Adónde va el Fondo Monetario
Esperan al FMI cuestiones que atañen a la economía global y por lo tanto a la costarricense
Redacción La República [email protected] | Sábado 18 junio, 2011
La junta directiva del Fondo Monetario Internacional debe elegir en estos días, por votación, su director gerente; se espera que esta decisión pueda darse a conocer el 30 de junio.
Se disputan el cargo Christine Lagarde, ministra de Finanzas francesa, quien cuenta con el apoyo de los europeos, y el mexicano Agustín Carstens, quien conoce el FMI como la palma de su mano, dada su experiencia —que data desde 1999— dentro de este organismo.
En su desempeño dentro del FMI, a Carstens le correspondió representar a Costa Rica, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela.
El futuro director del FMI deberá tener dotes de liderazgo y conocer cómo funciona a lo interno la institucionalidad establecida desde Bretton Woods.
La crisis de Grecia, Portugal y España; los retos que pueda desencadenar la conmoción social que vive Oriente Medio y el nuevo perfil que proyectan las economías emergentes, plantean la cuestión de si el orden financiero mundial requiere sencillamente la concesión de sumas millonarias o si demanda un análisis concienzudo de cómo funciona la economía.
Desde finales del siglo pasado, este órgano ha enfrentado fuertes cuestionamientos, concretamente a partir de 1997, cuando su lenta reacción permitió que la devaluación de la moneda tailandesa deviniera en lo que se denominó la crisis del Fondo Monetario Internacional, el primer contagio financiero de la era global.
El FMI no pudo prever en 2008 la recesión que se avecinaba; tampoco ha asumido una posición clara en cuanto a los problemas de Grecia.
Así, el futuro del Fondo se juega entre dos vertientes: el continuismo representado por Lagarde y un cambio, propuesto por Carstens.
Esperan al órgano cuestiones que atañen a la economía global y por lo tanto a la costarricense, como el establecimiento de controles en las transferencias de capital, por poner un ejemplo.
Ya en mayo pasado, nuestro ministro de Hacienda, Fernando Herrero, lamentaba que el FMI no le hubiera advertido a Costa Rica el riesgo tan grande en que estaba incurriendo al aumentar el gasto permanente sin tener los ingresos adecuados para sostenerlo, durante el manejo de la crisis internacional.
Lo importante, en esta elección, dada la coyuntura económica global, es que el nombramiento del director gerente del FMI no se haga de manera instintiva, siguiendo una tradición. Eso sería actuar de manera irresponsable ante las amenazas que se ciernen sobre la economía y el futuro del planeta.