Mayor participación de hombres en tareas del hogar, ofrecería mejores oportunidades de crecimiento laboral
15% de los puestos de gerencia en Costa Rica son ocupados por mujeres, ¿cómo aumentar su participación?
Líderes de las empresas deben comprometerse con abrir más espacios con las generaciones venideras
Magdalena López [email protected] | Martes 22 marzo, 2022
La implementación de acciones afirmativas y una verdadera sororidad que promueva el surgimiento de nuevas líderes en las empresas, así como el establecimiento de políticas públicas y una nueva cultura social que permitan balancear la vida laboral con la vida familiar a través de una mayor corresponsabilidad con las tareas del hogar, son algunas de las acciones necesarias para que en Costa Rica más mujeres accedan a puestos de gerencia.
Y es que en estos momentos, las féminas solo ocupan un 15% de los puestos de alta dirección en Costa Rica, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2021.
Gísela Sánchez, directora regional de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic, Mónica Segnini, CEO del Grupo Descarga, Alexandra Kissling, presidenta de la Alianza Empresarial para el Desarrollo, Nuria Marín, empresaria y representante del Grupo Balance, Josette Altmann, directora de Flacso, así como Mónica Nágel, Directora de Relaciones Corporativas de Grupo Montecristo e Ineke Geesink, gerente país de Microsoft en Costa Rica, son algunas de las mujeres con altas posiciones empresariales en suelo nacional.
Lamentablemente, ellas son la excepción y no la regla.
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“La experiencia de trabajar durante todos estos años con mujeres de todo tipo de profesiones y procedencia social nos dice que a pesar de las diferencias que puede haber en sus historias de vida, hay un factor común que impacta de manera radical el desarrollo del potencial de las mujeres, que es el liderazgo personal y el empoderamiento femenino. En esto, tenemos que trabajar mucho con las nuevas generaciones”, dijo Kissling en una entrevista anteriormente con LA REPÚBLICA.
La baja participación de las mujeres en los puestos de gerencia es un mal latinoamericano, ya que en otros países de la región la participación no supera el 22,4%.
“Uno de los factores clave que dificultan el acceso de las mujeres a puestos gerenciales son las obligaciones derivadas de las tareas domésticas y de los cuidados que recaen sobre ellas, esto las afecta de forma desproporcionada pues limita su disponibilidad y se convierte en un trabajo adicional que se les ha impuesto de manera injusta, siendo que deben ser responsabilidades compartidas”, dijo José Troya Rodríguez, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En este sentido, en el país hay 449 mil mujeres que no acceden al trabajo remunerado por atender obligaciones de cuidado y el recargo de tareas domésticas, según datos de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo.
Y es que, los hombres dedican 15 horas con 43 minutos semanales a realizar labores domésticas en la casa, mientras que las mujeres destinan 37 horas con 29 minutos a la semana, según la encuesta.
De forma que, el empoderamiento que mencionan Kissling y Troya pasa por ese cambio cultural e implica una mayor participación de los hombres en las actividades del hogar.
En ese sentido, Altmann señala que Costa Rica ha avanzado en esta tarea, pero que todavía queda mucho por hacer.
"Hay mayor participación de mujeres en puestos de toma de decisión, en direcciones ejecutivas y políticas. Cada vez más se reconocen y visibilizan los aportes de las mujeres en los distintos ámbitos del quehacer nacional; sin embargo, falta camino por recorrer. Es necesario abordar las desigualdades estructurales que se vienen arrastrando en acceso al crédito y en el ámbito, social, cultural y a puestos de decisión y participación política", dijo Altmann.
Aunque en Costa Rica existe una Política Nacional para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres que protege los derechos de todos por igual, una de las dificultades más importantes es que tanto la ejecución de dicha iniciativa como los espacios de poder político o en el mundo empresarial, siguen estando en manos de hombres, asegura Ana Matarrita, vicealcaldesa de la municipalidad de Limón y mujer afrodescendiente.
De modo que, mientras las mujeres no realicen acciones concretas para el involucramiento temprano en la toma de decisiones y la participación ciudadana, los espacios de influencia seguirán careciendo del aporte femenino, agregó Matarrita.