¡Más densificación, mejor planeamiento urbano!
Redacción La República [email protected] | Viernes 28 abril, 2017
La moda de vivir en vertical se asocia con la posibilidad de estar más cerca de la ciudad, del trabajo, de evitar el desplazamiento y disminuir la congestión vial, así como con un mejor uso del área constructiva.
Si bien el desarrollo de torres habitacionales se aceleró en nuestro país hace cinco años hoy se perciben en mayor medida sus efectos y el crecimiento de este estilo de vida.
Para los residentes de torres, el privilegio de las vistas panorámicas, se suma a una serie de ventajas que varían según el perfil del proyecto. En especial, se valora la tranquilidad al residir en un lugar con mayor seguridad por sus características físicas e ingreso controlado.
“La seguridad es un aspecto que se busca mucho hoy, sobre todo lo hacen aquellas personas que viajan constantemente por motivos laborales o bien los extranjeros. Para ellos no hay mejor opción que los proyectos en torre, donde saben que los accesos son limitados muchas veces con llave electrónica que permite a los visitantes solo acceder a un piso específico. Además, será difícil robar pertenencias a través de un ascensor”, comentó Andrés Zamora, experto en bienes raíces.
Con la aparición de las torres, se da un fenómeno inherente, los proyectos mixtos, conocidos también como ciudades satélites o miniciudades, se trata de desarrollos basados en un concepto integral, el cual reúne además de la zona residencial, áreas destinadas al comercio y a oficentros, todo en un mismo lugar.
Esta tendencia es muy común desde hace varios años en ciudades como Hong Kong y donde las personas buscan vivir muy cerca de sus trabajos.
Por otra parte, las casas grandes de antaño con cuatro o cinco dormitorios que existían en todos los estratos sociales casi, ya son apenas un recuerdo, las parejas cada vez tienen menos hijos y a edades más tardías y la tendencia es que los padres cuando sus hijos se independizan, se mudan a un apartamento. También los cambios en la conformación de las familias han influido positivamente para el éxito de los proyectos verticales.
“Las personas se han dado cuenta de los beneficios de vivir cerca de sus trabajos en términos de movilidad, pero los terrenos en las ciudades son limitados y costosos, por lo tanto las torres o construcciones verticales han llegado como una solución para quedarse, y expandirse, no solo en los cascos centrales”, resaltó Zamora.
Por otra parte, la movilidad activa, es decir, que se realiza sin medios motorizados, combinada con el transporte público hace personas activas físicamente, más sanas, más productivas y felices, según Ramón Pendones, vicepresidente de OPB Arquitectos. “Además, poblaciones que se movilizan de forma sostenible, ven mejorar los indicadores ambientales y económicos notablemente”, agregó.
REALIDAD EN COSTA RICA
En aumento se encuentran los apartamentos en condominio con áreas muy reducidas de hasta 55 m2, acabados lujosos y áreas comunes que ofrecen diversión y zonas para ejercitarse sin salir del condominio.
“En San José está sucediendo lo que se dio en Chicago, la gente salió de la ciudad pero luego regresó para vivir en ella, en la actualidad zonas como Rohrmoser y Sabana están mostrando un fuerte desarrollo residencial vertical y en el este en menor medida pero con un gran futuro Montes de Oca y Barrio Escalante”, comentó Priscilla Argüello, senior associate de Cushman& Wakefield.
Este interés por repoblar la ciudad no solo es notorio ya en los jóvenes o millennials, existe una generación entre los 55 y 65 años que está buscando vivir en proyectos verticales, esto se da en los diferentes estratos sociales, según Argüello.
El éxito de los proyectos verticales requiere un cambio cultural que en otras latitudes ya se encuentra consolidado y en nuestro país ya está avanzando.
“En otros países cuando los hijos se van de la casa y se mudan a una torre y los padres se dan cuenta de que no necesitan un espacio tan grande, que están envejeciendo y deciden mudarse también. Además, en un proyecto vertical cuentan con ascensores y no tienen que caminar, pueden compartir con otras personas por lo que no se aburren y si algo necesita arreglo en el apartamento la administración se encarga, otros viven en una torre para personas mayores que cuenta con enfermeros y amenidades dirigidas a personas de su edad”, resaltó Dennis Poon, vicepresidente de Thornton Tomasetti, ingeniero estructural de alto renombre internacional.