y administración hasta la resolución de la Asamblea Nacional Constituyente".

En 1824, en los primeros días de setiembre, la Junta Gubernativa envió al Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas de Centro América todos los documentos relacionados al asunto de la Anexión.

El 22 de noviembre, de 1824, la Asamblea Nacional Constituyente señaló que le correspondería al Congreso Federal de la República de Centro América resolver el asunto del Partido de Nicoya.

En 1825, 18 de marzo, el Congreso de la República Federal Centroamericana reconfirmó la unión.

El 30 de marzo de 1825 el Congreso Federal tomó la decisión de involucrar a la población de Guanacaste (hoy Liberia), en el proceso de anexión a Costa Rica a pesar de que esta se había mantenido unida a Nicaragua, manteniendo así la unidad del Partido de Nicoya.

El 25 de julio de 1825 se ejecuta el Acuerdo de Anexión.

El 12 de setiembre de 1825 el Congreso Federal Centroamericano declara provisionalmente la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, ante solicitud nicaragüense de revocar dicha Anexión.

El 9 de diciembre de 1825, el Congreso Federal promulgó, el decreto por el que se establece la afirmación del dominio territorial por parte de Costa Rica.

El 18 de marzo de 1826 el Senado de la República Federal resuelve de manera definitiva la Anexión, señalando que “hasta que se haga la demarcación del territorio de los Estados, que previene el artículo 7° de la Constitución, el Partido de Nicoya continuará separado del Estado de Nicaragua y agregado al de Costa-Rica.”

El 11 de mayo de 1826, la Municipalidad de Santa Cruz jura obediencia a Costa Rica y se destituye al Alcalde que se oponía a la Anexión, que continúa conspirando contra la anexión en junio y julio.

El 13 de mayo, de 1826 la Alcaldía de Nicoya emite una declaración por la cual establece “el Partido legítimamente unido a Costa Rica”, y “ la voluntad general de este vecindario es por la agregación al citado estado sin que haya un individuo solo que opine lo contrario”.

El 28 de julio de 1826 se realiza un cabildo abierto en la Municipalidad de Nicoya para rebatir acusaciones del gobierno nicaragüense al costarricense y reiterar la Anexión a Costa Rica.

El 16 de agosto de 1826 la Alcaldía de Nicoya reafirma por Juramentación la Anexión a Costa Rica y jura la Constitución de Costa Rica.

El 30 de agosto de 1826 la Alcaldía de Santa Cruz reafirma por Juramentación la Anexión a Costa Rica.

El 17 de setiembre de 1826 La Costa y Lagunilla de Santa Cruz juran la Constitución de Costa Rica.

El 24 de setiembre de 1826 la Alcaldía de Guanacaste (Liberia) intenta reafirmar por Juramentación la Anexión a Costa Rica.

El 1 de octubre de 1826 la Alcaldía de Guanacaste (Liberia) reafirma por Juramentación la Anexión a Costa Rica. A partir de este momento prácticamente el Partido de Nicoya queda integrado totalmente a Costa Rica.

En 1831 se le da él título de Villa al pueblo de Guanacaste, y en 1834 la totalidad de las municipalidades de la región, del Partido de Nicoya, aceptaban la incorporación al territorio costarricense.

En 1835 desapareció el Partido de Nicoya, dando lugar al Departamento de Guanacaste, que junto con los Departamentos Oriental y Occidental constituyeron la primera división territorial administrativa del país, que llegó hasta 1848, cuando se crearon las Provincias de San José, Alajuela, Cartago, Heredia y Guanacaste, y las Comarcas de Puntarenas y Limón.


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