¿Aló, Costa Rica? La CEDAW llama
Larissa Arroyo [email protected] | Lunes 31 julio, 2017
Quedó pendiente en el blog pasado “Atención: ¡Mujeres luchando por sus derechos!” el resultado del proceso del Estado de Costa Rica para la rendición de cuentas la implementación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés). Ese resultado no es más que una serie de recomendaciones que el Comité CEDAW hace al país. Estas son hechas tanto a partir de la información provista por el Estado en su informe del 2015 y anexos, como de la respuesta solicitada por el Comité a través de la “Lista de problemas” y que Costa Rica envió en el 2017 respondiendo en un informe del 2017 y anexos, así como de la información provista por sociedad civil, en este caso la Coalición Feminista y por la Defensoría.
Sería imposible hacer aquí un resumen de todas las observaciones finales del Comité CEDAW a Costa Rica, así que solo resaltaré algunos puntos:
1. El papel de la Asamblea Legislativa
El Comité CEDAW fue enfático, en el punto 7, sobre el papel crucial de nuestra Asamblea Legislativa en el cumplimiento de la implementación de la Convención CEDAW. Hay que saber que la CEDAW tiene un rango incluso superior a nuestra propia constitución en tanto amplíe la protección de los derechos, esto por la misma interpretación que ha hecho nuestra Sala Constitucional. En esta ocasión, el Comité insta a la Asamblea a tomar los pasos necesarios para cumplir con la total implementación de las recomendaciones.
Esto se contrapone particularmente con las posiciones de diputados del bloque fundamentalista cristiano que han venido oponiéndose a los temas sobre Derechos Humanos, pero particularmente sobre aquellas propuestas dirigidas a reconocer y garantizar los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos. Varios de ellos incluso, han demostrado ignorancia(¿y/o mala fe?) en materia de Derecho Internacional, con tal osadía de pretender desconocer la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Artavia Murillo.
Hagamos la suma: la CEDAW está por encima de la Constitución Política, la Sala Constitucional dice que tiene rango superior a la Constitución y que se integra al derecho nacional, el Comité CEDAW es el encargado de interpretar la CEDAW, el Comité establece los pendientes en la protección de los derechos de las mujeres y las obligaciones estatales, ergo, Costa Rica tiene que cumplir con las observaciones finales que recibió hace unos días.
2. Aplausos, aplausos, aplausos
La obligación de difusión de la CEDAW, como consta en el punto 46, parece ser el primer incumplimiento que habría que resolver porque si no se conocen los derechos, no se pueden defender. Por eso es preocupante, que en las vías estatales, tales como el Facebook y la página web del INAMU, así como el Facebook y página web del Poder Judicial, aún no se ha posteado nada sobre las recomendaciones hechas desde el 24 de julio. En el caso del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres al menos subieron con un vídeo de la participación oficial estatal y en una respuesta pública me hicieron saber que están esperando la versión en español, lo cual es comprensible, porque lo anterior se puede solucionar en unos días, sobre todo sabiendo que por ahora solo está la versión en inglés.
Lo que me produce real preocupación es el comunicado oficial en la página web de la Cancillería, en donde se echan flores con titulares como “El CEDAW felicita a Costa Rica por los progresos alcanzados en la eliminación de discriminación contra la mujer”. Por supuesto que no hacen mención alguna a las preocupaciones del Comité, a los pendientes que Comité les hace ver y mucho menos a las observaciones que tienen que implementar.
3. Protección a las defensoras de derechos humanos
El Comité manifestó preocupación, en el punto 14, ya que los estereotipos de género, incluyendo los roles y responsabilidades de los hombres y las mujeres en la familia y en la sociedad, persisten como una forma discriminación. Aquí lo interesante es que hizo referencia a la influencia negativa del quehacer de los grupos de hombres y de padres, que impiden alcanzar el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres particularmente en relación a la igualdad en la vida de familia.
