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NOTA DE TANO


Ante EE.UU., la Tricolor se desplomó en la segunda parte

Gaetano Pandolfo [email protected] | Martes 05 febrero, 2019

Pablo Arboine fue la mejor cara joven del equipo.

El recorrido apenas se inicia, pero el cuerpo técnico de la Selección Nacional haría bien, como señal de aprendizaje, en analizar por qué el equipo se desplomó y se derrumbó en el segundo tiempo frente a Estados Unidos.

Bastó que los anfitriones aceleraran su accionar, después de un primer tiempo parejo, para desaparecer por completo al equipo de Gustavo Matosas, quien, olfateando temprano el oleaje que se le venía encima, ordenó tres variantes en 18 minutos, que lo que hicieron fue enredar aún más el planteamiento del equipo.

La Tricolor se diluyó en la segunda parte y desapareció de escena; el equipo que dirige con mucho entusiasmo, unión y camaradería (se notó en el encuentro), Gregg Berhalter les pasó por encima a los nuestros, anotó dos goles, pegó tres remates en los postes y perdió como dirían algunos tres goles “muertos”, lo que pudo llevar al amistoso a un resultado de escándalo.

Estados Unidos presentó futbolistas de altísimo nivel, resaltando por su orden, el atacante por la izquierda Paul Arriola, intratable e incontenible a pesar de los esfuerzos del veloz Keysher Fuller e incluso Pablo Arboine.

Otro jugadorazo fue Djordje Mihalovic, molido a golpes por David Guzmán y desde luego Sebastián Llelget, quien entró de cambio en el minuto 63, para guiar el resquebrajamiento de nuestra frágil retaguardia.

Mérito de don Gustavo fue arriesgarse a presentar una formación 4-2-3-1 plagada de novatos. Contrario a otros colegas que lo antecedieron en el cargo, el charrúa puso a jugar a los nuevos y no los llevó a pasear.

Las tres caras a la espalda del ariete José Guillermo Ortiz, fueron rostros de veinteañeros: Marvin Loría, Ronaldo Araya y José Alfaro, tripleta que formó parte integral y articulada de un equipo que se paró bien en la cancha, presionó la salida del rival, tuvo mucha movilidad y sostuvo un 0-0 decente.

Pero, y lo repetimos, debe llamar la atención, porque este equipo se derritió como mantequilla al horno para el complemento.

Si falló la condición física, debe llamarse la atención al responsable de ese departamento y si los ingresos tempranos de Alberth Villalobos, Jean Scott y Jonathan McDonald, confundieron el sistema de juego del equipo, la responsabilidad de la derrota recae sobre el director técnico.

“Tendremos días de sol y de tormenta”, dijo Matosas después del partido. Bueno, no cabe duda que empezamos con lo segundo.

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