72 pacientes han tenido que ser rechazados por hospitales regionales y centrales
Elizabeth Rodríguez [email protected] | Lunes 13 septiembre, 2021 04:00 p. m.
Entre el 31 de agosto al 5 de setiembre, 72 pacientes en los cuales su hospital de adscripción solicitó traslado a otro centro, tuvieron que ser clasificados como “Traslados Declinados”, dada la imposibilidad de encontrar cupo para los mismos en los posibles hospitales receptores.
De estos, 35 pacientes presentaban un estado crítico, 17 severo, 12 moderado y ocho leves. Esta información se deriva del Centro de Operaciones del COV-19 de la Caja.
La institución superó, desde el pasado 27 de abril, la capacidad instalada máxima de 359 camas para la atención de pacientes de cuidado intensivo y severo de patología asociada a la Covid-19.
Lea más: Undeca: El país está al borde de una grave crisis humanitaria
Una carta enviada a Román Macaya, presidente ejecutivo, y a Roberto Cervantes, gerente general, firmada por 39 directores de hospitales regionales y centrales, además de Mario Ruiz, gerente médico -quien renunció el jueves-, refleja la preocupación y las necesidades de 38 centros médicos y del Centro de Atención de Emergencias y Desastres de la Caja, indicando:
“Esta ampliación del volumen de pacientes en atención crítica, por encima del límite de 359 previamente determinado por el grupo técnico de la Gerencia Médica en el “Plan Expansión”, implica una disminución en el estándar de cuidado. Lo anterior significa que en la medida en que los casos de Covid-19 aumentan, la demanda de servicios (pacientes) superaría en creces la oferta (personal de salud) disminuyendo a su vez la capacidad de respuesta de estos últimos.”
Lea más: Este jueves se reportan 48 pacientes con Covid-19 a la espera de un traslado
Asimismo, se reportaron carencias de recursos materiales indispensables para la atención de patologías tanto Covid-19 como no Covid-19, que incluyen equipos de protección personal, además de insumos para diálisis, ventiladores, cámaras de alto flujo, circuitos, bombas de infusión.
“La escasez de estos insumos clave prolonga las estancias en las UCI, e incrementa la mortalidad y los costos de atención”, determinó el documento.