Si se preguntan cuáles son esos grupos, son aquellos que insisten en el uso de los estereotipos de género, afirmando que tener un hijo o una hija es un negocio para las mujeres, protestando por pagar pensiones tan altas, aunque la menor en este momento sea de 1.500 colones y el promedio por expediente, no por persona, sea de menos de 85.000 colones. Son también los mismos que insisten en que las mujeres ya no tenemos derechos sino privilegios y que insisten en el falso "síndrome de alienación parental", para justificar la continuación de la violencia contra las mujeres alegando que ellas manipulan a sus hijos e hijas para distanciarles de sus padres como si el maltrato a la madre no fuera razón suficiente para que un niño o una niña no quiera ver a su progenitor. Esos mismos grupos, son los que en una infinidad de veces nos han llamado entre otras cosas feminizis, estigmatizando y hasta acosando y amedrentando particularmente en redes, a quienes somos defensoras de los derechos humanos de las mujeres.
Por eso es importante, en este sentido, que el Comité pidiera que el país promueva el reconocimiento social, inclusión y protección de las organizaciones de mujeres y defensoras de los derechos humanos de las mujeres, así como asegurar su seguridad personal y garantizar que podamos hacer nuestro trabajo.
Este me parece que tiene relación directa, con la recomendación del Comité en el punto 16, para que el Estado, en cooperación con sociedad civil, trate de generar concientización y visibilización de la violencia que vivimos las mujeres lesbianas, bisexuales, trans e intersex pero sobre todo tomar medidas para prevenir, investigar y sancionar los crímenes de odio y dar reparación y compensación a las víctimas.
4. Medios de comunicación: la última frontera
Bajo el argumento de la libertad de expresión, como algo intocable, nuestros medios de comunicación han lucrado con la imagen de las mujeres, sexualizandolas y objetivizandolas. Es por eso, que el Comité CEDAW, en el punto 14 y en el 15, hizo referencia a la perpetuación de los estereotipos de género en los medios de comunicación y publicidad y le pidió a Costa Rica que tomara las medidas necesarias para erradicar los estereotipos discriminatorios y las autoridades sexistas tanto por parte de las autoridades, así como proveer de capacitación a las personas periodistas, creadoras de opinión pública, políticas y otros, en estos temas.
Esto va a ser interesante particularmente con aquellos medios que usan la imagen de las mujeres, diariamente, por ejemplo en sus portadas para vender aunque alegan que no sea publicidad.
5. Mi cuerpo, mi territorio
En el tema de salud, en el punto 31, el Comité pide a Costa Rica, legalizar el aborto en casos de violación, incesto y malformaciones severas del feto. Le pide también al estado apurarse a aprobar la norma que tiene pendiente el Ministerio de salud sobre aborto impune, figura que ya existe en el art. 121 de nuestro Código Penal y que garantizar la posibilidad del aborto cuando sea para evitar un peligro para su vida o la salud, y no haya podido ser evitado por otros medios. Esta norma se está haciendo en el marco de un acuerdo amistoso en los casos de Ana y Aurora, interpuestos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En la actualidad, no hay nada que impida un aborto desde la CCSS en el caso de violación, incesto o malformaciones en tanto haya peligro de afectación a la salud y/o la vida de la mujer pero el desconocimiento y el temor del personal de salud, hace que simplemente se abstengan tan siquiera de hacerle saber esta opción a las mujeres.
También es importante que el Comité pide una vez más, como ya lo había hecho en el 2011, que Costa Rica garantice el acceso a la anticoncepción de emergencia y otros métodos modernos anticonceptivos. Sobre esto, no se difunde ni siquiera información por parte del servicio de salud pública y han tenido que ser entes como el Fondo de Población de Naciones Unidas así como la Asociación Ciudadana ACCEDER, quienes hemos tenido que brindar información sobre este método.
No puedo omitir, la parte de violencia obstétrica, ya que el Comité pide que se acaten las recomendaciones de la Defensoría de los Habitantes de la República de Costa Rica, para proteger a las mujeres y de paso, aprovecho para aplaudir la labor de dicha entidad estatal al realizar un informe impecable.
Lo que sigue
En las próximas semanas, se publicará la versión al español y esperemos que entonces, el Estado cumpla en difundir ampliamente las observaciones finales del Comité CEDAW, que invierta en capacitación tanto a sociedad civil como a agentes del Estado y que por supuesto tome todas las acciones necesarias, sin demora, para erradicar de una vez por todas la discriminación en contra de las mujeres.