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COLUMNISTAS


¡A construir el futuro!

Emilio Bruce [email protected] | Viernes 06 mayo, 2022


Sinceramente

Este próximo domingo tendrá lugar la toma de posesión del nuevo gobierno. Todo inicio presenta grandes oportunidades y grandes avenidas de desarrollo para el país. Hay que saber aprovechar con celeridad estos primeros meses dónde la oposición es menor, la adhesión al gobierno es casi completa y dónde cosas grandes y pequeñas no alimentan el surgimiento de opositores.

El inicio es el momento para desarrollar las grandes sendas por las que transitará el gobierno por los próximos cuatro años. Los primeros meses son el campo fértil para sembrar las ideas e iniciar los programas básicos de la administración que se inicia.

El problema central del país ha sido un problema fiscal muy complejo. El gobierno ha gastado más, mucho más de sus ingresos, acumulando una deuda pública de cerca del 70% del producto interno bruto. El gobierno ha gastado dos colones por cada colón de recaudación. Nadie, ni individuo ni familia, ni empresa ni comunidad puede gastar esa proporción de manera permanente. Nunca más debe el gobierno incurrir en estas prácticas de derroche que han abocado al país a la crisis profunda y cruel a la que se ha visto sometido.

El desempleo debe de ser enfrentado y abatido. Para reducir dramáticamente el mismo hay que permitir a los empleadores cumplir sus funciones sociales de emplear y producir sin limitaciones, tramitología ni cortapisas. No se le ponen zancadillas a quienes son el motor económico del país. No se limita en su desarrollo y crecimiento a las personas ni a las empresas que son los generadores de impuestos más importantes de nuestra economía. No se estigmatiza a productores y emprendedores para que en plena motivación expandan la economía y la riqueza nacional.

La reactivación de la economía es urgente y trascendental. La reactivación de la economía conduce al cierre de las brechas de desempleo, de pobreza y de miseria. La reactivación de la economía es la medida de corrección de problemas sociales más importante que se puede emprender. Manos a la obra. Debe de fortalecerse plenamente la confianza de todos los costarricenses en lo que se hace y por qué se hace. La confianza de todos debe de ser el ingrediente que nos mantenga unidos en las luchas futuras.

Las brechas de ingreso, de educación y de igualdad de oportunidades deben de abordarse de manera frontal y con espíritu de urgencia. Hambre, desesperanza, dolor y exclusión deben desaparecer en este país nuestro. La reducción de esas brechas y el propósito de alcanzar una sociedad mucho más igualitaria es fundamental para rehacer la cohesión social y apuntalar la fe en la democracia.

La educación debe de ser el motor que nos impulse hacia un futuro brillante. La educación de altísima calidad debe de volver a ser el movilizador social que siempre fue. La educación debe de recibir toda la atención nacional y ser objeto de las reformas que sean menester para alcanzar las metas de desarrollo personal y bienestar individual que la misma acarrea. La educación de alto nivel posibilitará a los costarricenses a alcanzar objetivos ambiciosos y bienestar intenso. La educación debe de ser exigente, debe de ser una ruta de superación individual y nacional. Mucho trabajo hay en ese campo y debe de emprenderse con decisión y celeridad.

La unidad de los costarricenses debe de ser perseguida y alcanzada plenamente. Todos debemos sentirnos parte de nuestro país y derivar bienestar de su progreso. La estrategia política de dividirnos y polarizarnos, de lanzarnos unos contra los otros debe de quedar sepultada en la historia de los recuerdos funestos y de las épocas oscuras de Costa Rica.

Todos debemos identificarnos con los propósitos de enfrentar y resolver los apremiantes problemas del país. Todos debemos derivar satisfacción y bienestar del desarrollo nacional. Todos debemos poder, en libertad, sin manipulación ni nubes de troles y de plumarios ejercer nuestra libertad de expresión. Todos debemos volver a ser parte fundamental de la historia de Costa Rica. El respeto para todos los costarricenses debe de prevalecer plenamente. Ni raza, color, preferencias sexuales ni vocación religiosa deben separarnos o dividirnos y deben ser fuente de respeto y consideración, comprensión y tolerancia entre nosotros.

Al gobierno que inicia sus funciones este 8 de mayo se le presentan los mayores retos que pueda haber enfrentado una administración. Su éxito será el de todos los costarricenses. Espero que en consonancia con el “Vuelo supremo” de don Julián Marchena se apreste a dar batalla por todos nosotros y con todos nosotros con “la mirada fiera y el ala fuerte” y con el espíritu henchido de amor patrio, tolerancia y espíritu componedor.

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