Logo La República

Martes, 26 de noviembre de 2024



COLUMNISTAS


Competencias laborales… ¿en el kínder?

Silvia Castro [email protected] | Lunes 12 agosto, 2013


La educación preescolar de calidad se correlaciona con mayores tasas de graduación del colegio, menos embarazos en adolescentes y menos incidentes criminales


Competencias laborales… ¿en el kínder?

Las competencias para el trabajo y la vida en sociedad, como el razonamiento, la comunicación, la autorregulación y las habilidades interpersonales no se empiezan a desarrollar en la adultez. De hecho, las bases del desarrollo cognitivo, social y emocional de los adultos se establecen en la pequeña infancia. Estudio tras estudio han comprobado que los niños que empiezan a aprender desde que nacen tienen mayores probabilidades de éxito laboral y académico a lo largo de sus vidas.
En los primeros tres años de vida, el cerebro de un niño tiene más del doble de sinapsis que las que tendrá como adulto y estas uniones entre neuronas se forman con mayor velocidad. Las implicaciones de este fenómeno biológico es que las experiencias de vida del menor comenzarán a definir la organización de su cerebro y a fortalecer esas sinapsis, lo que incidirá a largo plazo sobre la calidad y eficiencia de la conectividad de la actividad neuronal del cerebro. En otras palabras, antes de los tres años, el niño tiene una increíble capacidad para procesar experiencias, y la educación viene a fortalecer sus capacidades de aprendizaje, la memoria y otras habilidades cognitivas que le servirán a largo plazo.
Sin embargo, en Costa Rica, los niños menores de cuatro años y tres meses no son atendidos por el sistema educativo público, a pesar de que la Constitución Política declara la educación preescolar como obligatoria, gratuita y costeada por el Estado. En consecuencia, las familias están obligadas a buscar opciones de atención privadas y otras alternativas no equivalentes, como los CEN-CINAI, los albergues del PANI, los hogares comunitarios del IMAS y las guarderías. La tasa de cobertura de la educación de los niños en edades de cuatro años y seis meses a los cinco años y seis meses es de solo el 57,7% y lo que es peor, un 80% de los niños de hogares más desfavorecidos no asiste del todo a la educación regular.
La brecha en las oportunidades educativas empieza a abrirse en el tanto que algunos niños gozan de una educación preescolar de calidad y otros no. Los niños que no han aprendido muchas palabras de vocabulario, que no conocen sus letras, números y formas, que no han aprendido a enfocarse y a jugar con otros, habrán ingresado a la educación primaria en clara desventaja. Luego se les dificultará ponerse al día, y en poco tiempo, se darán cuenta que saben menos que sus pares y empezarán a retraerse y a mostrar desinterés por el aprendizaje debido a su frustración y vergüenza. En unos años, muchos de estos chicos perderán grados escolares y abandonarán las aulas, pasando a alimentar las filas de desempleo y pobreza.
Los resultados de investigación internacionales son contundentes: la educación preescolar de calidad se correlaciona con mayores tasas de graduación del colegio, menos embarazos en adolescentes y menos incidentes criminales.
Además, los niños con educación preescolar tienen mayores probabilidades de obtener buenas calificaciones, requerir menos servicios educativos especiales, formar familias más estables, ganar mejores salarios y mantener sus empleos. Lo primero es lo primero: si se pretende mejorar la calidad de las competencias de la fuerza laboral, se debe empezar por prestar atención a lo que sucede y deja de suceder con la educación inicial de las nuevas generaciones.

Silvia Castro

Rectora de Ulacit
 

NOTAS ANTERIORES


Liderar el cambio

Viernes 22 noviembre, 2024

Las empresas en Centroamérica están trabajando, cada vez más, en el liderazgo sostenible







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.