¿Alcaldes para qué?
Emilio Bruce [email protected] | Viernes 29 enero, 2016
Los cantones son el reflejo mismo de la sociedad que los costarricenses hemos construido
Sinceramente
¿Alcaldes para qué?
En los años 1950 la población de todo el país era menor a la población de San José en la actualidad. Para gobernar el país teníamos presidente, ministros y Asamblea Legislativa. La ciudad de San José tiene ahora más problemas y más pobladores que los del país entero en aquellos años. Cada cantón debe aprender a administrarse en total excelencia.
El alcalde de la ciudad es el ejecutivo de esa circunscripción política y el concejo municipal el contrapeso de su poder y administración. Los cantones hoy son pequeñas repúblicas democráticas con todas las virtudes de ese sistema y con todos los vicios y falencias que los seres humanos pueden llegar a ostentar.
Los cantones son el reflejo mismo de la sociedad que los costarricenses hemos construido. En ellos se reflejan las virtudes y destrezas sociales por las que tanto hemos luchado. Igualmente reflejan los problemas y vicios, las limitaciones y distorsiones que nuestra sociedad padece en la actualidad. Los valores también andan flojos.
El alcalde debe ser una figura de experiencia, conocimiento y honestidad. No se deben elegir inútiles, improvisados, teóricos, ni personas cuestionadas en su integridad. ¡Decidan meditadamente!
Esas pequeñas repúblicas democráticas son valiosísimas para lograr que el centralismo que hemos vivido, vaya cediendo y cada comunidad pueda administrar bien y en cercanía todos sus asuntos. La Ley de transferencias ha delegado en ellas grandes potestades y enormes presupuestos. Todos estos poderes deben ser bien administrados y esas pequeñas repúblicas democráticas empoderadas deben llevar a su administración a los mejores hijos del cantón, a los más hábiles, a los más serios, a los más confiables, a los más honestos. ¡Esta no es una mascarada!
Unos 29 candidatos a la reelección en las alcaldías están siendo cuestionados por la Fiscalía por problemas de legalidad derivados de su proceder y actividad. Sus nombres deben ser analizados de manera muy detenida. La politización de la justicia y la judicialización de la política han hecho caer un manto gris sobre todo esto por lo que los ciudadanos no deben descartar a nadie sin examinarlo ni condenar a nadie políticamente sin haber examinados detenidamente esas acusaciones. ¡Acusaciones sin pruebas son difamación!
¿Alcaldes para qué? Para que las comunidades administren mejor, con mayor efectividad y más honestidad sus recursos.
¿Alcaldes para qué? Para que el centralismo ceda la administración a quienes de manera cercana pueden mejor controlar los gastos y sentir la necesidad de las inversiones.
¿Alcaldes para qué? Para que las pequeñas repúblicas democráticas, nuestros 81 cantones, elijan a sus mejores valores y se potencie a todos los ciudadanos en cada comunidad.
No se eligen ni inútiles, ni sinvergüenzas, ni para hacer negocios personales ni revoluciones de cafetín. Estas elecciones son para generar progreso, para generar transparencia y bienestar a las comunidades.
Todos a votar. A elegir a los mejores. A rechazar la incompetencia. A rechazar a los deshonestos. A rechazar a quienes no creen en la democracia. Que el abstencionismo no elija indeseables.
Emilio R. Bruce
Profesor
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