Panamá destrona al ICE
Danny Canales [email protected] | Viernes 13 julio, 2012
Reventazón costará un 54% más que la nueva planta panameña
Panamá destrona al ICE
Muchos trámites y pocos recursos nos afectan
Panamá la semana pasada puso a funcionar la planta hidroeléctrica Changuinola a un precio más cómodo de lo que cuestan los proyectos desarrollados en el país últimamente, así que quedarán perjudicados los consumidores costarricenses.
El exceso de trámites y la dificultad para conseguir el financiamiento incrementan los costos locales.
Para remediar esta situación, las soluciones incluyen ampliar la participación privada en el mercado, y mejorar la eficiencia del ICE.
Sin embargo, no parece que haya pronto una solución a esta situación desfavorable.
En cuanto al costo se refiere, cada megavatio en la planta panameña salió en $2,8 millones.
Mientras tanto, la planta Reventazón, que tiene actualmente el ICE en construcción, se estima que costará $4,3 millones por megavatio —una diferencia abismal del 54%—.
El promedio del costo del megavatio es de $3,5 millones.
También destaca la rapidez del desarrollo del proyecto Changuinola, que se puso en operación en 50 meses.
En comparación, la construcción de Reventazón se estima en 70 meses.
Para el costarricense, el hecho de que el megavatio de Reventazón sea más caro que el de Changuinola, significaría que terminará pagando un precio alto por la electricidad, en relación con los panameños.
El alto precio nacional depende en parte, del hecho de que el ICE utiliza su propia constructora, en lugar de licitar esta parte de los proyectos, de modo que se encuentre la empresa más competitiva.
Otro aspecto tiene que ver con la dificultad que ha sufrido el ICE para conseguir el financiamiento de Reventazón.
Por ahora solo se tiene segura la mitad de los recursos, que provienen de fondos propios del ICE y de créditos otorgados por dos bancos extranjeros.
El resto del dinero se pretende obtener mediante un fideicomiso que se nutriría de nuevos créditos que aporten bancos locales y externos.
El exceso de trámites que hay que hacer acá para construir una planta eléctrica, también atrasa los proyectos, y aumenta los costos.
Para tratar de alcanzar el paso que lleva Panamá, existen dos propuestas de ley en estudio, solo que al ser opuestas generan un cortocircuito.
Por un lado, el gobierno plantea aumentar la participación privada en hasta un 40% de la capacidad instalada de energía eléctrica, así quitándole presión al ICE de hacer todas las grandes inversiones.
Por otro lado, el sindicato del ICE y las cooperativas eléctricas se oponen a la apertura.
Por ahora, no hay señales de que cambie la situación actual, así que la única certeza es la de que mayores precios serán pagaderos por los costarricenses, que los que pagarán los vecinos del sur.
Danny Canales
[email protected]
Panamá destrona al ICE
Muchos trámites y pocos recursos nos afectan
El exceso de trámites y la dificultad para conseguir el financiamiento incrementan los costos locales.
Para remediar esta situación, las soluciones incluyen ampliar la participación privada en el mercado, y mejorar la eficiencia del ICE.
Sin embargo, no parece que haya pronto una solución a esta situación desfavorable.
En cuanto al costo se refiere, cada megavatio en la planta panameña salió en $2,8 millones.
Mientras tanto, la planta Reventazón, que tiene actualmente el ICE en construcción, se estima que costará $4,3 millones por megavatio —una diferencia abismal del 54%—.
El promedio del costo del megavatio es de $3,5 millones.
También destaca la rapidez del desarrollo del proyecto Changuinola, que se puso en operación en 50 meses.
En comparación, la construcción de Reventazón se estima en 70 meses.
Para el costarricense, el hecho de que el megavatio de Reventazón sea más caro que el de Changuinola, significaría que terminará pagando un precio alto por la electricidad, en relación con los panameños.
El alto precio nacional depende en parte, del hecho de que el ICE utiliza su propia constructora, en lugar de licitar esta parte de los proyectos, de modo que se encuentre la empresa más competitiva.
Otro aspecto tiene que ver con la dificultad que ha sufrido el ICE para conseguir el financiamiento de Reventazón.
Por ahora solo se tiene segura la mitad de los recursos, que provienen de fondos propios del ICE y de créditos otorgados por dos bancos extranjeros.
El resto del dinero se pretende obtener mediante un fideicomiso que se nutriría de nuevos créditos que aporten bancos locales y externos.
El exceso de trámites que hay que hacer acá para construir una planta eléctrica, también atrasa los proyectos, y aumenta los costos.
Para tratar de alcanzar el paso que lleva Panamá, existen dos propuestas de ley en estudio, solo que al ser opuestas generan un cortocircuito.
Por un lado, el gobierno plantea aumentar la participación privada en hasta un 40% de la capacidad instalada de energía eléctrica, así quitándole presión al ICE de hacer todas las grandes inversiones.
Por otro lado, el sindicato del ICE y las cooperativas eléctricas se oponen a la apertura.
Por ahora, no hay señales de que cambie la situación actual, así que la única certeza es la de que mayores precios serán pagaderos por los costarricenses, que los que pagarán los vecinos del sur.
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